Cuando llegue a la escuela estaba más verde de lo normal, el invierno se había ido completamente y la primavera seguida del verano se notaba por todas partes, el cielo completamente despejado prometía un día perfecto.
No podía estar mejor.
Después de pasar la valla de separación, me acerque al árbol donde siempre me juntaba con mis amigos... era un roble, que se diferenciaba del resto no solo por ser muy robusto, sino porque estaba rodeado de araucarias altísimas.
Me encontré con mis amigos. Fran estaba colgada de los pies de la rama del árbol, con su pelo morocho colgando como si fuera una cortina ; y Alex y Lis se encontraban sentados discutiendo... nono, no estaban discutiendo en todo caso estaban debatiendo (ya es algo común de ellos probar sus distintos puntos de vista, pero aunque parezca una pelea, se quieren). Cuando me vieron se levantaron del suelo (o saltaron desde el árbol, en el caso de Fran) instantáneamente para saludarme ya que falte a clases cuatro días por que, no me sentía muy bien.
- ¡Camil, viniste! ¿Por que faltaste? ¿Estas bien? ¿Que te paso?
- Ahah... veo que estas viva...
- Estábamos preocupados.
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Identificacion mental:
• La primera que me dijo tantas cosas que parecía mas un interrogatorio que un par de preguntas de una amiga a otra fue Lissa Chaiz. Ella es la "preocupona del grupo". Creo que si faltaba un día mas iba a anunciar mi muerte a las autoridades. Es la chica mas inocente y tierna que conozco. Esa persona incondicional que es capaz de matar por vos... bueno, tampoco para tanto, pero es buena amiga.
• Francesca Pazóu, la segunda en hablar... bueno, ella es la estúpida que siempre me hace reír con sus comentarios irónicos. Nuestra relación no comenzó muy bien, pero ahora somos grandes amigas. Lo mas raro de nuestra amistad es que siempre nos hablamos como si nos estuviéramos peleando.
• El tercero en hablar esta vez fue un chico. Era Alexander, mi mejor amigo. El es como el hermano que nunca tuve, mi papa lo cuido por la tarde varios años, porque cuando Alex (Alexander) nació, su madre falleció en el acto, y su padre murió por una enfermedad unos meses después y quedo a cargo de su hermano mayor que para ese entonces tenia 15 años. Siempre esta atrás mio cuidándome y arreglando los líos en los que me meto, ademas el siempre fue uno de los mas altos del curso, asi que nadie se metia con conmigo por miedo a mi "guardaespaldas".
-*-*-
- Tranquila Lissa.... ¿ves que estoy bien? No te preocupes. Solo me me vino mucho calor al cuerpo, fue muy raro, ¿sabias? tenia frió y calor al mismo tiempo, muuuuy loco. - Le tuve que explicar por que sino creo que iba a llamar a que me revisaran. Ella me miraba con preocupacion en sus ojos color avellana. Le di un fuerte abrazó y mire en dirección de mis otros dos amigos-. Y chicos, ¿que me perdí en el colegio? ¿Muchos ejercicios? Adivino... ¿tenemos que subir y bajar del árbol 10 veces, ¿no?
- Tranquila... No te perdiste de nada, mantequillita. - comentó Francesca en tono irrelevante.
El termino "mantequillita" es un apodo que ella me asigno a mi ni bien me conoció, como ya dije anteriormente, pertenece a nuestro oscuro pasado en el que nos odiábamos, igual ahora lo usa solo en forma de broma. Todo empezó cuando ella me vio trepar un árbol por primera vez... realmente era muy mala, de ahí la palabra.
Justo cuando Alexander me iba a decir algo, sonó un agudo chiflido procedente de alguno de los Selectos. Era hora de ir a clases.
La primera y única clase que teníamos era "Activismo" lo cual me encantaba, por que había escuchado por ahí, que en lugares muy lejanos había divisiones de clases con mas de 15 tipos de estudios y matirias-.. ma-tte-... ma-te-ria... bueno, no recuerdo el nombre. El punto era que teníamos Activismo, como lo dice la palabra, nos enseñana a estar alertas, a estar activos.
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Pacifico Oscuro
Ciencia FicciónA los 16 años no es fácil sobrevivir sola en una escuela Activista como la de Camil Owich, por eso cuenta con un pequeño grupo de amigos con los que se juntaba todas las semanas para comentar la situación actual en el pueblo de Wedery. Un día, salie...