Capítulo 4 - Kevin

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Abrí la puerta y los deje pasar a la casa.

Todos entraron como si fuera propia. Lissa se sentó cómodamente en el sillón de mi living, Alex fue directamente al baño y Fran corrió hasta la cocina a buscar comida en la heladera, lo típico de los tres. Estaba casi sonriendo por lo rutinario que se había vuelto juntarse en mi casa con los chicos hasta que me di cuenta que había alguien de más.

Kevin estaba mirando el piso, al lado de la puerta, claramente incómodo y me sentí una idiota por hacer que se sienta así.

- Ey, Kevin, vení.-Sonreí y señale uno de los sillones individuales.- Sentate así reviso tus heridas.

Él asintió y se acercó al sillón.

- Voy a buscar la caja de primeros auxilios.- anuncie.

Camine hasta la cocina y me encontré con Francesca devorando una torta de frutilla.

-Ohitó oz on el sico, ehh!- Con la boca toda llena de comida nadie le hubiera entendido, pero después de tantos años de amistad, logre comprender su lenguaje. La traducción seria "¡Ojito con el chico, eh!". No pude más que sonreír y mirar para arriba en un gesto de despreocupación. -io me inoreh, Camil- logró tragar la comida- No me ignores. De verdad te digo, por algo anda solo este chico, ten cuidado.

-Por favor, Fran. ¿Qué pensas que me va a hacer? Ya lo viste con Stive y Tatiana. No se me hace que sea una persona violenta...

-Estaba el contra cuatro más, obviamente no se iba a comportar como si quisiera molerlos a golpes a todos. Cualquiera se relajaría en un momento así.-Coloco una de sus manos en la cintura y otra la puso a la misma altura con la palma para abajo, siempre que hacia eso iba a empezar una discusión, y su mano simbolizaba que su opinión era firme.

-Bien, voy a ter cuidado. Tome la caja de un estante y volví a la sala.

-A ver "Kev", dejame ver que tenes.

Lis y Alex, que ya había salido del baño, me miraron al escucharme decir el nuevo apodo de Kevin, además de malpensar lo que dije. Me arrodillé en frente de él, saque la cinta y gasas para cubrir los moretones que se ponían de un morado cada vez más intenso. Esta vez Stive se pasó de la raya. No solo había múltiples golpes, sino también note sangre, había cortes. Cubrí los más profundos luego de ponerles una crema cicatrizante especial que había hecho mi padre y limpie su cara y cuello con algodón. Supuse que todas las piñas fueron a la cara porque solo ahí tenia marcas, pero note una casi invisible línea de sangre que se escondía por su espalda, debajo de la remera. Pedí que se la sacara.

Las miradas expectantes de Alexander y Lissa eran indescriptibles, como si le hubiese pedido que se desnude y se ponga a bailar encima de la mesa; pero nada se comparaba con el gesto de impaciencia de Fran, como si quisiera terminar con esto lo más rápido posible.

- No creo que sea buena idea- dijo Kevin, con sus ojos grises que me derretían por completo.

- Es que sino no puedo terminar de vendarte. – insistí.

-Emm... eh... - se levantó, dio media vuelta y se quitó la remera de un solo movimiento. Me quede boquiabierta. Tenía la espalda trabajada, sinceramente, jamás me lo hubiera pensado ya que nunca lo vi haciendo ejercicio o algo por el estilo. Pero no fue eso lo que me asombro: Tenía la espalda llena de cortes.



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⏰ Última actualización: Dec 02, 2015 ⏰

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