Capitulo 3 - La clase de Activismo

36 1 1
                                    

La clase empezó como siempre. En grupos de cinco o cuatro integrantes  debíamos elegir un árbol que estaba fuera de la valla, obviamente estuve con Alex, Fran, y Lissa.

Debíamos subir hasta la copa, bajar y tocarle la mano a un compañero para que sea su turno de hacerlo.

La primera fui yo.

-¡DALE MANTEQUILLITA, NO TENGO TODO EL DIA! - Me grito Francesca desde el suelo.

Yo en eso intentaba subirme a una rama bastante arriba sobre mi cabeza. Si bien tengo una estatura normal, la rama estaba fuera de mi alcance. Aquí dirían que yo di un súper salto y me colgué de la rama y con una voltereta quede encima, pero como soy un desastre con cualquier cosa relacionada con trepar arboles tuve que girar hacia el otro lado del tronco para buscar otra forma de seguir subiendo. Lo más extraño era que... si bien siempre fui un desastre con los árboles, se trepar cualquier otra cosa, como montañas rocosas y demás actividades de ese estilo.

Los arboles eran una frustración permanente en mi vida. Supongo que algún día la superare. Supongo.

El árbol era alto, unos quince metros aproximadamente... ya había subido más de la mitad cuando toque algo húmedo (posiblemente popo de ave) en la rama de la que me sostenía e hizo que mi mano se patinara y yo cayera.

Mi caída la detuvo una deformación del mismo tronco a no más de treinta centímetros de donde estaba antes, algo genial porque significaba que no debía empezar de cero, aunque caí de trasero con un golpe seco, nada lindo a decir verdad...

Cuando me recupere, subí fácilmente hasta la copa del árbol y baje prácticamente saltando de rama en rama, seguramente muy gracioso a la vista. Le toque la mano a Alexander el cual en menos de cinco segundos ya había subido cinco metros.

-Ohh... ¿te lastimaste? - Pregunto Fran con preocupación sarcástica-.

- N... - estaba a punto de responder al comentario cuando escucho aplausos a mi espalda -.

- Bueno, bueno, bueno.... Parece que NUNCA vas a aprender cómo se hace... respóndeme sinceramente, ¿Ya no te da vergüenza seguir viniendo a esta escuela? - Me pregunto con una mirada más fría que el hielo. Era Stive, el idiota del curso. Lo único que hacía era molestar y golpear a los estudiantes y besuquearse con su noviecita, la cual no era mucho mejor persona que él, que digamos. Yo no respondí, solo imaginaba su cara de dolor si le pegara una patada en su entrepiernas... ¿caería llorando al piso por el sufrimiento? ¿Solo se quedaría inmóvil hasta que el dolor se fuera?..

- ¿Porque no vas con tu noviecita y nos dejas en paz? - soltó Lissa detrás de mí, con una mirada de furia en sus ojos color avellana.

- Disculpame, no puedo, es que esta trepando el árbol - Stive señalo la copa del árbol donde ahora estaba Tatiana, su pareja.- De paso.... observen y aprendan - nos dijo con una sonrisa maliciosa.

Nos quedamos callados.

Tatiana ahora bajaba del árbol casi de un salto, a pesar de que la odio, es de las mejores estudiantes. Si, algo así como la clásica persona malvada que es buena en todo lo que hace...

-Hola amor. - Le dio un beso apasionado y asqueroso a su noviecito mientras le tocaba el cabello castaño oscuro. - ¿Vamos a la fila? No sé porque perdes tiempo hablando con estas fracasadas...-.

En ese momento Alexander bajo del árbol y le paso su turno a Lissa. - ¡Hey! ¿Que está pasando? -Pregunto con el ceño fruncido-.

- ¡¡ ¿A quién le decís "fracasadas", coloradita?!! Vamos a ver quién te presta atención si te dejo pelada arrancándote pelo por pelo...- Salto Francesca a defender, algo muy propio de ella si la insultaban. Le estaba clavando sus ojos negros a Tatiana.

Pacifico OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora