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Se encontraba con un vaso de líquido color azulado, posiblemente con más alcohol que otra cosa, en su mano derecha mientras caminaba tranquilamente por el pasillo de la casa buscando un sitio tranquilo.

Hacía unas horas había llegado a la fiesta de los Patson, dos hermanos gemelos coronados por ser los reyes en organizar fiestas.

Y aunque a él no le agradará mucho este tipo de eventos decidió hacer un sacrificio por su mejor amiga, Alissa.

Abrió una de las puertas que daban a las habitaciones con sus ojos cerrados y murmurando un tranquilo "¿Se puede?" al no obtener respuesta abrió uno de sus ojos para suspirar al ver que no había nadie en la habitación y abrir su otro ojo adentrándose en esta.

Cerró la puerta tras él para acercarse a la cama y comprobar que no había restos de nada allí, pues estaba en una fiesta.

Se tumbó sobre está dejando el vaso apoyado sobre su barriga mientras intentaba tranquilizarse.

Admitiendo que se había pasado ligeramente con el alcohol dejó el vaso sobre la mesilla para estirar sus brazos a lo ancho de la cama relajándose.

Algo que no le tardó demasiado tiempo cuando la puerta se abrió de golpe dejando paso a una pareja la cual se estaba comiendo la boca sin ningún disimulo.

No sé molestaron en mirar si estaba ocupada y se adentraron en el cuarto, por lo que él decidió salir prácticamente corriendo fuera de esta.

Soltó un pequeño bufido y comenzó a caminar escaleras abajo esquivando a todas las personas que se encontraban ahí hasta llegar a la puerta principal, donde un chico pelirrojo le impedía el paso.

-Perdona, ¿Podrías dejarme pasar?.-Murmuró tocando levemente el hombro de este.

-Oh, claro.

El chico se hizo a un lado dejándolo pasar y este caminó unos pasos más para sentarse en el borde de la acera, soltó un pequeño bufido harto de encontrarse en esa fiesta y sacó un paquete de tabaco de su bolso.

No estaba muy acostumbrado a fumar pero hacerlo en fiestas le relajaba lo suficiente como para poder soportar toda la multitud.

-¿Podrías darme uno?

El moreno guió su vista hacia arriba para encontrarse con el chico pelirrojo de la entrada el cuál se estaba sentando a su lado, asintió y estiró su mano junto con el paquete ofreciéndole.

-¿Cómo te llamas?.-Agarró un cigarro para ponerlo sobre sus labios y encenderlo.

-Tyler, ¿Y tú?

-Josh, Josh Dun.-Murmuró con una pequeña sonrisa en sus labios.- Las fiestas suelen ser agobiantes, sobre todo de este tipo, ¿Verdad?

El chico asintió dando una calada a su cigarro para soltar el humo restante tranquilamente.

-¿Eres de por aquí?

-No, soy de Ohio, pero mi primo vive a unas manzanas, ¿Y tú?

Este asintió jugando con el cigarro en su mano derecha.

-Te propongo algo, Tyler.

-¿Sí?.-El moreno giró su vista hacia el chico mordiendo levemente su labio inferior por la intriga.

-Vayamos a por algo de comida.

Este asintió levantándose de su sitio y tirando el cigarro al suelo para aplastarlo con la punta de su zapatilla hasta provocar que no saliera ni un poco de humo de este para mirar como el chico daba una última calada y lo lanzaba lejos de donde ellos se encontraban, al medio de la carretera exactamente.

Ambos caminaron por la acera hasta la parte trasera de la casa donde se encontraba en coche de josh, el cual al acercarse a su coche pulsó el botón de la llave abriéndolo para adentrarse en este junto con el moreno.

Glitter | joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora