PRÓLOGO

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Vamos, no es tan malo que te hayan regalado un celular último modelo. Taeil, cualquiera estaría feliz por eso — Decía Kun algo cansado de que su millonario amigo siguiera molesto por el regalo de cumpleaños que había recibido por parte de su padre.

— Tal vez para ti no, pero yo ya estoy arto, hubiera deseado que mi padre estuviese aquí celebrando conmigo esto, en vez de tener un pedazo de litio en mis manos. — Suspiró el mayor saliendo del la función de cine.

— Almenos si te regalaron algo, ¿Sabes lo horrible que es que a veces nisiquiera lo recuerden?. Me ha pasado una vez, créeme fue horrible... Vamos, todo saldrá bien — Lo abrazó Kun.

— Gracias... — respondió el más bajo recibiendo aquella muestra de afecto.

— Por cierto aquí está mi regalo — Dijo el de cabellos negros entregandole una caja bien adornada.

— ¿Qué es? — elevó su vista separándose para tomarla entre sus manos.

Vas a matarme... pero es otro celular, digo ahora que ya tienes como cincuenta puedes regalarlos o hacer caridad.. — reía Kun.

Ja, ja, ja... que gracioso Kun — se cruzó de brazos evitando la mirada del ajeno.

— Lo lamento, fue un chiste no es un celular, son audífonos hechos a tu medida, para que los uses en los cientos de celulares que tienes — Le sonrió al mayor con actitud — Me tengo que ir, es algo tarde y se supone que llegaría a casa temprano ¿No quieres que te lleve? — cuestionó antes de salir del cine en el que se encontraban y Taeil negó — Bien entonces ¡Feliz cumpleaños hyung! y adiós... —

Taeil se despidió agitando su mano con una sonrisa, viendo como Kun se alejaba en su auto y se dispuso a caminar hasta su enorme casa, por no decir que era una mansión.

Justo el día anterior, había dejado bien en claro que no quería que los chóferes de su padre lo acompañarán a algún lado o lo fueran a recojer en su cumpleaños y aunque había sido prepotente al decirlo, estaba arrepentido de haberlo hecho.

Afuera del cine no había ni una alma, no pasaban taxis y bueno era demaciado tarde, casi la una y media de la mañana.

Estaba asustado y aunque su casa no quedaba tan lejos, la sensación de oscuridad y peligro que le brindaban las solitarias calles lo tenían temblando.

No faltaba mucho para que llegará a casa, había estado caminado aproximadamente por veinte minutos ya y entonces decidió que para no sentirse tan solo usaría los audífonos que hace poco Kun le había regalado, los enchufo a su celular y puso una canción aleatoria, entonces, siguió caminando...

Menos de dos cuadras faltaban para llegar al "gran palacio" en el que vivía, aún así el camino parecía eterno.

Y aunque no había ni un alma rondando por ahí, tenía miedo.

De pronto escuchó un ruido, pisadas... algo o mejor dicho alguien estaba detrás de él. Sentía que alguien lo observaba. ¿Fantasmas? ¿Un ratero? no podía siquiera imaginar que era y salió corriendo más que asustado. Llegó a su hogar y tocó sin parar el botón del timbre electrónico, para avisarle que había llegado al guardia que resguardaba la gran reja que protegía su casa.

— ¡Rayos! ¡rayos!... — decía de manera desesperada y aún sin girar su cabeza siguió tocando.

— ¿Qui..quién es? — dijo un hombre de voz ronca al otro lado del contestador.

Soy Taeil. Abrame ahora porfavor — trató de decir más calmado y las rejas inmediatamente se abrieron, pasó corriendo por estas y al fin respiró aliviado cuando estás se cerraron.

Pero la sensación de terror se quedó en su cuerpo mientras aún cruzaba el enorme patio de su casa hasta llegar a la entrada de la mansión.

*****

Una vez en su cuarto, no pudo evitar pensar en lo que había pasado.

Moon Taeil era uno de los chicos más ricos del mundo y eso era gracias a todas las empresas y poderío que tenía su padre. Aún así él siempre fue sencillo y odiaba tener tanto dinero, por que gracias a ello su padre y única familia cercana que le quedaba, jamás estaba para él.

Eso había pasado exactamente el día anterior, el dia de su cumpleaños, en donde una vez más le habían regalado un celular último modelo y se la había paso el día entero con Kun, su único amigo y casi hermano. No podía negar que se la había pasado bien junto a la compañía del menor, pero él quería estar con su familia. Con su padre.

Y lo más aterrador para empezar aquel nuevo día, había sido eso. Que juraba haber sentido que alguien lo observaba y seguía cuando volvía a casa, y Taeil no estaba del todo equivocado.

_ ¡Hay papaya de Zelaya! No estaba segura de publicar esta historia pero weno aquí está el prólogo.

Y si, tú, la persona que está leendo esto, si es que alguien lo lee. Te pido que me dejes tu votito y comentes algo para que pueda seguir con esto. ¡PLEASE!

JAJAJA en fin me gusta esta couple y supongo que a ti también. Besos ❤️  _

--- Dalvixx10tion ---

[NCT] Mi Secuestrador Personal || JOHNIL - Johnny x TaeilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora