nunca espere hacer esto con una novela yaoi, pero esta realmente genial y aunque este tipo de novelas no sea mi estilo, no puedo negarme a un pedido de mi equipo (Luisaleyn), en fin esta interesante a novela. y recuerden pasarse por las novelas de los cap anteriores. bueno sin mas rodeas voy con : Pau-chan_fujitsu.
Historia : cielo estrellado, y sus extras.
Ojos lilas.
*Narra Haruka del presente*
Luego de haber terminado la terapia, me sentía totalmente destrozado y la verdad era, que no quiera hablar con nadie, el sonido de mi celular me saco de los pensamientos depresivos, me apresure a ver quien era.
- Hola Haruka, se que las sesiones han terminado, pero si tienes algún problema no dudes en venir
el ofrecimiento de Saray me venia como anillo al dedo, me apresure a vestirme y salí sin decir a donde iba. una ultima vez (o eso espero), me encontraba frente a aquella puerta, dirigí mi mira a aquel reloj de muñeca que me había regalado Darien por nuestro primer mes, abrí mis ojos como platos al darme cuenta que era la misma hora, en la cual acostumbraba ver las sesiones. mi mano temblaba sobre el picaporte, pero como pude lo gire y me adentre en aquella habitación que había escuchado mi historia. era como un deja vu, nada había cambiado, aquel diván seguía colocado en la misma posición, Saray ya se encontraba sentada en su sillón
- veo que recibiste mi mensaje- su voz serena se encontraba entrecortada por destellados de lastima. yo solo asentí, procedí a echarme sobre el diván.
- no es necesario que sea así, puedes hablarme en completa confianza, ya que en estos momentos prefiero ser tu amiga y no tu psicó- explicó ella mientras cruzaba sus piernas
- yo prefiero mantener el protocolo psicóloga-paciente- le interrumpí, ella solo asintió y nuevamente saco su bolígrafo
- en ese caso, comienza cuando quieras-
como ya me era costumbre, di un largo suspiro y comencé a desahogarme. en mitad de la charla, como un destello de luz recordé algo, que me paralizo por completo.
- ¿que sucede?- me pregunto la castaña, recogiendo su largo cabello en una cola
- no es nada, es que...- me detuve pensativo
- le he mentido- dije mientas miraba un punto fijo en el techo, examinando mis recuerdos
- ¿que quieres decir Haruka?- me pregunto enarcando una ceja
me levante un poco exaltado, apoyando mis manos en el diván para poder incorporarme -antes de conocer a Darien, ya había visto unos ojos color lila- mantuve mi mirada fija en su mueca confusa
-¿estas seguro de eso?, parecías muy convencido en que el había sido el primero-
fruncí un poco el ceño en señal de incredulidad -bueno, si quieres puedes explicarme quien era o fue el primero- di un largo pestañeo, intentando ignorar mi mala mirada. volví a recostarme en el diván eh intente recordar.
- creo haber tenido unos 9 años-
*Narra Haruka de nueve años*
Era fin de Semana y mi madre había planeado algo especial, después de desayunar, tomamos un autobús que se dirigía a las afueras de la ciudad, al llegar, había un prado hermoso, en el cual jugamos toda la tarde, en medio de los juegos y las risa, pude notar a dos personas sentadas en una colina cercana, me parecían algo extrañas, así que decidí acercarme a ver quienes eran. subí la colina por las espaldas de aquellas personas, ya que asi no se darian cuenta de que estaba allí. ya arriba, pude distinguir a una señora de unos cuarenta años, quien se encontraba con alguien completamente encapuchado.
- vamos hijo, por favor, mírame- su voz suplicante me hacia sentir triste
-no, todo es tu culpa- la voz de aquella persona, se asemejaba a la de un niño molesto
- vamos cariño, solo quítate la capucha, hazlo por mi- sus manos se juntaron a modo de ruego, y se giro hacia aquella persona de capucha gris
un leve suspiro hizo que aquella señora cambiase el semblante por completo- esta bien- la capucha fue removida, dando paso a un pelo rubio algo desordenado.
- pero que bonito- se me escapo una pequeña frase en voz baja, bueno no tan baja, ya que aquellas personas me oyeron y voltearon a verme. quede completamente impresionado, sin mencionar nervioso, ya que los ojos de aquellos individuos eran lilas. pude sentir como la sangre se acumulaba en mis mejillas, y sin pensarlo dos veces salí corriendo.
*Narra Haruka del presente*
- ese día mi madre tuvo una urgencia de trabajo y tuvimos que irnos, al final no pudo mostrarme lo que tenia preparado- le explique inexpresivo a Saray.
- eso quiere decir que...-fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose
- ¿se puede?-pregunto un joven echo un manojo de nervios, se encontraba temblando y con los brazos alrededor se su cuerpo, a modo de auto-abrazo.
- bueno, creo que sera todo por hoy, vuelve cuando quieras Haru- asentí levemente y me retire.
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este capitulo vendrá en dos partes, tal vez sea un fastidio pero creo que sera mejor, ya que si no se ara hiper largo. espero que te este gustando y si es así no olvides dejar tu voto y comentario chica Fujitsu. nos vemos en el final de tu capitulo.
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EL copiador
De TodoSin la intención de desprestigiar a nadie, solo con el deseo de crecer, llegamos ha ser capaces de cometer actos mal vistos, cosas que de verdad desprendería un torrente de furia, si fuéramos aquella persona a la que se le inflige la ofensa. Lastimo...