Día 10

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// Joost Vondel //Nuevo jefe, nuevas reglas. A pesar de que tiene un muy buen sentido del humor, Charlie Foreman es el sujeto más exigente que he conocido hasta ahora. Su padre nació en New York, así que de él heredó ese liberalismo que tanto resaltan los americanos. Sin embargo, su madre es suiza, con lo cual también adoptó ciertas costumbres relacionadas con la responsabilidad. Un hombre con esa extraña mezcla entre vivir la vida sin límites pero por otro lado poniendo restricciones solo se puede definir con una palabra: peculiar. No por nada los estudiantes que estaban a su cargo antes que nosotros se quejaban de que por solo llegar diez segundos atrasados, los castigaba haciéndolos quedarse toda la noche trabajando en el caso que tenía a cargo. Si volvían a llegar atrasado, simplemente los expulsaba del equipo. Sin lugar a dudas, es un hombre muy curioso. Aunque como buen hombre, tiene una debilidad: las mujeres. Con ellas siempre tiene trato especial. Si llegan esos mismos diez segundos tarde, él simplemente dice "no se preocupe señorita, solo asegúrese de que no se vuelva a repetir". En cierta forma, me da rabia que sea así, ya que el ayer me tuve que quedar toda la noche trabajando en el caso que teníamos con Sinise, y a Cassie que llegó igual de atrasada que yo, le dijo que no se preocupara, que yo iba a cumplir con su parte del castigo. Lo más triste fue que Cassie solo me miró y me dijo "un novio debe hacer sacrificios por su novia" y luego se río de mi sufrimiento. La odié por aquello. Menos mal que cuando llegué a mi casa a la mañana siguiente, me tenía preparado el desayuno y más encima, me mimó todo el día. Con eso, obviamente la perdoné, aunque espero no volver a llegar atrasado por culpa de mi querida polola nuevamente. No puedo creer que se eche casi una hora entre bañarse, maquillarse, arreglarse, por dios. Mujeres, para que las quiero.
Por suerte para mí, hoy Cassie no se demoró demasiado en hacerse todos sus retoques.–No quiero que te expulsen del caso mi amor, así que ahora me toca hacer un sacrificio por ti- me decía mientras me sonreía. Como amo su sonrisa.– ¡Awww!, que eres linda... te mereces un premio por eso-. Me acerqué y le di un beso apasionado. Parecía de película. Hace mucho tiempo que no la besaba.–Joost, mejor nos apuramos, no quiero que Foreman te expulse del grupo-. Parecía preocupada.–Sí, tienes razón. Además, quiero proponerle algo a nuestro nuevo jefe-.– ¿Qué cosa?-. Se veía confundida.–Lo sabrás cuando se lo diga, no seas tan curiosa-. Ella me miró feo, como siempre lo hace cuando no le quiero dar en el gusto.–Joost Vondel, dime ahora mismo si no, me enojaré contigo y créeme que soy capaz de hacerlo-. Honestamente, me gusta cuando se enoja, se ve más sexy aún de lo que es.–Ya, ya, tú ganas, te lo diré-. Cuando terminé de contárselo, pude notar que su cuerpo se estremeció. No era para menos después de todo lo que pasó la última vez.// Jillian Sinise //No podía creer lo que estaba pasando. Hace un mes, todo era perfecto en mi vida... todo... hasta que Jane se fue de mi lado. Desde que ella tomó el caso de la lucha libre, todo se fue al carajo. Ahora entiendo por qué Lynette la mandó tan lejos, para así tener vía libre y poder estar cerca de mí. Al principio pensé que solo era una relación estrictamente laboral, por eso fue que acepté ir a cenar con ella. Me dijo que quería saber todo lo que pasaba en el instituto. Yo le creí, hasta que comencé a darme cuenta esa noche de que sus intenciones eran otras. Traté de todas las formas de alejarme de ella, pero esa perra lamentablemente aparte de ser loca es muy inteligente y logró separarme de mi amada. No entiendo cuál es su obsesión conmigo... no entiendo por qué me pasó esto a mí. Lo peor de todo es que Jane parece haber dado vuelta la página y ahora tiene una relación con ese idiota de CM Punk. No quiero perderla, pero sé que no me escuchará si le intento hablar, ella es terca y no razona cuando está enojada. Lo mejor será olvidarme de ella... espero lograrlo.Salí de mi oficina camino hacia el baño de mujeres. Desde la explosión, el baño de hombres quedó totalmente sin uso, por lo cual, se optó por hacer una separación en el baño de mujeres para que ambos sexos pudieran ocuparlo. Honestamente, es bastante incomodo compartir el lugar, ya que tener que escuchar como las mujeres hablan mal de nosotros es simplemente molesto.
Al entrar, me di cuenta de que no había nadie, por lo cual sentí un gran alivio. Entré en uno de los cubículos y antes de hacer mis necesidades, me percaté si habían o no de esas pastillas-bomba que Joost astutamente descubrió el otro día. Por suerte no había nada, con lo cual me relajé y comencé a orinar. Cuando ya estaba por terminar, escuché que una mujer entró al baño. Hablaba por celular.–Sigo sin entender por qué odias tanto a Ristretto-. Era la voz de Lynette. ¿Con quién habla?, mencionó a Jane. Decidí quedarme lo más callado posible en el lugar para escuchar la conversación.–Ok, ok, seguiré haciendo lo que me pides, total, la paga está muy buena, al igual que el bombón de Jillian-. Ahora mencionó mi nombre. ¿Qué rayos trama esta mujer?.–Entiendo, no te preocupes, así se hará, yo me encargaré de mantener alejado a Jillian de Ristretto... sí... ok, cambio y fuera LA-2085-. Cortó.¿Así que Lynette quiere mantenerme lejos de Jane?... todo esto fue parte de un plan de alguien que sin lugar a dudas nos odia... Eva. Debo saber qué es lo que trama esta mujer... pero, ¿cómo?. No puedo intervenir el celular de Lynette, ya que usando la lógica, debe usar otro diferente para ese tipo de llamadas. Tampoco puedo poner gente para que le sigan sus pasos ya que yo mismo dejé el último caso y no tengo a nadie a mi disposición. Pedir alumnos para eso sería más que sospechoso. No... solo hay una forma de sacarle la información a Lynette... sé que es arriesgado y que se verá muy feo, pero todo será por el bien de Jane. Quizás nunca me perdone por lo que haré, pero al menos podré salvarla de las garras de esa sicopata de Eva.
Al oír que Lynette salió del baño, saqué mi celular y marqué su número.–Señorita Knight, quiero que pase a mi oficina en unos minutos más, necesito hablar algo con usted... es urgente-. Puse mi voz más seria posible, sé que eso la vuelve loca.–Entendido señor Sinise, iré enseguida-. Extraño, no suele decirme así cuando me habla.–Por favor, llámame mi Grey-. Hubo un par de segundos de silencio.–Veo que al fin empiezas a darte cuenta de lo que es bueno... entiendo mi Grey, iré para allá... espérame-. Eso último sonó muy lujurioso.Me siento un completo imbécil haciendo esto y sé que todos me odiarán, pero es necesario... te amo Jane y no dejaré que te pase algo malo. // Cassie Minogue //Para suerte de Joost, llegamos a muy buena hora. Es más, llegamos de los primeros a la oficina.–Te dije que llegaríamos a buena hora mi amor-.Estaba entusiasmada luego del miedo que me vino cuando Joost me contó lo que tenía en mente. No podía acobardarme, ya no soy una niña, soy una detective y probablemente los casos del futuro sean mucho más crueles y sádicos que el que vivimos anteriormente.–Estás un poco nervioso, ¿te ocurre algo mi vida?-. Joost parecía tener el corazón en la garganta.–Cassie, ¿te he dicho que Jane también quería que anduviera en moto con ella y yo nunca acepté?, bueno, ahora sabes el por qué-. Estaba pálido, pero en vez de darme pena, me dio risa.–Que eres alaraco, si íbamos súper lento-. Vi como Joost me ponía la misma cara que pone Jane cuando se enoja, lo cual me dio más risa.–Espero que Charlie llegue pronto, estoy ansiosa por contarle tu plan-.–Insisto que debiera ser yo el que le cuente... es mi idea-.–Sí, pero entiende que yo soy mujer, y yo tengo privilegios. A mí me escuchará y no dudará en darme el victo bueno- le dije orgullosa. A veces es bueno ser mujer.–Mmm, ok, ok, lo haremos a tu manera, pero lo tienes que convencer sí o sí, si no, hoy no duermes conmigo-. Me puse tensa, no esperaba que me dijera eso... ahora siento la presión.–Lo haré bien, en serio, no te preocupes-. Le sonreí, aunque por dentro estoy nerviosa. No quiero que se moleste conmigo... soy su sumisa.Cuando ya había pasado media hora, Charlie Foreman finalmente llegó. De verdad que llegamos temprano hoy.–Buenos días a todos-. Siempre sonaba serio dentro de la oficina, aunque en su tiempo libre siempre se le ve tirando la talla y sonriendo como si nada.–Espero que hoy puedan obtener alguna pista que lleve hacia el asesino de la casona-.Este es mi momento.–Señor Foreman, sabe, necesito hablar con usted y lo haré por parte de todo el equipo-. Al ver la cara de James que no entendía que pasaba, le hice una seña a Joost para que lo persuadiera.–Dígame señorita Minogue, soy todo oído para usted-. Me sonrió, aunque no era de esperar.–Quería proponerle que cambiemos este caso con el caso que se les asignó a los estudiantes del detective Jansen-. No dijo nada, solo se quedó mirándome unos segundos, luego habló.– ¿Quieren el caso del asesinato de Yon Sinead?, lamento decirles que no puedo aceptar tal cambio. No se les puede asignar un caso a los detectives que están emocionalmente comprometidos-. Joost parecía decepcionado, pero no me quise dar por vencido.–Señor, no creo que sepa lo que se siente perder a un amigo... créame, es un dolor que a pesar de que no lo demostramos, está ahí, en nuestro corazón, hiriéndonos cada vez que recordamos que la hija de puta que asesinó a Yon sigue por ahí como si nada-. Comencé a soltar unas lágrimas, pero no tenía pena, sino que rabia y frustración.–Por favor, déjenos tomar este caso. Sabe que necesita gente con experiencia y esos chicos aún están en su práctica. Además nosotros ya tenemos experiencia lidiando con esa zorra de Eva. Le prometo que no se arrepentirá. Además, Joost ya tiene muy avanzada la investigación. Fue él quien averiguó lo de las pastillas-bomba. Por favor, diga que sí, ¿sí?-. Para terminar, puse la cara de tierna que suele poner Jane en casos como estos.Nuevamente, Charlie se quedó callado, aunque esta vez, no miraba a nadie, solo tenía los ojos puestos en el suelo. Tardó mucho en responder.–Señorita Minogue... usted debiera postular para ser presidenta... al menos, yo votaría por usted. Tiene el don del convencimiento... solo le diré una cosa... haga valer la pena la decisión que acabo de tomar, confió en usted y en su equipo... tienen mi permiso-.Joost me miró al igual que James. Estaban eufóricos. Yo, por otro lado, no pude evitar lanzarme hacia Charlie para abrazarlo. Ambos me quedaron mirando, al igual que Foreman.–Lo siento mucho señor, no fue mi intención-.–Mi niña, no se preocupe, por mí, abráceme cuando quiera-.Por primera vez, se le veía sonreír dentro de una oficina junto con detectives más jóvenes que él.// Jane Ristretto //Hoy tengo el día libre, así que me levanté más tarde de lo normal. Aún tengo en la mente el beso que me dio Phil me dio en el ring. A pesar de que siento algo por él, no puedo quitarme de la cabeza a Jillian. Aún lo amo, a pesar de todo el mal que me ha hecho. Sigo pensando en él, lo sigo queriendo, pero a la vez lo odio con todo mí ser. Ya no sé qué hacer, pero tampoco quiero comenzar algo con Phil si no estoy segura de que es lo que siento por Sinise. No quiero hacerle ilusiones falsas a Brooks. Tendré que hablar con él. Decidí llamar a Oskar para que me llevara hacia la WWE. A pesar de no tener que ir, me da curiosidad el lugar.–Estaré ahí en media hora señorita Ristretto-. Es tan lindo, hace todo por mí, juro que cuando termine este caso, lo invitaré a mi casa y lo trataré como un rey.



Me terminé de bañar en muy poco tiempo. He aprendido a hacerla más corta después del incidente con Vince. Iba camino a mi cuarto cuando me di cuenta de los papeles del FBI que me habían llegado ayer. Soy muy desordenada, debería dejarlos en una carpeta junto con los demás archivos de este caso. Los resultados que arrojó la investigación del FBI mencionan que el sujeto llevaba un chip capaz de controlar a la persona que lo porta. Es un mecanismo que se adhiere al sistema nervioso y luego manda una señal directa al cerebro. El portador hace todo lo que dicen. Por todo el alboroto que se produjo, no vi que el hombre llevaba un manos libre inalámbrico en su oreja, pero luego los encargados del aseo dieron aviso a los del FBI, los cuales comprobaron que había huellas dactilares del sujeto. Sea como sea, no se pudieron encontrar rastros de la persona que implantó el chip en él. Aunque al menos, me voy acercando al fin a lo que vine: investigar el caso bomba.Llegué a las instalaciones de la WWE. Como siempre, se veían a los luchadores entrenando, otros practicando las secuencias que debían mostrar en el show. Vi como John Cena hacía su llave final, el ajuste de actitud, a su contrincante, Rusev. Es curioso ver que en el ring se odian, pero aquí luego de hacer la llave, comienzan a burlarse y a reírse el uno con el otro. A veces siento que se pierde la magia saber que los enemigos en verdad son grandes amigos.
Comencé a buscar a Phil, pero entre eso, vi que Paige iba adelante mío. Maldita zorra, me cae horrible, así que decidí dejar que se alejara. Lo que menos quiero es una rabieta de parte de esa cabeza hueca. Para sorpresa mía, vi que ella se dirigía hacia el camarín de Phil. Una parte de mí se puso muy celosa, pero decidí calmarme, total no siento algo tan fuerte por él para ponerme así. Al ver que ella entró, comencé a acercarme, pero justo antes de eso, sentí que alguien me ponía la mano en mi hombro. Actué por instinto y simplemente tomé su mano y le hice una llave. Lo que vi después era el cuerpo de CM Punk desparramado en el suelo.–Phil, lo siento mucho, no fue mi intención hacerte eso-. Él no dijo nada, solo me miró y sonrió.–Caray Vibeke, sí que eres una chica de armas a tomar... me das miedo-. Yo solo reí.–Te estaba buscando, necesito hablar contigo algo importante-.–Soy todo oído, ven, pasemos a mi camarín-.–Creo que no podremos hablar ahí, la señorita Bevis está esperándote ahí dentro-. Sentí por un momento que se ponía algo tenso. Quizás hay algo entre ellos.– ¿Están juntos cierto?-. No sabía que pensar, otro hombre que juega con mis sentimientos.–Vibeke, que tonterías dices, entre Paige y yo no hay nada. Ven, vamos a preguntarle por qué está dentro de mi camarín-.No quería ir, no le creía. Algo me decía que me estaba mintiendo, pero él simplemente me agarró de la mano y me llevó. Al entrar, vimos que Paige estaba de espaldas a nosotros.– ¡Saraya!-. Ella no contestaba. Parecía en trance. Phil volvió a hablarle.– ¡Saraya!, ¿qué te ocurre?-. Seguía sin contestar. Me acerqué a ella. Cuando le vi su rostro, me di cuenta de que tenía los ojos cerrados y que llevaba un manos libre en la oreja.– ¡Hazlo!- se escuchó decir del aparato.Todo ocurrió en un par de segundos. Paige, el cuchillo, sangre en mi estómago, CM Punk golpeando a Paige. Lo último que vi antes de desmayarme fue que Saraya tenía un chip en su cuello.

20 Razones para dejar de ser detectivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora