Amor Helado (Viktor y tu)

Volvemos a encontrarnos

Delante de mi estaba él, Viktor Nikiforov, el gran pentacampeón de patinaje sobre hielo y mi amigo de la adolescencia... Entonces caí en cuenta que el vivía en San Petersburgo y dudo mucho que halla venido a Japón de vacaciones...

Lyna: Viktor!? Que estás haciendo aquí!?

Viktor: Jaja, sigues siendo la misma. Nee, Lyna-chan?

Lyna: Ya te dije que dejaras de llamarme así pelo de plata!!

Viktor: Oi, deja de hablarme en español. No es divertido si no entiendo lo que dices Lyna-chan- dijo guiñándome un ojo.

Y pensar  que cuando lo conocí era realmente inocente y menos engreído...

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11 años antes...

En esos momentos yo era una niña de 13 años, la cual no sabia que hacer con su vida y tampoco tenia idea de porque había tomado aquella decisión. Me encontraba en el aeuropuerto, si otra vez, pero esta ocasión era distinta, había decidido tomar un intercambio a Rusia, concretamente en San Petersburgo y creo que esa fue una de las decisiones mas estúpidas que había hecho en la vida. Creo que elegí aquella decisión simplemente por aburrimiento y por salir de mi zona de confort, porque si no era por eso no me podía explicar nada. Bueno, sigamos con la historia ya que me estoy saliendo de todo. En aquel año Viktor ya era reconocido como un prodigio y tenia solamente 16 años, me sacaba 3 años de diferencia pero ese hecho nunca me importó, nunca le di mucha importancia al chico de pelo platino hasta que me dijeron que en el instituto que iba a ir por intercambio era también el instituto de Viktor. Me acuerdo de mi primer día como si fuera ayer...

Me encontraba sentada en uno de los pupitres totalmente intimidada por la mirada de algunos de los que iban a ser mis compañeros de clase, decidí distraerme ya que si no me iba a dar algo y empezaría a gritar cosas en español y era muy probable que nadie me iba a entender y pensarían que soy un bicho raro. Saqué un cuaderno y empecé a dibujar el paisaje nevado que se veía a través de la ventana. Unos minutos mas tarde escuché gritos de chicas en mi clase y deducí lo peor, con solo eso pude notar que en esa misma clase también estaba Viktor Nikiforov. En la primera semana que estuve allí no se percató de mi presencia hasta que...

Estaba saliendo de la ultima clase del día y me encontraba muy cansada, sin embargo no sabia porque ya que no había tenido deporte ese día y tampoco había corrido hacia ninguna parte. Mientras estaba pensando en los meses que todavía me quedaban en un desliz se me calló la carpeta que llevaba entre las manos y se esparcieron todos los papeles que eran solamente dibujos que había hecho mientras me aburría en clase. Me agaché para recoger los papeles cuando alguien también se había agachado para ayudarme, no le miré a la cara hasta que me levanté para darle las gracias.

Lyna: muchas gra...cias

era Viktor... Me extrañaba que estuviera aquí ya que yo suponía que todos los días tiene entrenamiento, pero al parecer no era así.

Viktor: me encantan tus dibujos, Lyna ¿cierto?

Lyna: em si...

Así es como empezamos a entablar una bonita amistad que lamentablemente no pudo ser para siempre. Siempre que estábamos en el instituto nos sentábamos juntos para poder hablar, el fue quien me enseñó a patinar y lo básico del patinaje artístico. A los 3 meses, una semana antes de volver a España decidí hablar con Viktor sobre que pasaría en adelante, ya que no sabia que iba a pasar.

Viktor: Lyna-chan de que me querías hablar?

Lyna: ajj Viktor, te he dicho que no me llames así!

Viktor: jaja, tranquila no es para tanto. De que querías hablar?

Lyna: pues... tu sabes que me voy la semana que viene, no?

Entonces hizo una mueca de sorpresa.

Viktor: que!? tan rápido!?

Lyna: ya han pasado 3 meses Viktor...

Viktor: vaya, parece que fue ayer cuando nos conocimos...

Lyna: jaja, si. Oye, prométeme que en algún futuro, si nos volvemos a ver, no me olvidarás vale?

Viktor: ni aunque me hubieras dicho eso no me habría olvidado de ti

Noté como mi rostro se sonrojó por un instante, entonces saqué una pequeña caja

Lyna: toma, es para ti- era una pulsera sencilla de tela morada, yo tenia una igual pero azul

Viktor: nunca me la quitaré, lo prometo. Puedes prometerme otra cosa mas?

Lyna: el que?

Viktor: la próxima vez que nos veamos me abrazarás, ok?

Lyna: jaja vale.

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Pensaba que no lo volvería a ver fuera de la televisión, pero allí estaba delante de mi con una sonrisa. Cuando lo volví a mirar se había subido la manga dejando ver la pulsera que le regalé aquel día 11 años atrás. Yo también me levante un poco la manga de mi camiseta dejando ver mi pulsera azul. El había cumplido su promesa.

Viktor: y el abrazo que me prometiste Lyna? No se te habrá olvidado no?

Entonces loca de felicidad patiné sobre la pista y salté hasta rodearlo con mis brazos. El no me había olvidado, siempre lo supe.