Yo sólo vine por la comida.

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Capítulo 5. Yo sólo vine por la comida.

— ¡Esto no es justo, papá! ¿Por qué a Julie si le compraste el DVD de Buscando a Dory y a mí no me compraste el videojuego que te vengo pidiendo desde hace tres meses? ¡Eso es preferencia!

Papá suspiró mientras que yo me reí, mirando a mi mellizo cruzarse de brazos con el ceño fruncido. Acabábamos de terminar un día de compras y ahora nos dirigíamos a casa, pero Haru no estaba tan contento como lo estoy yo porque nuestro padre se había negado por completo a comprarle aquel videojuego que tanto quería.

—Porque Julie ha demostrado estarse esforzando con sus notas mientras que de tu parte sólo he recibido quejas de la directora.   

Haru resopló, para seguidamente voltear a verme. Rindiéndose al darse cuenta de que había mucha razón en lo que papá acaba de decir.

—Bueno, ¿por lo menos me dejarás verla contigo? ¡Si me dices que no, te odiaré de por vida!—me advirtió, señalándome con un dedo.

Asentí, rodando los ojos. Entonces recordé que tenía que preguntar si podía ir a la fiesta de Sasuke. Le había dicho que sí iría, pero si no obtenía el permiso de mi padre obviamente no podía.

—Me han invitado a una fiesta, ¿puedo ir?

Papá me miró con curiosidad a través del retrovisor.

— ¿Una fiesta? ¿En dónde? ¿Cuándo? ¿Quiénes estarán ahí? ¿Habrá algún adulto presente? ¿Habrá bebidas alcohólicas?

Me removí incomoda al darme cuenta de que no tenía ninguna respuesta para sus preguntas. Sólo me habían invitado y ya, sin siquiera decirme más.

Pero mi mellizo al darse cuenta, me salvó.

—Sí, una fiesta.  En una casa de por ahí. Mañana en la noche. ¡Qué vamos a saber nosotros quiénes estarán ahí!, ¡no somos adivinos, papá! Y no, no habrá alcohol que yo sepa.

—No me gusta tu tono, Haru. Bájalo un poco—le regañó—. Y supongo que sí puedes ir, Julie. Sólo tienes que asegurarte de no llegar muy tarde, ¿o preferirías que te vaya a buscar?

Mis esperanzas se derrumbaron al escuchar su respuesta, esperaba un no. Realmente no tengo ganas de ir a esa bendita fiesta cuando puedo quedarme en casa viendo televisión y comiendo helado, pero de alguna manera el Uchiha había logrado que aceptara.

—Está bien si me vas a buscar—respondí tras haberlo pensado bien. No me gusta andar tan tarde en las calles, a pesar de que la delincuencia es mínima aquí.  

—No tienes nada de qué preocuparte. Yo también voy a ir y me aseguraré de que no le pase nada.

— ¿Tú también vas, Haru?—le pregunté incrédula. Si yo odiaba las fiestas, él las detestaba. Era extraño que quisiera asistir a alguna.

Recibí un asentimiento de su parte mientras que papá hizo una mueca.

—Eso sí que me preocupa.

Haru frunció el ceño.

— ¿Qué significa eso?

Papá cambió de tema rápidamente.

— ¿Quién quiere ir a comer sushi?

(…)

—No estoy segura de que esto sea una buena idea—repetí nuevamente con nerviosismo, abrazándome al brazo de mi mellizo. Estar rodeada de tanta gente era un poco inquietante.

Haru me miró y se encogió de hombros.

—Yo sólo vine por la comida.

Enarqué ambas cejas.

Los dos Uchiha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora