Los dos Uchiha.

Allí estaremos.

Capítulo 6. Allí estaremos.

La situación había cambiado radicalmente sin darme de cuenta, afirmo mientras miro con la boca abierta al chico que acaba autoproclamarse mi novio. Uchiha Sasuke, guau. Se ve increíblemente atractivo, pero eso es siempre realmente. Los Uchiha realmente tienen buenos genes.

Pero ese no es el punto.

Ahora tengo un novio, aparentemente real. Y se trata nada más y nada menos que de Sasuke.

Doble guau.

— ¿Tú?—Nos encontramos diciendo al mismo tiempo Rito y yo, mirando incrédulas a éste. Por suerte, ésta parece no haberme escuchado. Pero no entiendo por qué él me ayuda, ¡ni siquiera entiendo qué hago aquí!

—Sí. Yo—dijo con firmeza. Sus brazos cómodamente sobre mis hombros de manera protectora. Su pecho roza con mi brazo. Nunca había estado tan cerca de un chico. Mis mejillas enrojecen furiosamente—. ¿Y tú quién demonios eres? No recuerdo haberte invitado.

Rita pareció desconcertada. Podía entenderlo, ¡ella es la novia de su hermano! ¿Cómo puede no saber quién es? Además, está el hecho de que ella no parece superar, igual que yo, que Sasuke sea mi novio. Nos analiza mientras nos mira a cada uno, esperando descubrir la verdad. Me muevo nerviosamente, pero solo un poco ya que mis hombros están dominados firmemente por un brazo.

— ¿No te acuerdas de mí?—Frunció el ceño. Conociéndola, debe estar molesta por no ser recordada por primera vez.

Levanto mi vista hacia Sasuke. A pesar de que soy alta, él lo sigue siendo aún más. Éste enarca una ceja.

—No me interesa recordar personas como tú—le contesta, provocando que ella se sorprendiera. Es la primera vez que escucho a alguien tratar así a Rito. No me hace sentir mal porque se lo merece—. Julie, vamos a dentro.

Él no espera ni siquiera que yo responda. Su mano se posa en mi codo y me jala, dirigiéndonos al interior de la hermosa casa. Y de repente soy consciente de que todos nos están viendo, algunos de manera disimulada y otros no tanto. Mis mejillas arden aun más por tanta atención, solo quiero esconderme. Intento buscar a mi hermano entre la multitud y finalmente lo encuentro. Está mirándonos con la boca abierta y con un plato lleno de comida en su mano. Lo pierdo de vista cuando entramos. Rápidamente soy dirigida al interior de una habitación. Una muy limpia y ordenada, de tonos oscuros.

Me siento en la silla del escritorio, todavía sorprendida.

— ¿Por qué dijiste eso? Ahora todos piensan que somos novios. —A este punto debo lucir como un tomate. Mis dedos juegan nerviosamente con el bordadillo de mi camisa. Su mirada fija me hace sentir incomoda.

Sasuke se recuesta de la puerta, cruzándose de brazos.

—Sentí lastima, supongo. Te veías bastante desesperada, así que dije por qué no. Siempre se puede pedir algo a cambio. —Sonrió de medio lado lentamente, inquietándome un poco.

— ¿Algo cambio?—Repetí. Supongo que era muy obvio, alguien como él no haría ese tipo de cosas sin esperar algo, ¿pero qué?

Él se acerca y se inclina hacia mí. Sus brazos me enjaulan en la silla. Su rostro está tan cerca que puedo sentir su aliento. Nuestras miradas se sostienen.   

—Sí, ¿qué me darás?

Mis labios se sienten secos y agrietados, así que los relamo. Eso provoca que su atención se desvíe hacia ellos. La atmosfera parece cambiar, extrañamente. Mi corazón martillea fuertemente contra mi pecho.

—Yo… No lo sé. —Estoy sin palabras. Siento que su rostro se acerca más. ¿Va a besarme acaso?—. ¿Qué quieres?

Y de repente están tocando la puerta, sobresaltándonos. Sasuke se aleja con rapidez de mí y la persona del otro lado entra sonriente, sin esperar respuesta. Es un chico de cabellos rubios y ojos azules. Se trata de Uzumaki Naruto, el mejor amigo del Uchiha.