El Sello de una Noche: Vida o Muerte!

Sexta Parte: William y Alfred

"Hay hombres que parecen tener sólo una idea y es una lástima que sea equivocada." Charles Dickens.

Las palabras de Rose me estuvieron dando vueltas en la cabeza. Creí que me torturaría la idea de que Charles estuviera jugando conmigo pero, no es así. Al contrario, estoy jugando yo con él?

Sé perfectamente que él corre más riesgo estando conmigo que yo con él. Hasta el momento no hemos roto ningún tratado y las cosas están en calma. Aún así, llegará el momento en que todo evolucione y las cosas cambiarán. Podríamos sobrevivir los dos a esto? Sobrevivirá alguno? O ninguno? Y quién quiero yo que sobreviva? Charles? Charles antes que yo?

Regresé a casa y subí directo a mi habitación. Entrar a esta hermosa habitación siempre saca una gran sonrisa en mi rostro: tengo todo lo que quisiera, pareciera que Charles se preocupó por ocuparla con todo lo que le he ido mencionando que me gusta. Cama con sábanas de terciopelo blanco, grandes ventanas con vista al río Támesis, libreras, armario espacioso, joyeros, un baño muy bien equipado con una tina preciosa.

Entré al baño y saqué el vestido que había comprado. Noto como Charles despertó en mí una faceta bastante sensual que me podría hacer hasta irreconocible. Solía vestir bastante conservadora pero, ahora solo pienso en la poca ropa que quiero llevar puesta para que Charles la quite rápidamente.

Decido darme una ducha y al quitarme la blusa veo mis alas en la espalda. Un tatuaje me dijo Rose. Hoy por primera vez dejaré que alguien más me las vea a parte de Charles y Rose. Ni mi familia me había visto esto. No podían. Nadie debería verlas. Qué forma de tirar mi sello al suelo, es que no puedo evitar sentirme totalmente segura a la par de Charles. No le temo a nada ni a nadie, solo le temo a que este tiempo termine pronto. Tocan a la puerta.

- Clarisse, puedo pasar?- es la primera vez que Charles se dirige a mí por mi nombre.

- Sí, adelante, un momento ya salgo del baño-. pero Charles ya estaba atrás de mí pasando sus dedos por mis alas en la espalda. Su contacto me vuelve a despertar del ensueño en que estaba entrando. Me volteo y sin decir nada sabíamos los dos que lo que queríamos era devorarnos nuevamente.

- Me encantaría tomarte en este preciso momento pero, vine a avisarte que William y Alfred ya están aquí-.

-Charles, no sé si quiero hacer esto?-

-No llevas tu sello, pero dudo mucho que ellos se hayan percatado de lo que eres aún, no tienen tan desarrollada esa habilidad, aún estás a tiempo de ocultarte-.

- De acuerdo, sí quiero ocultarme. Entonces, creo que no podré usar el vestido que compré para hoy- le digo mientras veo el vestido y me dirijo a él para guardarlo.

-Si por mí fuera no tendrías porqué usar ropa- me dice con una sonrisa pícara. – pero Rose me contó sobre tu vestido así que decidí traerte otro, no me gusta que alguien más pueda verte así, podrían desearte y hasta sobrepasarse y dudo mucho que yo pueda perdonar al que lo haga.-

-Sabes, Rose me dijo que no está segura de lo que sientes por mí, que en cualquier momento me abandonarás.-

-Mi pequeño ángel, sí te abandonaré. El día que te liberes por completo de tu sello y te unas a mí, seguramente acabarán conmigo porque jamás permitiría que te hicieran algo a ti, así que no te preocupes por nada más que no sea ese momento.-

-Charles, sigo teniendo las mismas fuerzas para proteger mi sello, pero cuando estoy contigo no lo controlo. Solo debemos tener cuidado de no romper ningún tratado, de acuerdo?-

-Me estás pidiendo de esa forma que no intente beber tu sangre?-

-Sí-

-Me ayudarás a controlarme si lo intento?-