Parte V

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-¡Joder! No tengo idea de que ponerme.- Maldecía Delphine mientras observaba la totalidad del contenido de su armario, sobre su cama. Se había probado ya dos vestidos, pero ninguno había llegado a convencerle. Caminaba por la habitación tratando de pensar en que le iría mejor cuando su teléfono comenzó a sonar.

-Hola cariño. ¿Cómo estas? ¿Qué estas haciendo?- La voz de su novia hizo eco en la habitación antes de que la rubia respondiera.

-Em, estoy bien. Un poco frustrada no logro encontrar un vestido adecuado. Saldré con los chicos de la Universidad. ¿Tu?-

-¿Saldrás? ¿No pensabas decírmelo?- Reprochó Emma y Delphine suspiró mientras un mar de recuerdos inundaba su mente. Recordó la razón de las repetidas discusiones antes de que Emma se fuera, y lo cansada que estaba de aquellos reclamos innecesarios.

-Em, me invitaron hoy, iremos casi todos. ¿Cuál es el problema? Tú sales todo el tiempo, yo no estoy reprochando, pero tampoco tu lo hagas.- Delphine deseó no haber recibido aquella llamada porque sus ánimos habían decaído automáticamente.

-Como tu lo desees cariño. También saldré.- Y con aquéllas palabras la llamada estaba finalizada.

La rubia suspiró y cerró con fuerza sus ojos por un momento. Emma no arruinaria su buen humor, no se lo merecía, en la última semana habían hablado aún menos que en la anterior, para Delphine aquéllo ya ni se podía definir como una relación.

Cuando por fin encontró un vestido acorde, comenzó a maquillarse levemente como solía hacerlo, pero fue interrumpida por el sonido de su teléfono, pero esta vez era un mensaje. Estaba casi segura de que sería Emma, continuando la discusión, pero se sorprendió al leer en la pantalla que en cambio era un mensaje de Cosima.

~Hey, soy Cosima. Soborne a Scott para obtener tu número, espero no te moleste. Ya estoy aquí! Ven pronto.~

La rubia sonrió inconsientemente y respondió.

~No hay problema por lo del soborno, no diré nada. No tardo en llegar, me alegra que hayas encontrado el Bar.~

Delphine dejó el teléfono y continuó con su maquillaje y por último su cabello.

Al parecer la guía que le había dado a Cosima para que llegara al Bar, habia funcionado bien. Mientras tomaba su abrigo los nervios se apoderaron de ella, no entendía la razón, o la entendía pero no quería aceptarla. ¿Y si Scott tenía razón y la morena se fijaba más de lo normal en ella? No lo creía, pero lo que si sabía es que ella no podía quitarle los ojos de encima a la morena. 

||Hola, me gustaría saber si alguien llegó a leer la historia, y de tener algún comentario, por favor haganmelo saber. 🌊

-Tú. (Cophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora