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5. A lo mejor le gusto

Estoy sentada en medio de dos hombres que hablan animadamente sobre los libros de un tal John Green, el modelo más joven, defiende al escritor con buenos argumentos, mientras que el hombre del bigote blanco empieza a sentir un poco de respeto por lo su adversario.

-Si, pero "Buscando a Alaska" sigue sin ser su mejor libro.

-¿Y cual sugerirías tu que es su mejor libro, Tyler?- el se queda pensativo.

-"Bajo la misma estrella"- mi abuelo resopla irónico.

-Eso es lo que todos...

-¿Podemos cambiar de tema?- pregunto abrumada. Ellos se miran con algo de rivalidad, de la buena, claro.

-Claro- dicen ambos, justo cuando llegan los helados, comemos en silencio, y al acabar, mi abuelo me susurra que si quiero el puede ir avanzando a la casa, le digo que está bien, y nos deja solos. Caminamos por el parque charlando de cosas sin importancia, hasta que nos sentamos en una banca, y el suspira.

-Perdón por esto, creo que querías pasar algo de tiempo con tu abuelo ¿no?- encojo mis hombros.

-No te preocupes, los veo todos los días, a ti solo tres por semana- se muerde las mejillas, y de nuevo un tono rojo avanza por sus mejillas- en serio, me tendrás que empezar a pagar una libra por cada vez que te sonrojas,- ríe mirando sus pies.

-No estoy acostumbrado a los cumplidos- asiento lentamente.

-Fue una buena coincidencia encontrarnos en la biblioteca, por cierto, ¿Que hacías allí?

-Ya te lo dije, reserve un libro eh iba a pagarlo.

-Entiendo- silencio.

-Caroline, ¿no?- palideci.

-Si, es que, no me gusta ese nombre, es por eso que siempre digo que me llamo Skipper.

-Claro, ¿y como quieres que te llame yo?- me lo pienso unos instantes.

-Skipper está bien- le sonrió. Unos minutos de silencio.

-Nunca me diste tu número- dice despreocupado.

-Tu tampoco me diste el tuyo- el ríe, y saca un papel y un lapicero del bolsillo de su chaqueta, garabatea un número y me lo da, lo guardo con cuidado en el mi bolso y respiro el aire fresco del parque levantando mi cabeza hacia el cielo.

-¿Cual es tu color favorito?- pregunta de la nada, sin cambiar de posición, respondo.

-Dorado, ¿y el tuyo?

-Rojo.

-Ese color es bonito.

-Si, la verdad es que cambio de color favorito cada verano, fruncí el ceño y lo mire.

-¿Porque?- se toma su tiempo para responder, se le achinan los ojos por culpa del sol, y su cabello dorado brilla con la luz, se ve muy tierno así.

-No lo sé, este verano es el rojo, el anterior fue el azul, y el anterior a ese el violeta, y el anterior verde, y el anterior naranja, y así y así.

-¿Y de que depende tus cambios?

-Tal vez te lo diga otro día, ya debo irme, debía estar en casa a las 4, ni siquiera me da tiempo para recoger el libro que reserve,- soltó una risa-nos vemos, llámame si puedes- y se va sin más, unos minutos después yo también me pare para volver a casa, pero antes pase por L&R, y mi conversación con el dependiente fue algo así.

-Buenas tardes, quería saber si podría enseñarme la reservación de Tyler Pemberton, soy su amiga.

El chico levantó sus pequeños ojos del libro que reposaba abierto en su regazo algo fastidiado.