Capítulo 3

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<<¡DIOS MIO TENGO UN DRAGÓN EN LA HABITACIÓN!>> grito por la milésima vez.

No me lo puedo creer. He siempre leído muchos libros sobre dragones y ninguno acababa bien.
Que hago yo con un dragón? Y, cosa más importante, desde cuándo existen los dragones?
Tengo muchas preguntas que bailan en mi mente.

<<Uh, Harley, ¡cálmate! ¿Qué tengo que hacer? Mmmhhh... ¡El nombre! ¿Te gusta Linnaeus?>> pregunto estúpidamente. No puedo hacer nada más, ¿porqué no darle un nombre?

El pequeño dragón gira la cabeza, casi como en signo negativo, sorprendiéndome.

<<¿Saphira?>> pregunto dubitativa.

Este nombre tendría que gustarle. Es mi favorito. Lo he leído en el libro de "Eragon".
El dragón parece que niega otra vez. Al parecer puede entenderme, parece muy inteligente.

<<Pues... ¿Eres una chica?>> Pregunto lentamente, intentando hacerme entender.

El dragón niega de nuevo.

<<¡Pues claro! ¡Te sirve un nombre de chico! Que te parece... ¿Norberto? Oh, ¡si! ¡Ya lo tengo! ¡Lunus!>>

El dragón empieza a producir sonidos muy raros, casi parecen unos pequeños ladridos. Me parece feliz... Creo.

<<¡Desde ahora te llamarás Lunus! ¿Y ahora?>> No sé que hacer. Sigo estando en shock.
Desde donde empiezo? Cómo? Porqué?

El dragón gime.

<<Tendrás hambre, ¿no?>> Digo y me acerco lentamente para observarle mejor <<Te voy a traer comida, espera.>>

Me voy a la cocina, abro la nevera pero solo hay fruta. Un dragón no come fruta, ¿no? Abro los cajones pero no hay nada. Finalmente encuentro un poco de carne. Vuelvo a mi habitación.

<¿Lunus? ¿Lunus?>>

Me giro y veo un movimiento en mi armario de juguetes. Las puertas están ligeramente abiertas y antes estaban cerradas. ¿Que hace ese dragón allí?

<<¡Lunus! ¿Qué haces en el armario?>> Estoy cada vez más confundida. Acaba de salir del huevo, me parece improbable que haya podido moverse hasta el armario.

Abro el mueble y sale un dragón. Su color negro parece el color de la noche. No es Lunus.
Ese ser carece de piel, es un esqueleto. Tiene ojos rojos y unos dientes muy afilados salen de su boca.

Grito. Grito como si no hubiese un mañana. Todo el aire sale de mis pulmones de repente, mi vista se nubla.

De repente veo Lunus acercarse y salta encima al dragón esqueleto. Le muerde en todas partes: cabeza, patas, cola.
Los dientes de mi dragón ganan a los dientes de esa criatura oscura.
Por fin caen al suelo unos huesos sin vida.

<<¿Qué era eso? ¿Que pasa? ¿Cómo entró en mi habitación?>> Grito mientras tiemblo de miedo.

Me siento en mi cama para no desmayarme. Lunus se acerca a mí y me mira, casi como con intento de tranquilizarme.
Acerco mi mano al dragón, tengo la sensación de que tengo que hacerlo. Por fin, lo acaricio. Una descarga eléctrica pasa desde mi mano hasta su pequeño cuerpo, una especie de conexión nos conecta de repente. Siento una especie de flujo de energía entre nosotros.

<<De nada Harley>> una nueva voz suena en mi mente.

Me miro alrededor. No parecía la voz del árbol, tampoco la de mi padre. Ahora me doy cuenta de que solo habló en mi mente.

<<¿Quién eres?>> Ahora me estoy asustando en serio. Oigo voces.
<<Soy yo, Lunus.>>

Me giro y lo miro. No puede ser.

<<¿Tu puedes hablar?>> pregunto, sorprendida.
<<Si.>>
<<¿Qué está pasando? Primero sales de esa piedra preciosa, luego me atacan y ahora puedes hablar. ¿Que era esa cosa?>>
<<Tranquila. Ese era un dragón tenebroso. Te atacarán casi siempre.>>

¿Dragón tenebroso?

<<¿Porqué a mi?>> Mi voz tiembla al preguntar esa frase.

Y, entonces, llegó la respuesta, la frase que me cambiará la vida para siempre.

<<Harley, tú eres la elegida. Tú eres nuestra princesa....>>

la Princesa de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora