Capítulo 22

2.7K 244 7
                                    

<<¿Vienes a pasear conmigo?>>
<<Vale. ¿Segura que no molesto?>> me pregunta con cara preocupada.
<<No>> le respondo
<<¿Yo también vengo?>> pregunta el pequeño Willy.
<<¡Claro!>> le digo sonriendo.
<<¡Si queréis comer algo conozco un sito perfecto!>> dice de repente Margarita.
<<Seguidme>> dice sonriendo.

Llegamos a un sitio que parece el puerto del pueblo.
Margarita nos lleva hasta unas escaleras muy, muy grandes. Son azules y bajan hasta el fondo del mar. Hay una cúpula de cristal que hace que el mar no entre.
Bajando, se pueden ver peces que nunca he visto, pulpos que parecen que llevan purpurina...

<<¡Es fantástico este sitio!>>
<<Es mi lugar favorito. ¡Hay también comida súper buena! Zumo, tarta de chocolate...>>
<<¡Chocolate!>> dice Willy saltando alrededor nuestro.

Ya hemos llegado. Es tan... ¡WoW!
Hay sillas y mesas de cristales, lámparas de un azul claro, y todo bajo una cúpula gigante de cristal. Estamos muy en fondo al mar. Es precioso.

<<Es... ¡Fantástico! ¡Nunca en mi vida he visto algo así!>> digo, impaciente de probar la comida.

Nos dirigimos un poco más hacia el centro.

<<¿Comemos algo?>> pregunta mi nueva amiga.
<<Tarta>> dice el pequeño Willy.
<<¿Chocolate? ¿Fresa? ¿Manzana?>> pregunta.
<<¡Yo me pido chocolate!>> digo entusiasta.
<<¡Y yo!>> dice el mientras salta.

Margarita nos mira con una cara divertida.
Nos sentamos en la mesa del centro. Muevo la cabeza apara observar este sitio. En vez que camareros hay robots.

<<¿Que deseáis tomar?>> dice uno acercándose a nosotros.

Su voz da miedo.

<<Dos tartas de chocolate y una de fresa>> dice Margarita.

El robot se va.
Esperamos por cinco minutos largos, silenciosos y incómodos. Fui yo la primera que rompió el silencio.

<<Bueno... ¿Desde cuánto tiempo estáis aquí?>> pregunto mientras juego con mi pelo.
<<Yo estoy aquí desde dos años. Nos mudamos aquí porqué mis padres son muy ecológicos y, como ves, aquí no hay coches y se recicla un montón>> me explica amiga.

No sabía que había gente tan obsesionada con el reciclaje hasta el punto de mudarse en otra ciudad.

<<Vuestros pedidos, señores>>.

la Princesa de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora