California.

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Al parecer a la vida le gusta llevarme la contraria.

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Viajar a Venecia para despejarme y realizar un encargo de mi padre. Solamente una semana a lo mucho y estaría de vuelta a mi cabaña en el campamento mestizo con camas que parecían ataúdes y con paredes más oscuras que mis pensamientos.

Se suponía que sería así, pero no. Simple y sencillamente las cosas no salieron como quería y esperaba que lo hicieran.

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Mi idea era usar viaje sombra de aquí a Venecia de una sola vez y descansar lo necesario para cuando ocupara mis poderes. Por si las emergencias. Pero a última hora por falta de energía o fuerza me falló la trayectoria. Me desvié al último lugar que hubiera imaginado.

Terminé en California.

Por un momento me plantee seguir con mi rumbo sin importar que tan cansado pudiera acabar. Pero a este punto me sentía demasiado cansado para hacerlo así que me rendí y me quedé. Solo para recobrar energías.

Y la cosa con California era que su clima era soleado casi todo el tiempo y para viajar por sombras necesitaba oscuridad. La suficiente para refugiarme. Así que, al dar un par de vueltas para encontrar el lugar ideal para descansar y viajar, fue que me di cuenta de que estaba cerca de la playa de santa Mónica.

Tal parece que en ocasiones me veía en los lugares que menos quería pero que de alguna forma necesitaba. Al menos mi subconsciente me lo decía.

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-A veces desearía que estuviéramos en la playa, ¿sabes? -me dijo Will un día en los que estando de buen humor accedía a darle de mi ayuda.

-Estamos cerca de una. Sola da un par de pasos solecito-le recordé señalándole el camino.

-Lo sé. Pero hablo de una playa en todo regla. Sol en medio del cielo, mar hasta donde alcanza la vista, gente nadando y jugando dentro y fuera de ella con vendedores por todo el lugar. Como si estuviéramos de vacaciones-sonrió mas nostálgico y feliz que algunas veces.

Por lo que sabía él era cómicamente un hijo del dios de sol nacido en California.

No pensé que además de sonreír amara el sol.

Era un poco raro. Pero yo tampoco podía decirme alguien normal.

-California-murmuré sin darme cuenta que lo dije en voz alta, hasta que el volteó a verme.

- ¿Que? -

-Tu eres de California. Hablas de ese tipo de playas-adiviné manteniéndole la mirada.

-Sí, lo soy y de ese tipo de playa hablo. Tal vez sea demasiado cliché o clásico pero me encantaba estar ahí todo el tiempo durante el verano o la escuela. Más porque está cerca de mi casa así que era todo el tiempo-

-Es solo arena y agua. No sé porque te emocionas tanto. Un poco más y creería que tienes una obsesión con el sol como Percy con el agua-bromeo viéndolo sonrojarse un poco. Me alegraba saber que no solo yo lo hacía.

¿Pero que me pasaba?

-Chistoso. Pero no solo es arena y agua. Es lo que me recuerda-

- ¿Y qué es eso? -

Momentos. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora