6

66 4 56
                                    

Ojalá fueras el sol...♦

Sol Bennet.

Miré incrédula a mi amiga ¿¡habia pasado la noche con alguien que conoció el mismo día!? Eso era inaceptable. A ver, ¿que pasaría si yo me fuera con Cameron?

–Sol, no es lo que parece, de verdad– inquirió divertida, eso me tranquilizo.

–Explicame, nuestras madres ni están, así que sientete libre de contarme todo– chillé emocionada.

Ella empezó a platicarme desde que caminaron del lago hacia la casa que le gustó el otro dia, hasta que despertó aquí. Entonces, llamaron a la puerta y bajé corriendo para recibir. Salte los últimos dos escalones y pase mis dedos por mi pijama y mi cabello.

Desee no haber abierto esa puerta.

–Hola, tú– me saludo la hostil voz de Delicia acompañada de la risa de zorra de Patricia.

–Hola, bonita – la dulce voz de Cameron surcó mis oídos, yo solo lo miré unos segundos.

Madre misericordiosa, tenme piedad ahora.

Estaba guapísimo. Yo estaba en pijama.

Grité agudamente y corrí a la habitación, Ámbar estaba abajo atendiendolos. Yo no sabia que demonios hacían esas bestias y el lindo Cameron en nuestra casa a las 8:00am, acaso ¿era ritual de Wolve's Eye?

Escogí entre mis cosas una sudadera gris, unas mayas para hacer yoga negras y unas zapatillas deportivas grises, cepille mi cabello a la velocidad de la luz para salir campa te, como si no hubiera pasado nada.
Cameron, las zorras y Ámbar estaban sentados en la sala con vasos de jugo de manzana.

–Lo siento chicos, he vuelto– reí tontamente.
Cameron se puso de pie y me abrazo.

Dios sus brazos.

(N.A. estoy gritando mentalmente)

–En realidad venia a ver si quieres salir a pasear al bosque conmigo– explicó riendo y bajo su mirada, sonrojándose.

–¡A guarda, conmigo también!– grito Patricia.

Ewj.

Em, no– rió Cameron con sarcasmo y me uní a el. –Hay que irnos antes de que se nos pegue esta niña.

–¡Oh Cameron! Tu bien sabes que no soy una niña– ronroneo Patricia, mientras paso sus manos por debajo de sus axilas para acariciarle el pecho.

Maldita estúpida.

Estaba empezando a enojarme.

–Vámonos, Cam– Brame tomando sus manos –Tú, Ámbar y yo.

–¡Olvidalo Bennet, no haré mal tercio!– rió mi amiga. Suele llamarme por mi apellido cuando digo "estupideces".

Cameron me jalo hasta afuera de la casa, empezamos a caminar hacia el bosque. El día estaba cálido y soleado, una brisa mañanera acariciaba mi rostro y jugaba con mi melena anaranjada y los castaños cabellos del morocho. Y el, Dios; era guapísimo, tenia los ojos entrecerrados y el ceño fruncido por el sol, tenia sus manos en los bolsillos de su pantalón, la mirada fija en el suelo con una pequeña sonrisa. Sus mejillas estaban sonrojadas, dándole un toque tierno.

–Deja de verme, Bennet– escupió cubriendo su rostro con sus grandes manos. –me sonrojas.

Solté una carcajada. –¿ahora me dices por mi apellido, Dallas?– adquirí arqueando una ceja.

–Debo admitir que le da un toque de formalidad al asunto– carcajeó dulcemente. –Ojala fueras el sol, Bennet– susurro cuando estabamos dentro del bosque.

–¿Porqué?– frunci el ceño.

–Porque así tendría otra excusa para encandilarme con tus bellos ojos– murmuró mientras tomó mi mentón entre sus manos.

–C-cameron, yo... no s-se que...– comenzé a titubear, pero el puso su índice en mis labios.

–Shh, Sol, detente no necesitas decir nada– sonrió soltando mi rostro para tomar tomar mi pequeña mano entre la suya. –Ahora ven, te tengo una sorpresa.

El capitulo es muy corto, pero le da paso al siguiente.

Enya e Ivy-comenutella gracias por sus divertidos comentarios, las amo💜

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 10, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Wild Life  |Manu Ríos|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora