Prologo

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La anfibia

Prologo

Soy un hombre del montón, no destaco en nada ni para bien ni para mal y si en algo destacara; destacaría en ser buena persona. Algo que hoy en día no se valora porque no da de comer, vale más ser mala persona y tener de todo, que buena persona y pasar hambre.

No es que a mí me falte el trabajo o que sea un vago que no quiera trabajar, simplemente nunca tuve opciones de estudiar y mi trabajo, además de duro...No se cobra muy bien, se cobra lo suficiente como para vivir. Vivo con mis padres para ahorrar, aunque la búsqueda del amor me está saliendo más cara de la cuenta.

He buscado el amor en toda la provincia en donde vivo, conozco a las chicas que están dispuestas a viajar; incluso conozco a la mayoría de chicas del país, pero nada. Ninguna está dispuesta a casarse conmigo y tener hijos, todas quieren un príncipe azul con castillo; pero eso es algo que no puedo tener ni contra lo que puedo competir.

Mis padres estaban casados con veinte años y a los veintidós ya venía en camino mi hermano mayor. El se caso a los veintitrés, mi hermana menor a los veintiséis, pero empiezo a desesperarme tengo treinta años y nada, ni rastro de una princesa que quiera vivir con este, su príncipe sin castillo.

Trabajo diariamente de lunes a sábado, las doce horas reglamentarias y luego voy a todas las fiestas que puedo los sábados por la noche, para conocer mujeres, incluso hago lo que nadie más hace; arriesgarme a acercarme a mujeres en grupo, toda una locura...Todos saben que las mujeres en grupo se defienden así mismas y despellejan vivo a cualquier hombre que se atreva a intentar algo. Pues por increíble que parezca, también lo hago; pero con terribles resultados. En las últimas fiestas creía haberlo conseguido, pero todas me dieron información falsa. Así que vuelvo al mismo punto de partida; cero.

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