Capítulo 1

22 0 1
                                    

-Y esto es todo por hoy. Démosle un fuertísimo aplauso a Dan Brown.- dijo el presentador del programa que estaban dando en la televisión.  En el plató de "1000 Estrellas de Hollywood" saludaba a sus fans con la mano y una sonrisa perfecta en la cara un chico de ojos verdes y piel poco bronceada que cada vez que movía la cabeza su perfecto y sedoso pelo rubio peinado como si se acabase de levantar lanzaba reflejos dorados. Pegada frente al televisor con los ojos muy abiertos estaba una chica rubia de piel pálida y unos ojos castaños que absorbían cada movimiento del muchacho que se marchaba del plató, sin dejar de sonreír, por una puerta a un lateral.

-Mañana tendremos como invitado a Dem...- la voz del presentador calló cuando la chica pulsó un botón del mando a distancia y la pantalla se quedó en negro. Salió de la gran sala de estar a tientas, palpando las paredes y los muebles, todo estaba oscuro. Cuando sus pies chocaron contra el primer escalón de la escalera que llevaba al piso de arriba comenzó a subir agarrada a la barandilla de madera. Llegó a la puerta del cuarto de baño, encendió la luz y entró para cepillarse los dientes. Mientras frotaba el cepillos contra sus perfectos dientes recordaba la imagen de su cantante favorito moviéndose, recordaba su voz diciendo tonterias y su risa cuando le parecía algo gracioso. Sin darse cuenta, sonrió al acordarse de ello. Cuando salió del baño caminó hasta la habitación de sus padres que tenía la puerta entre abierta por la que se filtraba un rayo de luz.

-Buenad noches.- susurró abriendola un poco.

-Hasta mañana.- respondieron unas voces desde dentro.

-Oye, Nora. Mañana que no se te olvide llevarme la carpeta al trabajo.- dijo la femenina voz de su madre.

-Vale, mamá.- asintió la chica y cerró su puerta. Cruzó el pasillo, pasó enfrente de la puerta de su hermano pequeño, y entró en su habitación. Encendió la lamparita de la mesilla de noche y recorrió su habitación hasta llegar al escritorio, de un estuche cogió un bolígrafo y se paró frente al calendario que tenía una foto de Dan Brown en el mes de marzo, tachó una casilla de un día del mes y sonrió satisfecha,  dejo el bolígrafo en su lugar y se tumbó en su cama echándose la colcha hasta arriba, apagó la luz y con la sonrisa todavía en la boca pensó antes de dormir:

"Sólo me quedan diez días para verte, Dan Brown. Diez días."

SALTO A LA FAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora