Sábado
Los jilgueros y canarios entonan sus baladas como cotidiano matiné para los citadinos londinenses. Los rayos de sol atraviesan la ventana parando sobre el rostro de Jimmy que abre sus ojos lentamente percibiendo un agudo dolor de cabeza.
Se estira entre las sábanas y voltea hacia la derecha para ver la hora, cuando nota que no se encuentra en su habitación y que en el lugar de su reloj hay una lámpara de noche con su camiseta colgando de ella. Entonces es cuando descubre que se encuentra completamente desnudo; se incorpora con creciente pánico encontrando con la mirada sus ropas y las de Robert esparcidas por toda la recámara.
Deja escapar un gemido de sorpresa, toma de prisa su camisa y se la pone levantándose de la cama ahora que se siente menos desnudo, recoge sus prendas poniéndose la ropa interior para cubrir lo que la camisa no puede.
En ese instante la puerta se abre dejando ver a Robert que viste únicamente una bata y lleva un café entre las manos.
-Buenos días- saluda recargándose en el marco de la entrada mientras el pelinegro lo observa con temor en sus ojos, sujetando sus ropas entre sus largos dedos- ¿Dormiste bien?- pregunta con sonrisa socarrona.
-¿Nosotros...?- pregunta cauteloso.
-¿Que si nos acostamos?- adivina el rubio dándole un sorbo a su café y levanta una ceja ante la mirada atónita de Jimmy que se pasa la mano por el cabello liberando un gemido de frustración y musitando una maldición- No, Pagey; no pasó nada entre nosotros. Bueno... tú querías, pero estabas ebrio y no me iba a aprovechar de ti- continúa tras un momento.
-Pero... mi ropa... yo- cuestiona frunciendo el ceño, sin confiar mucho en las palabras de Robert.
-¡Ah! Esa es una historia divertida: dijiste que hacía mucho calor en mi fea casita, te quitaste la ropa y la lanzaste por todos lados- responde entrando en la habitación para sentarse en la cama- Yo dormí en la sala.
Page supera su sobresalto comprendiendo que la ropa del rubio en el suelo es producto de su desordenada vida. Se hace una nota mental de no beber tanto nunca más, aunque sospecha que no la cumplirá.
Deja la habitación bajando las escaleras a toda velocidad, se detiene en la entrada para ponerse los pantalones y zapatos rápidamente cuando Robert lo alcanza.
-¿Ya te vas?¿No desayunas?- inquiere admirando la velocidad con la que el pelinegro pone los zapatos.
-Esto fue un error, yo...
-¡Wow! Sólo había escuchado esa frase después del sexo, nunca antes- dice divertido, pero Jimmy lo fulmina con la mirada.
-Tengo que irme- dice Page abriendo la puerta.
-Te llevo...
-No te molestes- espeta cerrando la puerta detrás de él.
Plant levanta una ceja tomando su revitalizante elixir, da media vuelta encaminándose a la cocina cuando la puerta se abre nuevamente dejando ver a Jimmy, cosa que hace que el residente de la casa regrese la vista hacia la entrada.
-¿Has visto mi billetera?- pregunta apenado revisando los bolsillos de la chaqueta en sus manos; el rubio le sonríe y sube a buscarla dejando en la mesita su café, junto a la fotografía familiar que había capturado la atención de Page la noche anterior.
Tras un breve instante el rubio baja vestido por completo, toma las llaves del auto moviéndolas frente a la cara de Jimmy.
-Yo conduzco- dice alegre lanzándole la billetera a las manos. Al ojiverde no le queda más remedio que aceptar el viaje.
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Jimbert- Since i've been loving you
FanfictionJimmy tiene un nuevo compañero de laboratorio, Robert, pero ellos no son precisamente amigos. Robert tiene la mala fama de lastimar a sus conquistas y Jimmy no pretende ser parte de su lista, pero el rubio siempre consigue lo que quiere.