Adrien
La miré a los ojos, tenía una mirada tan angelical, tan hermosa, a lo mejor por ese besó estaba esperando una bofetada de su parte.
-Yo. También te amo Adrien- luego ella me abrazó-Te amo.
No esperaba esa reacción, la abracé, estaba muy feliz. Este era el día más feliz de mi vida solo debía preguntarle si quería ser mi novia y al fin sería mía, voy demasiado rápido, lo se. Pero cuando la miro me enloquezco. Me separé de ella, nuestras miradas se cruzaron.
-Marinette, nos conocemos hace muy poco, pero tu me agradas, ¿Te gustaría..?-.
-¡Adrien!-
Me giré y vi a Natalie corriendo hacia mi.
-Adrien ¿Por qué escapaste de la fiesta?, es peligroso estar aquí a estas horas-.
-¿Quién te lo..?-
-¿Dijo?- completó ella- Chloé me avisó que te escapaste de la fiesta.
Maldita rubia, debí imaginar que Chloé abriría su gran boca. Me hubiese fugado con Marinette disimuladamente, aunque de todas formas Chloé me buscaría y se daría cuenta que no estoy en la fiesta.
-Hablaras de esta con tu padre luego- Dijo seriamente- Ahora entra al auto.
Tomé de la mano a Marinette y ambos subimos. Ya me imagino lo que mi padre dirá, ya me imaginó el sermón que me dará y los miles de reproches que de su boca saldrán. Ya me imaginó diciendo "No deberías comportarte así", "Ese comportamiento no es adecuado".
Llegamos a la mansión, estaba vacía.
-Tienes suerte de que tu padre no este aquí- dijo Natalie.
-Si, como sea- fue todo lo que dije.
Marinette solo miraba, no dijo ninguna palabra en todo el camino. Ella subió a su habitación sin decir ninguna palabra. Espero que no se haya enojado. Yo me fui a mi habitación también, me siento enojado y frustrado, esa era la oportunidad perfecta para preguntarle ¿Te gustaría ser mi novia?, pero tuvo que ser arruinada. Me recosté en mi cama, pensando en Marinette, su dulce voz, sus hermosos ojos, su suave cabello, su delicada piel y esos dulces labios que me volvían loco.
Marinette
Creo que esta vez pude dormir tranquila, esta vez no tuve ninguna pesadilla. Me sentía mal por meter a Adrien en problemas, no debimos haber huido de esa forma, espero que su padre no sea tan duro con él.
Salí de mi cuarto, iba bajando las escaleras hasta que por el salón principal escuche la voz del señor Agreste.
-Ese comportamiento no es adecuado en un joven de tu edad- reprochó Gabriel Agreste- No mediste las consecuencias, si los medios se llegarán a enterar ¿Qué dirían de mi?.
-Lo siento padre, no volverá a pasar- dijo Adrien encogiéndose de hombros.
No soportaba ver a Adrien de esa manera.
-De hecho fue mi culpa- dije- No sea tan duro con Adrien.
-No de hecho...-
Gabriel alzo su mano en señal de silencio, él obedeció.
-Disculpe señorita, pero esto es entre mi hijo y yo- corroboró- No asuma ninguna culpa por los caprichos de Adrien.
¿Caprichos? ¿Eso es lo que soy para Adrien? ¿Un capricho?.
-Debo ir a verificar unos diseños. Que esto NO se vuelva a repetir-.
El señor Agreste salió de sala, Adrien se acercó a mi.
-No tenías que hacer eso Marinette- dijo poniendo sus manos en mis hombros- La idea de fugarnos fue mía.
-Si, después de todo yo soy un capricho- comenté sacando sus manos de mis hombros- un simple capricho.
Me giré y me fui a mi dormitorio. Cerré la puerta, me recosté sobre ella y abrace mis piernas. Me dolía pensar que para Adrien yo solo sea un capricho.
-Marinette...- Oí decir del otro lado de la puerta, era él- Marinette, se que estas ahí.
-¿Qué quieres?-.
-Quiero hablar contigo, tu dijiste que me amabas-.
-Eso fue antes de convertirme en un capricho para ti-.
-No eres un capricho, enserio-.
-No es eso lo que dijo tu padre-.
-¿Mi padre?, él no me conoce, para él siempre debo comportarme como tal, tu eres especial Marinette, tu jamás serías un capricho. Mi vida estaba llena de obscuridad hasta que llegaste tu e iluminaste todo, me salvaste de la tristeza que sentía, me salvaste de aquel poso lleno de tristeza, amargura y depresión en el que yo estaba, ¡Me salvaste Marinette!¡Tu jamás serias un capricho!.
Esas palabras tan linda que utilizaba, cambiaban fácilmente mis estados de animo. ¿Cómo lo conseguía?¿Cómo conseguía convencerme?, sin duda no puedo enojarme con él. Me levanté y abrí un poco la puerta, él estaba del otro lado.
-¿De verás?-.
-De verás mi lad, digo Marinette-
Abrí la puerta y lo abracé. El también me abrazó.
-Te amo Marinette-.
Nos separamos, me puse nerviosa.
-¿Te gustaría jugar videojuegos?-
-Si- respondí.
Pasamos jugando videojuegos hasta que Adrien tuvo que ir a sus clases de piano. Mientras que yo estaba dibujando algunos diseños en el dormitorio.
Adrien
Al fin llegué de mis clases de piano. Me alegra resolver ese mal entendido con Marinette. Me frustré con mi padre cuando dijo "Caprichos de Adrien", ella no lo era. Subí las escaleras, miré el cuarto de Marinette. Estaba por entrar pero decidí tocar la puerta.
-¡Adelante!- gritó ella.
-Hola Marinette-.
-Hola Adrien-
Vi el cuaderno que ella tenía en sus manos. Eran un montón de diseños.
-¿Tu los hiciste?-
-Si, solo para pasar el tiempo-
Los miré y me asombré, eran extraordinarios.
-¡Son increíbles!- exclamé.
-¡Gracias!-
Ella dejó el cuaderno en su cama.
-¿Te gustaría salir hoy en la tarde?- pregunté.
-Lo siento Adrien, no tengo ganas de salir hoy-.
-Esta bien, lo dejamos para otro día-.
Me giré y agarré su cuaderno sin que ella se dirá cuenta. Bajé las escaleras y vi a Natalie.
-¡Natalie!- Ella se giró lentamente hacia mi- ¿Puedes darle esto a mi padre?.
Ella lo miró y se fue. Quería que mi padre viera el trabajo que hacia Marinette, tal vez así ella pueda convertirse en una gran diseñadora de modas algún día.
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Hola ¿Como están?, espero que les haya gustado el capitulo, revelaré un pequeño Spoiler de lo que pasará en el siguiente capitulo: "Marinette se reencontrará con Alguien", ¿Quién será? .PD: La historia será actualizada cada Martes, también algunos sábados.
Atentamente AnonimaSAC
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Miraculous
FanfictionElla era la luz de su vida, él la amaba intensamente ambos eran felices viviendo juntos pero todo eso puede cambiar por el poder de los Miraculous. ¿No entiendes de que hablo?¿Te gustaría saberlo? Esta es una historia MLB como no te la han contado...