Miraculous

9

Adrien

Paso un día desde que tomé aquel cuaderno de Marinette, al parecer mi padre no lo había visto. Salí de cuarto. Pude escuchar que Marinette estaba algo alterada. Me asomé hacia la puerta para oír lo que decía.

-¿Dónde esta?- se repetía eso una y otra vez.

Seguramente debe estar hablando de aquel cuaderno.

-Adrien-

-¡No estaba escuchando!-

Me di vuelta y era Nathalie.

-Tu padre quiere hablar contigo sobre un asunto, él te esta esperando en la sala de estar-.

-De acuerdo-

Caminé hacia la sala de estar, ¿Será que ya habrá visto los bocetos de Marinette?. Suspire antes de entrar en aquella sala. Cuando entre estaba mi padre con su típica cara seria.

-Adrien quiero hablar sobre el cuaderno que le entregaste a Nathalie- Trague saliva- Tus diseños...-

-No son mis...-

-Dejame terminar- interrumpió- Son extraordinarios, claro que tendrás que heredar el negocio familiar, pero no creí que estuvieras tan enfocado en la moda.

-Pero padre yo no los hice-.

Mi padre abrió los ojos, se quedó asombrado.

- ¿Quién los hizo entonces?-.

-Marinette los hizo-

Él se llevó una mano a su mentón, miró hacia el suelo. Creo que en partes lo decepcione por que no eran míos.

-Dile a Marinette que quiero hablar con ella-

-¿Hablar?-

-Adrien, obedece-

Suspire y me di vuelta, tenía que ir hasta la habitación de Marinette para decirle que mi padre quería hablar con ella. Entre y vi a Marinette en ropa interior, se estaba colocando una remera. ¡Demonios!Otra vez olvidé tocar la puerta. Creo que no se daba cuenta que yo la estaba viendo decidí cerrar la puerta sin hacer el más mínimo sonido. Debo admitir que lucía bien, se veía tan linda que...¡No!¡No debo pensar esas cosas!.Respiré hondo y toqué la puerta.

-¿Quién es?-

Estaba en lo cierto, no se dio cuenta que entre por accidente y que la vi así. Debo tener más cuidado la próxima vez.

-Marinette mi padre quiere hablar contigo- dije detrás de la puerta- Marinette...

-¿El señor Agreste quiere hablar conmigo?¿Sobre qué?-

-No lo se, dijo que quería hablar contigo, te espera en la sala de estar-

-Esta bien en cinco minutos salgo-

Recosté mi cabeza contra su puerta, suerte la mía, soy un descuidado.

Marinette

Terminé de cambiarme, ¿Qué querría hablar el señor Agreste conmigo?¿Habrán encontrado a mi familia?, no, no creo. Bueno solo hay una forma de averiguarlo, abrí la puerta y me dirigí hacia la sala de estar. Entre y ahí estaba el señor Agreste.

-Marinette, toma asiento-

Yo obedecí. Sacó un cuaderno, era el que yo estaba buscando. ¿Pero cómo llegaron hasta sus manos?.

-¿Tu hiciste estos diseños?-

-S-si- dije tímidamente- Yo los hice.

-Son extraordinarios-