Caminando Junto A Ti

nuestro primer beso

No puedo creer que una mínima oportunidad de besarlo pudo a ver pasado. Henry se sienta en la silla que utilizo para el escritorio, una pequeña sonrisa se le forma, tal vez cabe una mínima oportunidad de que pueda pasar algo entre los dos.

-estoy saliendo con Vanessa-hay se va mi mínima oportunidad de comenzar algo con el no puedo creer que se me allá ocurrido eso somos amigos y los amigos no se gustan.

-eso es estupendo-digo con una sonrisa en mi rostro aunque no parezca me alegro demasiado por él, que sentara cabeza con alguna chica siempre me pareció demasiado bien pero se ve que Vanessa es una gran chica.

-¿saldrás mañana? –me tomo por sorpresa esa pregunta.

-trabajare, pero saldré temprano-conteste con una sonrisa, esperaba que me invitara a algún lado ya que tiene demasiado que no salimos juntos.

-que bien yo saldré con Vanesa –dijo de lo más natural, me sentí tan estúpida pensar que podíamos salir cuando sabia que tal vez tendría planes con su NOVIA.

-bueno ya es un poco tarde creo que ya deberías irte-me dolía correrlo, pero no podía estar más tiempo con el por vergüenza no puedo creer que solo me ilusione yo sola.

-¿estás bien?-estaba confundido nunca lo había echado de mi casa en otra situación yo hubiera sido la que le hubiera rogado que se quedara, debía recuperar poco a poco la dignidad que yo sola me quite.

-s...si- tartamudee no sabía mentir tan bien como el pero lo intentaba, lo tome del brazo y lo arrastre asta por todo el pasillo hasta llegar a la planta baja no lo deje hablar, si no me seguiría preguntando si me ocurría algo y no sabría ocultarle que me moleste que este con otra.

-¿Henry ya te vas?-esta vez fue mi madre la que lo tomo del brazo y lo alejo de mí, lo llevo hasta la cocina y hizo que se sentara en una silla

-si señora –contesto Henry no muy convencido de su respuesta viendo a mi madre a veces parecía que lo querían más que a mí y eso que yo soy su hija.

-ya tuvimos una charla de decirme señora-reprocho mi madre con sus brazos en la cintura. -mírate estas muy flaco no te vas de esta casa sin tomar una taza de chocolate y un pedazo de mi famosa tarta de vainilla-concluyo mi madre, mientras tomaba a Henry de los cachetes, me pareció divertido que Henry no pudiera rechazar a mi madre, se dio la vuelta y empezó a buscar entre el gabinete una hoya para hacer chocolate caliente, me parecía absurdo que mi madre pensara eso de Henry, el estaba en su mejor forma, brazos anchos delgado pero no de los delgados que están flacuchos no él es de los delgados con un gran abdomen, si repasarlo con la vista te da un orgasmo visual.

Mis hormonas me están afectando un poco pero vamos quien no va a disfrutar de una magnifica vista.

Vi como mi madre y Henry disfrutaban de su buena charla mientras tomaban chocolate y comían mientras a mi ni una rebanada de pan me ofrecía, me acerque a la cocina y tome poco del chocolate que quedaba, parece que mi mama encantada de la vida con Henry.

-bueno buenas noches Lucinda- decía Henry mientras se levantaba de su asiento y miraba a mi madre –muy buena la tarta de vainilla-sonrió.

Mi madre recogió las tazas y los platos para dirigirse al fregadero yo acompañe a Henry a la puerta.

-buenas noches pequeña –dijo dándome un beso en la frente –te quiero- mi corazón latía como si hubiera corrido un maratón no podía creer que esas simples palabras podían volverme loca, aunque sabía que esas palabras no significaban más arriba de una amistad, cada día que pasaba mis esperanzas no se apagan sigo con la ilusión de que un día pueda pasar algo.

Lo vi desaparecer hasta el final de la calle conduciendo su auto.

Mañana seria un nuevo día, el fin de semana empieza.

Después de acabar la poca tarea que me falto de terminar me acosté.

Llevaba más de 7 años conociendo a Henry, la manera en la coincidimos aquel día del preescolar después de la golpista que nos pusieron esos niños no nos separamos porque sabíamos que los dos nos necesitábamos aunque lo negáramos. Recuerdo cuando pensamos que sentíamos algo por los dos pero no fue así, bueno por el fue un rotundo no pero apenas eramos unos niños que no sabían lo que hacían.

~flashback~

-Henry segura que no me pasara nada-pregunte con temor pues apenas tenía 9 años y ya iba a dar mi primer beso con mi mejor amigo.

-segura no pasara nada yo he visto a mis padres hacerlo cientos de veces cuando el llegad de trabajar –poco a poco se iba acercando a mí, tenía miedo.

El estaba muy seguro de si mismo.

Nuestras bocas se juntaron en un solo pico. No me gusto para nada mi cara ardía pero aun así esto era asqueroso no sé como mis padres y los de Henry pueden hacerlo.

-qué asco-dijo Henry mientas con su antebrazo se limpiaba su boca yo Salí corriendo hasta mi habitación, tenía miedo de esto.

Dos días después deje de comer porque cada vez me veía más gorda, en ese instante recordé hablar a mi prima Fanny que su mama le dijo que cuando los niños se besaban era como tener relaciones y así se quedaba embarazada.

Corrí mi cuarto a llorar, no quería un bebe soy apenas una niña-llore como no pude.

-hija estas bien-pregunto mi madre a mi altura limpiándome aquellas lagrimas que rodaban de mis mejillas

-mama he dejado de comer porque estoy embarazada-llore más fuerte y abrase a mi madre

La cara de confusión apodero a mi madre y la escuche soltar una carcajada.

-porque te ríes ya no me vas a querer por tener un hijo-pregunte mirándola a los ojos

-hija como puede ser eso posible-recordé el beso que me di con Henry y me avergüenza.

-es que Henry dijo que sus papas se besaban y dijo que él quería intentarlo y nos besamos-la cara de mi madre cambio a una inmensa risa-y luego Fanny me dijo que su mama le platico que besarse era como tener relaciones y quedar embarazada-solté a i madre y vi mi pequeña panza

-hija no estás embarazada lo juro-mi esperanza y mis ganas de comer se apoderaron- ven vamos a servirte de mi famosa tarta de vainilla-tomo mi mano y nos encaminamos a la cocina.

Después de aquel beso nunca se nos ocurrió intentarlo.

~fin del flashback~

Recordar aquellos momentos son lo mejor que pudehaber pasado en mi infancia, cada día se vuelven inolvidables para mí.