Capítulo 2

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—Dime por favor Verónica que ya estás lista y que no tengo que esperar a que te de la puta gana de salir del baño ¿sí?

—Lo siento cariño, pero acabo de salir de bañarme y probablemente tarde 2 horas más en estar lista.

Verónica sabía que esto irritaría a Daniela y la hacía sentir superior joderle la vida, por eso mientras terminaba de acomodarse en el espejo los perfectos rulos que tenía se le formaba una perfecta sonrisa de maldad “de la buena” en la cara.

—Ay Verónica, vamos saliendo para allá y más te vale que estés lista o no sé cómo coños te vas a tener que ir al Stone y arreglártelas con Elías.

—¿Escuché bien? ¿Vamos?

—Voy con Alfredo —respondió Daniela con cara de fastidio, no es que le agradara andar dando explicaciones a la gente y esto incluía a su mejor amiga— Apúrate.

—¿Con Alfredo? La cosa se está poniendo como seria, no me gusta que lleves leña a la fogata Dani, pensé que hoy nos salía cacería.

—Es solo por Elías Vero, últimamente está muy… intenso, por así decirlo.

—No me engañas, tu siempre has sabido llevar a Elías así que no me vengas con esas, en el Bar hablamos bien ¿Ya vienes?

—Si.

—Te espero.

Con algo de molestia Verónica cortó la llamada, no es que le cayera mal Alfredo, la verdad es que siempre había pensado que Daniela debería haberlo tomado y no dejarlo ir pero le molestaba que su mejor amiga intentara mentirle viendo que la cosa estaba yendo más allá de un compañero de cama y de tragos. Así Daniela no lo quisiera admitir la situación se estaba tornando seria; y pensar que ya tenía planeado como iban a atacar a sus presas de hoy. Con tantas cosas por hacer y con la policía merodeando por allí habían pasado días sin que salieran sin motivos de trabajo de por medio y aunque la salida de hoy no estuviera exenta del tema, todavía no habían comenzado ninguna investigación y no estaban huyendo de la policía, era el día perfecto para llevarse a un hombre guapo a su apartamento estuviera Daniela o no acompañándola en el tablero del juego.

•••

—¡Hey Harry! ¿Necesitas que te ayude a vestirte precioso? Vamos, apúrate que estoy caliente y necesito una chica entre mis piernas ¡Ya!

—¡Te he dicho que dejes de pensar con la polla Zayn! Ya casi salgo deja el apuro que no estamos llegando tarde a ningún lado y las que mejor lo maman siempre llegan tarde, además hoy tengo el presentimiento de que será una excelente noche.

Radiante, perfectamente peinado y arreglado, un Harry elegante, vestido de camisa y traje, sonriente salió del baño y le guiñó un ojo a su amigo el cual le devolvió la sonrisa sacudiendo la cabeza de lado a lado.

—No cambias Harry.

—No, y por eso me amas, vámonos que necesito una niña tonta que me adule lo más rápido posible.

•••

El Stone Bar era el sitio de moda, todos los chicos intentaban colarse con identificaciones falsas, los veinteañeros no salían de allí los fines de semana y los oficinistas y ejecutivos planeaban reuniones de negocios en el área V.I.P. donde podían concretar alianzas y contratos mientras disfrutaban de buena música, atención y compañía, no era un lugar que Daniela y Verónica frecuentaran pero Elías las había citado allí para afinar detalles de la búsqueda más importante que habían tenido en un largo intervalo de tiempo.

Cuando Alfredo y Daniela pasaron en busca de Verónica, ya estaba lista, cosa que mejoró el humor de Daniela notablemente relajando la atmosfera que había estado tensa por teléfono.

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