Capítulo 5- Obsequio

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Narra Noa

Han pasado casi dos meses desde que Sara se queda en mi casa, dentro de un mes será la proxima presentación, por las noches la llevo a aquel lugar con vías de tren pues le da miedo ir sola, me quedo con ella simplemente recostados sobre la hierba, contando las estrellas y hablando de cualquier cosa que se nos ocurra.

Intento disfrutar cada momento al máximo pues no se cuanto vaya a dirar esto, me da miedo despertar mañana y que ella ya no esté, hoy eh decidido que si ella se quedará poco tiempo, haré lo posible para disfrutar cada segundo junto a ella. Hoy le pronpondré ser mi novia.

***Narra Sara

Hoy al despertar, sentí un silencio poco habitual, me levaté y me dispuse a buscar a Noa quien efectivamente no estaba en casa, hoy debiamos practicar ¿Que habrá pasado? Pensé, luego fuí a practicar sola.

Me gustaba pensar en cosas mientras tocaba las delicadas teclas del piano, al oír las delicadas notas pensaba en lo que me hacía sentir más feliz, en esta ocación no podía sacar a Noa de mi cabeza, al principio no lo comprendía, pero pronto lo entendí, al ver sus ojos mi corazón se aceleraba, al ver si determinación al tocar suavemente el violin me hacía sentir especial, no solo me gustaba su música, me gustaba él. Terminé de tocar y pensé en todo y en que quería estar con él, pero para hacerlo debía ser cuando terminara esta gira programada, luego de eso volvería a Japón y pensaría en estar con Noa, pero, ¿Él me esperaría un año?

Subí a la cocina y ví una nota en el refrigerador, era de Noa decia que no me preocupara, que hoy estaba algo ocupado que nos vieramos al atardecer en las viejas vías del tren. Me sorprendí, generalmente si salía me avisaba pero, ¿Que había hoy diferente?, bueno luego le preguntaría.

Al llegar el atardecer, fuí a aquel lugar, Noa estaba en el centro de un montón de Rosas rojas, me asombré mucho pues esto no estaba allí antes, luego noté que las rosas formaban un corazón, caminé sobre ellas y me paré algo confundida frente a Noa y este comenzó a hablar.

-Sara, no se por donde empezar pero, yo solo se que te amo y no se que haría sin tí, no soy bueno en esto...- dijo el chico y no pude evitar sonreir- quizas no soy el mejor ni el chico con más dinero pero puedo darte el amor que nadie te dará por favor avepta a este humilte japonés almenoz los meses que te quedarás, por favor aceptame-el chico se inclinó frente.

Sonreí tiernamente y mis ojos se iluminaron a las cosas sin coherencia pero hermosas que el chico decía:- Noa...- dije von sentimentalismo- claro que acepto, pero quiero que sea por más tiempo, yo debo ir a la gira pero cuando esta acabe quiero volver, quiero estar contigo, quiero vivir a tu lado siempre y quiero que toquemos juntos con nuestro corazón alrededor del mundo.

Los ojos de Noa se abrieron y sonrió y le dije:-¿Que harás cuando estes en la cima?

Noa solo me dijo:- No tengo idea- el chico se acercó lentamente y cerrando los ojos me dió un beso miemtras sostenía mi rostro, como si yo fuera a desaparecer.



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