T A T U A J E S D E R O S A S

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Zero

Había llegado la hora

Todo este tiempo me había negado a entrar a esta habitación, todo lo que provocaba era que volviera a caer en su juego una y otra vez

Después de todo el embrollo de hace rato con la chica enferma...

Por fin había encontrado la habitación 13

Justo a tiempo Zero, tres días después

Desde que Mike se encontraba en el hospital trataba de serenarme y aclarar mis ideas para no dejarme llevar por ese viejo adicto, al final cedí.

Después de todo seguía siendo mi padre.

Llevaba tres noches en el hospital y me había convencido a mi mismo de no volver a dirigirle la palabra al hombre que se hacía llamar mi padre.

Hasta hoy

Aun confundido (y algo furioso) por la situación en la habitación de la chica del tatuaje de rosas, entré a la habitación.

¿Cómo era que se llamaba? ¿Art? ¿Artemis? Si creo que así era, pero la chica del tatuaje de rosas suena mejor.

Mi padre se encontraba en la camilla, encorvado, los años no le han hecho bien, como prueba de ello en las comisuras de los labios y ojos se distinguen arrugas y debajo de los ojos bolsas debido al cansancio

En su ojo un cardenal resaltó, cuando giró la cabeza en mi dirección

– Mierda...– mencioné mirándolo de arriba a abajo – te ves fatal hombre –

– Y me siento aún peor – tenía la voz extremadamente ronca y solo hablaba con susurros

Los dos reímos durante un momento, después un silencio incómodo se apoderó de la habitación

Silencio, así es mejor

– Hijo...Quiero que sepas qu... – lo interrumpí

–No, no quiero más explicaciones sin sentido. Es tu vida, has de ella lo que te plazca – dije secamente

Años de lo mismo, no vuelvas a caer en su juego Zero

El silencio volvió a adueñarse de la habitación, que solo constaba de una camilla, un televisor y el equipo médico.

– Entonces, ¿Qué haces aquí? – bajó el volumen del televisor

No me encontraba ahí por la gran relación "padre e hijo" que teníamos. También yo sería arrastrado, la deuda millonaria se heredaría a los descendientes de Mike al morir. Y pues siendo hijo único, no me quedaba otra opción que intentar al menos, saldarla.

Tal vez muera en el intento, pero no queda de otra.

Mil veces consideré la opción de huir, pero...  A dónde?
Lo único que aún tengo (no por mucho) es el decadente departamento de Mike.
Todos mis ahorros fueron destinados a los intereses de la deuda.

– No estoy aquí por ti, sí es lo que piensas –

– No... Pero tienes razón, yo te arrastre a todo esto, no tienes que ayudarme, yo voy a sacarnos de esto, lo juro –

Y seguimos con las promesas eternas que jamás se cumplen

– Quisiera verlo – me levanté, recorrí la habitación observando todo detenidamente hasta llegar a la ventana – Mientras tanto, tengo que trabajar para pagar una insignificante deuda millonaria –

– Hasta cuando dejarás de hecharmelo en cara? –

–Cuando dejes de comportarte como un adolescente necesitado de atención, y comiences a tomarte tus malditos problemas con un poco de seriedad – no le dí tiempo de responder, salí de la habitación dando un portazo.

Mike podía ser muy impredecible, como la reacción de hace un rato, podría jurar que me lanzaría un puñetazo en al cara después de decirle todo lo que debía escuchar pero, en cambio solo se limitó a asentir con la cabeza.

Diría que por fin comenzó a madurar.

Genial, cincuenta años tarde

Comienzo a caminar por los pasillos del hospital sin rumbo fijo, hasta que decido salir de este lugar con pinta de muerte
Camino hacia la salida pasando frente al escritorio de la recepcionista, una chica bastante ardiente, pelo ondulado, ojos avellana, pechos perfectos y labios carnosos.

Todo en ella gritaba sexo desenfrenado

Lastima que...

Que carajos, no hay nada que me impida tirarme a esa chica.
El sexo siempre ayuda a despejar la mente y relajarme

Me acerco al escritorio activando el modo coqueteo en mi sistema

– Hola – apoyo mi brazo sobre la mesa dejando a la vista mis trabajados brazos – Creo que me he perdido, podrías decirme donde están los baños

La chica bonita voltea a verme y se detiene en mis tatuajes, después me mira a la cara

– Oh, creo que están en el segundo piso a lado de la máquina expendedora – se levanta de la silla inclinándose levemente hacia adelante dejando ver parte de sus pechos

Muerde levemente sus labios para después dejar escapar un suspiro

– Me temo que soy muy malo para indicaciones y esas cosas, creo que será necesario que me acompañes, si no es mucha molestia –

La chica notoriamente exitada, rodea el escritorio y camina frente a mi contorneando las caderas

– Claro que no es molestia, yo encantada, sigueme – voltea a verme y se detiene por un momento – Soy Gemma

– Te lo agradezco Gemma, soy Zero –

Me la imaginé sentada sobre mi regazo gimiendo mi nombre mientras le jalo el cabello.
Los jeans que antes me quedaban holgados ahora me aprietan.

Entramos al ascensor

Aun no se cerraban las puertas cuando prácticamente la tenía encima de mi, mordiendo y succionando mi boca
La levante por el trasero y no tardo en enrollar sus piernas alrededor de mi

Comencé a levantar la diminuta falda para adentrarme en su intimidad a lo que ella respondió con un gemido

Nos detuvimos al escuchar el pitido del elevador indicando que había llegado a el último piso

Salimos y continuamos nuestra aventura en el armario de limpieza.







OMAIGOOOD
No me odien! ;? ;;+: &-

Yo se,  yo se

Soy la peor actualizadora del mundo mundial :( :( :(

Los tenía completamente olvidados y yo se que no hay excusa pero...
Perooooo

He estado un poco seca de ideas y no se que raios me pasa

Pero ya VOLVÍ

HURRAAAA!!

Bueno ya en serio prometo tenerles sus capítulos ya completitos y hermosos

Ahora mismo no he agregado más capítulos nuevos pues, por ahora estoy actualizando y mejorando la historia. En unas cuantas semanas (tal vez menos) tendrán la historia completa

Yupiiiiii

Bueno, sin más que agregar...

APAPASHIO SENSUAL VIRTUAL BEIBIS

❣ Nos leemos luego ❣

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