Capitulo 9

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Mientras que ambos caminaban tomados de la mano hacia el auto, ambos notaron que había una pequeña flor como las que había cerca del lugar, sobre el cristal delantero del auto y con una nota escrita con letra cursiva que decía "felicitaciones a los novios, Stanford y Darling".

-que curioso-dijo Darling al momento que tomaba la nota y la pequeña flor que había-pero es un bonito detalle

-si... aunque se de quien pudo haber sido-abriendo la puerta del auto.

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El camino de regreso fue mucho mas relajante y con menos tención entre ambos, quienes aprovechaban cada semáforo en rojo para disfrutar uno que otro beso de camino a casa de Darling.

Cuando Ford estaciono el auto frente a la casa, pudo notar que las luces de la entrada estaba apagadas y que solo se veían las de la sala. Al llegar a la entrada, Darling aun sostenía en sus brazos aquel muñeco que Ford había ganado en la feria y que aun portaba el suéter de su novio sobre sus hombros.

-gracias por esta bonita velada, Ford

-para mi.... fue el mejor día de todos

-aunque nos hayamos encontrado al torpe de Cipher en dos ocasiones..... me divertí mucho-acercando su rostro al castaño, quien rápidamente capto el mensaje y también acerca su rostro al de la chica.

-¡¿jovencita que horas son estas de llegar a la casa?!-la voz imponente de su padre los saco de su pequeña burbuja de color rosa.

-¡papá!

-¡señor Simmons!

-creo haber dicho que la quería ver a las diez en punto-aquel hombre se mostraba bastante molesto y viendo en su reloj-son ya casi las once de la noche-el padre de Darling se veía bastante enojado y mas ahora que veía como ninguno de los dos sabia muy bien que responder-y bien.... acaso no fui muy claro-el padre de Darling tenia los brazos cruzados mientras que esperaba a que alguno de ellos respondiera, pero justamente cuando el castaño estaba punto de responder, alguien mas hablo en su defensa.

-hija, que bueno que llegas-la señora Simmons parecía haber llegado en su ayuda, por lo que había interrumpido a su esposo-me sorprende que los dos llegaran a la hora correcta-dijo la madre de Darling, quien dejo a ambos sorprendidos por su comentario.

-¡¿como que a la hora correcta?!-dijeron los dos al mismo tiempo.

-si, querida-dijo la señora Simmons, mientras les mostraba la hora en un pequeño reloj que había muy cerca de la puerta-lo ven, llegaron justo a la hora exacta

Darling no podía estar mas molesta con su padre y mas aun, viendo a sus hermanos, los cuales estaban afuera de la casa y escondidos tras unos arbustos y con un par de baldes de agua.

-¡papa!-dijo ella mientras caminaba hacia los arbustos y les quitaba a ambos los baldes de agua-¡y ustedes!-los mencionados solo se quedaron quietos-¡ya maduren!-dijo molesta mientras tomaba los baldes de agua y los empapaba a los dos-¡a sus habitaciones!

-pero....-dijeron los dos al mismo tiempo

-¡pero ya!-ambos hermanos se metieron a la casa, no sin antes acercase un poco al castaño.

-suerte...

-si, la vas a necesitar-dijeron los dos mientras subían por las escaleras.

-muy bien-hablo la señora Simmons-creo que mejor nosotros nos retiramos

-pero...-protesto el padre de la chica, quien solo recibió un golpe en su brazo como respuesta.-s...si, querida tienes toda la razón

-espero nos vuelvas a visitar, Stanford-dijo la madre de Darling al momento que los dejaba asolas y llevaba a su esposo dentro de la casa-buenas noches~-la puerta de la casa se cerro y dejando a ambos jóvenes asolas y antes de que alguno pudiese decir algo, Darling se fijo hacia la ventana y pudo ver que su padre solo se había asomado por unos segundos antes de volver a cerrarla.

Tengamos una cita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora