Pasó el tiempo. Usted lo logró. La tusa fue superada tiempo atrás, pero un día cualquiera reaparece un viejo amor. O llama a su celular, o aparece en las redes sociales para dejarle un mensaje sutil porque quiere verla.
O, sin planearlo, se encuent...
Después de tantos mensajes, y ganas de vernos, otra vez... Hacía suma nuestras ganas de avanzar muchos pasos, el cual ninguno fue acertado.
Nos vimos, y pasaron cosas que sabía que no me pasarían con alguien más, pero el, el me daba igual. Yo sabría que no fui ni su primera, ni sería su última vez.
Pero en cambio, la mía sí.
Fue mi primera vez en muchas cosas.
Siempre supe como seducirlo de una manera tan tierna. Siempre lo llenaría de mi perversión, pero en cada una de ellas sentiría mi amor.
Le hice, y continuaría haciendo cosas que jamás me había animado hacer con alguien más.
Y aquí viene la parte donde no me se explicar.
Me estaba quemando en su piel. Estaban ardiendo mis labios al sentir el rozar de el. Sus manos al tocar cada centímetro de mi. Yo recorriendo mis labios por cada extremo de el. Estaba haciendo todo aquello con consentimiento alguno.
Besar su sonrisa. Besar algo más que su sonrisa. Éramos responsables de nuestros actos. Estaba ardiendo en llamas aquel cuarto obscuro. Con música que parecía gasolina para seguir haciendo flamas.
Fue el momento más intenso.
¿Era amor?
Nunca se puede saber cuando hacemos las cosas con amor. El tiempo nunca era bastante, nos hacían falta horas.
Estábamos absorbiendo nuestra piel, era mutuo. Estaba atada a el. No quería terminar, no quería soltarlo. Y proseguimos.
¿Sería el inicio de algo nuevo?
Eso esperaba.
No queda mucho que contar por esta parte, ya dije demasiado.
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