Carlos
Dejo la última caja en el que será el dormitorio de los bebés. Diana me sonríe y sigue guardando la ropita que ya hemos comprado.
- ¿Cómo podemos tener tantas cosas y todavía falta un mes para que nazcan? –Pregunto quitándome la camiseta.
- Creo que los bebés van a nacer ya y no en un mes. –Susurra Diana.
¿Voy a ser padre ya? Tan rápido como me he quitado la camiseta, me la vuelvo a poner y voy corriendo a buscar las llaves del coche. ¿Dónde estarán las malditas llaves? Las manos de Diana sobre las mías hacen que pare de buscar y le mire.
- Tranquilízate, he llamado a un taxi mientras tú subías la última caja.
- ¿Cuánto hace que rompiste agua?
- Unos diez minutos. Respira hondo, que estás más nervioso que yo.
Asiento e intento respirar hondo aunque no aparto los ojos de ella. Llegamos al hospital y nos llevan a una habitación a la espera de que llegue el momento de que Diana dé a luz, definitivamente, estoy mucho más nervioso que ella.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquila ahora mismo? –Le pregunto acariciando su pelo.
- Alguien tendrá que controlar los nervios por los dos, ¿no? –Responde divertida.– Deberíamos llamar a Blas y Miguel, se van a enfadar con nosotros como los ositos nazcan sin estar ellos aquí.
Una enfermera entra para ver cómo va todo y me dice que tengo que salir. Le doy un beso en la frente, salgo al pasillo y aprovecho para llamar a Blas. Hablo apenas unos minutos, sólo para decirle que los tres están bien y que todavía no han nacido. Tras respirar hondo varias veces para intentar calmarme, vuelvo a entrar en la habitación. Diana me mira y me sonríe.
Casi un cuarto de hora después, entran en la habitación Blas y Miguel, los futuros padrinos de Ares (aunque este dato ellos todavía no lo sepan).
- Carlos, ¿has comido algo? –Me pregunta Miguel. – ¿Por qué no vas con Blas a la cafetería? Yo me quedo con Diana.
Antes de poder responder, el rubio me está empujando fuera de la habitación.
- ¿Qué pasa? ¿Qué es tan secreto? –Le pregunto a Blas.
- No es secreto, sólo que a Miguel le hace ilusión contarle a Diana a solas lo de Chris.
- ¿Chris? ¿Quién es Chris?
- Nuestro hijo.
- ¿Vuestro hijo? ¿Tenéis un hijo?
- Todavía no vive con nosotros, sólo se ha quedado algunos días sueltas, pero en una o dos semanas estará en casa.
- Enhorabuena –Le digo a la vez que le abrazo.– ¿Por qué no habíais dicho nada antes?
- No queríamos decir nada hasta estar completamente seguros de que se venía con nosotros.
- Es una noticia estupenda, Blas. ¿Cómo es Chris?
- Es un encanto, tiene seis añitos y lleva genial con Miguel.
Sonrió. Una chica de melena rubia se choca con nosotros, que nos hemos parado en mitad del pasillo. Cojo la mano de la chica antes de que se caiga al suelo y me doy cuenta de que es Carla.
- Perdón, no os he visto. Iba corriendo porque... –De repente Carla para de hablar y me muy muy fijamente.– ¿Diana está de parto? K –Asiento sin saber por qué me pregunta.– ¿Y qué haces aquí? Ya están en el paritorio. Van a nacer ya.
ESTÁS LEYENDO
Was it the rigth thing to do? (Spin-off Saga Diana)
Fiksi RemajaUn pie en el tren y otro en la estación. Sabía que iba a extrañarle, le había dicho que estaba cometiendo una locura. Pero creía que no tendría otra opción. Sus vidas estaban destinadas a arrasarse la una a la otra o a separase. Ella refería alejars...