El Psicópata 2 (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||

*7*

Me empecé a mover en la silla.

Tu: ¿Rubén qué demonios te pasa? Suéltame -le grite mientras seguía intentando zafarme.

Rubén se puso frente a mí, se agacho para estar a la misma altura, tomo mi rostro entre su mano. Un escalofrió recorrió mi cuerpo al ver el color de los ojos de Rubén; negros.
Suspire silenciosamente. Rubén

Tu: ¿Qué...quieres?
Rubén: A ti -dijo mientras caminaba a una mesa, se puso de espaldas.

Escuche como afilaba algo ¿Cuchillos? Mire desesperadamente alrededor tratando de buscar una salida. Había una puerta, era algo vieja y era de madera. Estaba cerrada con pasador. Seguí buscando, a mi izquierda vi unas escaleras, las cuales guiaban a otra puerta en un ¿Segundo piso? O al primeo quizás. Yo no sabía si estábamos en un sótano, pero por el aspecto de la habitación así aprecia ser. No había eso en mi casa, así que podríamos estar en cualquier parte que Rubén conociera bien, él no se arriesgaría.

Seguramente estábamos muy lejos de mi hogar. Inmediatamente pensé en Danilo, ya que él se quedaba a dormir en mi casa. ¿Qué había pasado con él? Sabía que probablemente Rubén no me lo diría pero lo intente.

Tu: ¿Dónde está Danilo? -le pregunte desesperada.

No me lo perdonaría si algo le sucediera no ahora que sabía que él y yo éramos... Rubén me saco de mis pensamientos al lanzar un cuchilla, la cual se clavó en la pared, justo arriba de mi cabeza. Seguí moviéndome bruscamente en la silla.

Rubén: Danilo, Danilo, ya basta de Danilo! ¿Qué demonios tiene el que no tenga yo ___________? -Se acercó a mí, traía un gran cuchillo en la mano- No volverás a ver a Danilo, eso te lo aseguro. Tu eres mía __________, sólo mía -puso el cuchillo en mi garganta -Así que déjalo a él fuera de esto -dijo entre dientes. Las lágrimas caían por mis mejillas- ¿Te he dicho alguna lo vez lo sexy que te ves en ese traje de policía? -empezó a bajar el cuchillo por mi garganta, y luego lo quito, no me había hecho ninguna herida, pero yo no podía asegurar a que en ese cuarto pronto no habría sangre mia manchando las paredes, y eso era lo me preocupaba.

Escuche como alguien tocaba la puerta. Rubén, miro a arriba.

Rubén: Maldición -susurro. Me miro. Yo inmediatamente pensé en gritar y pedir ayuda, como si hubiera leído mis pensamientos. Dijo: - Ni lo pienses. Quédate quieta y no hagas ningún ruido ¿Entendiste ________? -ya habían tocado a la puerta cuatro veces y tal vez esa fue la única razón por la cual Rubén decidió "atender" a quien fuera que estaba tocando allá afuera, ellos seguirían insistiendo.

Rubén dejo el cuchillo en la mesa en la cual estaba trabajando, subió las escaleras y escuche sus pasos a través de la habitación, abrió la puerta y pude escuchar una pequeña conversación.

X: Disculpe. Estamos perdidos. Esta es la única casa que vi en millas -Oh no ¿En millas? -Fue extraño ver esta casa, ya que estamos en medio de la nada, pero supongo que tuve suerte. ¿Podría usar su teléfono?
Rubén: Por supuesto -escuche su voz. ¿Acaso el hombre no se preguntaba por qué Rubén tenía los ojos completamente negros? ¿No le parecía extraño? -Por aquí. -escuche unos pasos. Cuando escuche que los pasos se alejaban, empecé a gritar.
Tu: ¡Ayuda! ¡Por favor! ¡Sáqueme de aquí! -gritaba como loca.
X: ¿Qué es eso? -dijo aquel hombro, luego escuche como los pasos se acercaban.

Seguí gritando para que el hombre no se diera media vuelta y se fuera.
Alguien abrió lentamente la puerta de la habitación en donde yo estaba encerrada, la misma puerta por donde había salido Rubén. El hombre parecía tener unos 34 años, cabello oscuro, ojos verdes, no era feo, para nada, era alto y tenía un cuerpo, más o menos, iba vestido de traje, quizás acababa de salir del trabajo

X: ¿Qué demonios....? -empezó a decir, pero no termino de hablar.

Escuche un disparo, y luego vi al hombre cayendo por las escaleras. Lance un grito de sorpresa, yo simplemente no dejaba de llorar. Rubén le había disparado. Y esa era otra cosa que me preocupaba. Él tenía un arma. Eso lo hacía mucho más peligroso de lo que ya era, (claro, si eso era posible). Rubén bajo las escaleras. Y tomo al hombre. Lo arrastro hasta la otra puerta y la abrió. Era un cuarto con piso de tierra. Iba dejando una siniestra mancha de sangre. Yo ni siquiera podía hablar, tenía un nudo en la garganta.

Rubén: Esto es tú culpa __________. Si te hubieras quedado callada... El estaría vivo. tú lo mataste -dijo tranquilamente.

Entro al cuarto y arrastro al hombre. Escuche como empezaba a cavar un hoyo en la tierra. Pude ver el cuerpo del hombre le había disparado al corazón, la sangre había manchado su ropa. Y el tan solo quería una llamada. Un momento, él había dicho estamos cuando entro a la casa. ¿Su esposa o su hija? Mas lagrimas corrieron por mi rostro, sabía que la persona que estaba allá afuera esperando por que aquel hombre volviera. Podía darse por muerta, Y Rubén, tenía razón eso era mi culpa. Rubén arrastro el cuerpo más adentro en la habitación y lo tiro en la supuesta tumba, cubrió el cuerpo de tierra. Cuando termino, clavo la pala a un lado de la puerta, pero algo le impidió salir, una mano lo tomo por su tobillo. Lance otro pequeño grito, Rubén había enterrado el cuerpo en el otro lado de la habitación. Entonces había más. Escuche un gemido, no venía de Rubén. Rubén tomo la pala...