Reflección

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Despertó, y el aire frío hizo que la herida doliera más aún. Se levantó del colchón, ya era hora de cambiar los vendajes. Pero le era imposible, una herida del alma tarda tiempo en sanar y para cambiar los vendajes era necesario olvidar. Ésta era una tarea especialmente difícil. “Seguiré soportando hasta que mi vida retome su camino”. Miró el espejo y su cara, femenina y llena de gracia le dio la bienvenida al nuevo día. Pero para ella sería un día oscuro como todos desde que la herida se abrió. Sus sentimientos, fluyendo a través de la llaga formaron un charco en el que momentáneamente se ahogó su alegría. Aquel amor murió desangrado y la herida la atormentaba, al igual que los recuerdos, parecidos al efecto retardado de alguna droga alucinógena. Nunca lo creyó capaz de algo semejante, pero lo fue, y soportar aquel dolor era algo nuevo, incómodo y desconsolador. Los vendajes le marcaban la piel y apretaban sus costillas casi hasta el punto de romperlas, pero ella era fuerte, soportaba el dolor y evitaba nuevas heridas.   "Es increíble todo lo que puedes pensar al mirarte en el espejo". Desvió su mirada de aquella fría superficie que reflejaba su imagen y se preparó para continuar con su rutina.

Recopilación de relatos cortos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora