Capitulo 05

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Unos días antes...

— ¿Sí? Ah, hola Kevin, ¿qué se te ofrece? – contesto el celular mientras subo al auto.

— Es necesario que vengas Changwon.- frunzo el ceño.

— ¿A Changwon? ¿Para qué?

— ¿Recuerdas ese negocio en el que estoy interesado?

— Sí, lo recuerdo...

— Bien, quiero que me des tu visto bueno, en Changwon hay un proveedor que podría ayudarme a iniciar, y así poder tener mi propia empresa.- sonrío.

— De acuerdo. – veo la hora en mi reloj, apenas son las 7 de la noche. — Voy en camino, reserva una habitación de hotel y mañana por la mañana temprano vemos ese proveedor, ¿te parece?

— Gracias hermano.

Corto la llamada y dejo el celular a un lado. Sonrío al sentirme satisfecho de poder ayudar a Kevin, es la primera vez desde que murió papá que me ha pedido que lo ayude en algo. El que pida mi opinión cuando está intentando crear su propia empresa para no ser dependiente de lo que papá dejó, me hace sentir además orgulloso de él.

Estoy a punto de encender el auto cuando veo a un hombre aproximarse a mi auto, frunzo el ceño al ver que está balanceándose y tocándose el pecho, como si tuviera mucho dolor. De pronto se desploma en el piso y eso me hace bajar del auto para ayudarlo.

Apenas lo he hecho otros dos hombres salen de la nada para sujetarme, asombrado veo que el tipo tirado en el piso se pone de pie y avanza hasta donde estoy.

— ¿Quiénes son ustedes? – pregunto nervioso.

— Amigos- contesta el tipo sonriendo.

— ¿Qué quieren? ¡Suéltenme! – empiezo a jalonearme.

— Tranquilo principito, solo queremos un poco del pastel- frunzo el ceño.

Volteo a ver a los otros tipos, y al estacionamiento a mí alrededor, todo está vacío. Aprieto los labios.

— ¿Están secuestrándome? – pregunto, aunque ya se cuál es la respuesta.

Los tipos simplemente se ríen. Veo a uno alejarse para subir a mi auto y llevárselo, desconozco que piensa hacer con él, pero los otros dos tipos me llevan a rastras a una camioneta en donde me cubren la cabeza con una tela.

— ¡Déjenme ir! ¡Yo mismo les doy lo que quieran!- grito mientras jaloneo e intento darles pelea.

— ¡Cállate! – uno de los tipos me grita y golpea mi cabeza. — ¡Te van a escuchar! ¡Cállate de una maldita vez!- de nuevo me sacude y me golpea la cabeza contra el piso de la camioneta.

De pronto me siento mareado, escucho sus voces a lo lejos. Algo sobre que deben mantenerme tranquilo por un buen tiempo. No entiendo lo que dicen. Hablan de ir a cobrar lo que les prometieron, de a dónde deben llevarme. Pero poco a poco las voces se van apagando y la oscuridad me devora.

*****

Parpadeo. Algo se desliza por mi sien, alguna especie de líquido. Intento llevar una mano ahí para verificar de qué se trata, pero no puedo. Mis manos están amarradas detrás de mi espalda. Abro los ojos un poco y volteo a ver a mi alrededor. Estoy en una pequeña habitación, sujeto a una silla.

Detrás de mí debe estar la puerta, puedo escuchar a mis espaldas voces. Mi corazón está latiendo rápido.

— ¡Diablos! ¡Eso no fue lo acordado!- escucho a alguien decir molesto.

Marry... MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora