Un día como cualquier otro

63 3 1
                                    

hoy es un día como cualquier otro, estoy solo completamente vació, sin nadie que me ame, sin nadie que me quiera.  en clases de filosofía me explicaron muchas cosas como una persona podría sentirse sola aun estando rodeada de gente, teniendo familia, amigos a través de todo eso he podido entender un poco mejor las cosas y que manera mejor de aprender por medio de la filosofía tratando de encontrar el origen de todas las cosas, me llamo Paolo Galassia y el 2/12/2014 fui diagnosticado con el síndrome de cotard demasiado extraño, solo un pequeño porcentaje de la población mundial carece de esto y no sabría como especificar, también llamado el síndrome zombie, es un estado mental en el que el individuo simplemente siente estar muerto o no existir, no siento dolor, no siento frió, no siento calor ni siquiera ese calor que sientes en la mano de mamá al tocar tu mejilla para decirte "todo estará bien" he perdido todo tipo de esperanza he decidió que hoy 21/09/2015 me quitare la vida. los motivos los explicare en una carta aunque sera inútil nadie ha podido entenderme en mi supuesta vida mucho y sera lo mismo cuando muera de todas maneras en los dos estados no siento ni sentiré absolutamente nada. 

acabo de recibir un mensaje de una chica, su cara se me hace conocida.

-chelsea: Hola

-paolo: Hola

-chelsea: ¿como estas?

-paolo: excelentemente (por supuesto que mentía) ¿y tu? 

-chelsea: muy bien, me alegra que estés bien 

-paolo: ¿te conozco de algún sitio?

-chelsea: estamos en el mismo instituto. no creo que no recuerdes mi rostro en determinados momentos nuestra presencia a coincidido. 

fue entonces cuando me di cuenta que era esa chica, tenia mi atención desde que estaba cursando cuarto año pero como de costumbre nunca tuve el valor para hablarle al parecer en este caso la mujer tomo la iniciativa (cabe destacar que en mi caso no es nuevo) era extraño tenia un extraño presentimiento y  me sorprendió por que era la primera vez en muchísimo tiempo que sentía emoción, juro que casi me convenció por un momento pensé que tenia esperanzas, que podría haber rastros de vida en mi, fue estúpido pensar algo así, esto no cambiaría mi decisión pero fue lindo tener esta experiencia como despedida, después de todo no fue un día como cualquier otro. 


Síndrome de cotardWhere stories live. Discover now