Una Cita

168 8 0
                                    

Desperté.

Hacia mucho calor, las gotas de sudor corrían por mi frente, dibujando hilillos en mi piel. Gire sobre mi y me acosté sobre mi costado. Allí la vi, durmiendo placidamente a mi lado, totalmente desnuda y tan solo cubierta por las sabanas. Su piel tan suave y tersa, linda y dulce, me parecía que brillaba en la oscuridad de la habitación. 

Entonces tocaron la puerta, me puse unos pantalones y abrí, todas estaban congregadas frente a mi habitación.

-¿Necesitan algo? -pregunté.

-¿Por qué no fuiste a la escuela? Además de todo ¿Que fue ese incomodo dolor en la entrepierna? Y... ¿Como que "Misión Completa"? -Maki me lanzaba una lluvia de preguntas.

Me quede de piedra, ellas habían sentido la molestia, de...

-Pues. verán... es que...

Entraron a la fuerza en la casa y todas se pusieron coloradas, al ver a Chidori desnuda, acostada en mi cama. 

-Así que... Completaron... la... la misión, ¿eh? -pregunto Niiyama.

-Pues... verán, fue idea de Chidori. -respondí.

-Y... ¿Esperas que me crea eso? -pregunto Maki.

-Pues es la verdad.

-No me importa. -susurro Sonozaki-. Lo importante es que no moriremos.

Sonozaki salio de la casa y se marcho. Luego Maki y Niiyama, y me quede solo con Chidori. Pasaron horas, hasta que finalmente despertó. Estaba sentado en el piso, junto a la cama, cuando despertó.

-¡Kacchon...! ¿Aun estas aquí? -pregunto nerviosa.

-Es mi casa después de todo. -respondí.

El silencio se hizo dueño de la sala, yo por mi parte seguí leyendo una revista. Me entretenían un poco y servían para pasar el piso.

-Oye... -dije por impulso.

-Si... ¿Sí? 

-Mañana no iré a la preparatoria. ¿Quieres ir a algún lugar, a pasear?

-Claro.

Esa noche dormimos juntos, no puedo saber a ciencia cierta, si fue por qué tuvimos sexo, que nos hicimos más cercanos, aun cuando fue para salvar nuestras vidas. Dormimos toda la noche, sin separarnos un poco.

Amanecía y sonó el despertador, rápidamente lo apague, quería que el momento siguiera así un poco más. Pasaron unas horas, hasta que finalmente me levante, me senté por un momento en el borde de la cama y fui a bañarme. 

Estaba en la bañera, cuando Chidori abrió la puerta y entro.

-Vine a limpiarte la espalda.

-De acuerdo.

Nos bañamos juntos y salimos a cambiarnos, terminamos de cambiarnos y Chidori hizo la comida. Comimos y salimos a la ciudad, fuimos al centro comercial, paramos en cada tienda e hicimos un montón de cosas. Nos tomamos una foto juntos, pasamos por una heladería.

El día casi finalizaba y pasábamos por una calle, poco llamativa y muy normal, para ir de vuelta ha casa. Nos detuvimos frente a la playa, porque Chidori lo quiso y nos sentamos en un muro, para ver el atardecer. Desearía que este momento durara para siempre, pero el tiempo seguía y nos dejaba a tras.

Chidori se recargo sobre mi hombro y yo puse mi cabeza sobre la suya. El tiempo pasaba volando, ya había pasado casi un periodo desde que la había conocido y mi vida empezaba a cambiar, había dejado de ser aquel chico sin sentimientos. 

Sentí un malestar en la nuca, pero Chidori cayo al suelo, desde el muro por el dolor.

-¡Oye! ¿Estas bien? ¡Chidori!

Ella no respondía, estaba en shock, tras el repentino dolor. Me lancé del muro y la levanté, estaba inconsciente. La tome y la subí a mi espalda a como pude, la lleve al hospital, desde allí llame a las chicas, en una llamada conferencia.

-¿Que paso? -pregunté.

-No lo sé, yo también sentí el terrible dolor en mi nuca. -respondió Niiyama.

-Entonces... ¿quien fue?

-Yo tampoco fui. Sentí el dolor repentinamente. -afirmo Maki.

-¿Sonozaki-san? -pregunté.

-Lo mismo que dijo Maki-san.

-¿Entonces quien? -dije intranquilo-. Acaso... ¿Hay alguien más?

-Tendremos que averiguarlo. -dijo Maki, al otro lado de la linea.

-De acuerdo.

Colgué el teléfono y me senté en un sillón, junto a la camilla de Chidori. Pasé la noche entera allí, sin moverme para comer o tomar agua, me dormí muchas veces, pero la angustia porque Chidori estuviera bien, me hacia despertar tantas veces, como fuera necesario.

Tomé la foto entre mis manos, aunque mi rostro era inexpresivo, pero me divertí mucho en esa cita, la sonrisa de Chidori en la foto, era cuanto menos graciosa. Lo que había pasado, había sido mi culpa por invitarla a esta cita y por dejarle subir a aquel muro, el shock causado por el dolor la hizo desplomarse desde tres metros de altura y se había herido gravemente la cabeza.

-Me siente culpable.

-Tranquilo, no tienes la culpa. -dijo la enfermera entrando en el cuarto.

-En realidad, si no la hubiera invitado a esa cita. No le hubiera pasado nada. -dije bajando la mirada.

-Ya veo...

La enfermera cambio la medicamentos de la intravenosa de Chidori y salio de la sala. Me quede allí, sin poder hacer nada, pero esperando a que algo pasara.


KIZNAIVER FANFIC - EL DÍA QUE LA CONOCÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora