Bella & Bestia.

5.

Ayer me quede a dormir en casa de Sofia, voy llegando a mi casa para ducharme y desayunar algo, y si, Mario NO viene conmigo.
Bien ya llegue a casa.

-Por fin en casa. - dije para tirarme en el sillón.

¡¡¡Ring!!!¡¡¡Rang!!!

-El teléfono, agh. -dije caminando hacia el teléfono de la casa.

*Llamada telefónica* 

-Bueno. -conteste.

-¿Bella?

-Si, soy yo ¿quién habla?

-Etelbina, la amiga de tu abuela.

-Ya, ya se quien eres, ¿qué tal la están pasando?

-Bella, tienes que ser fuerte.

-¿Porqué? ¿Qué sucede?¿Paso algo con mi abuela? -dije confundida.

-Bella... - la señor Etelbina no pudo seguir hablando porque se soltó a llorar.

-¿Qué sucede? - dije alzando la voz y en un tono confuso.

-¿Bella? - pregunto otra voz, esta era ya más gruesa así que supuse que era el señor Rodolfo.

-Si soy yo.

-Soy el señor Rodolfo, esposo de la señora Etelbina.

-Si, si, si eso ya lo se, pero digame que paso.

-Bella tu abuela falleció esta mañana de un paro respiratorio.

-¿Qué? Es una jodida broma ¿verdad?

-Quisieramos que hací fuese, llevaremos el cadáver a su casa para después partir a enterrarla. Adiós Bella, lo sentimos.

-Adiós. -fue lo único que mis labios lograron soltar.

*Fin de la llamada*

Colgué el teléfono y me senté en el piso. Sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas. Junte mis rodillas a mi pecho y comencé a llorar más y más. Solo quería que eso fuese una jodida broma, era lo único que quería.
Después de una hora abrieron la puerta de la casa, era Mario y mis amigos. Solo fije mi mirada en él por unos segundos y después volví a ocultar la cara en mis rodillas.

-Bella ¿qué paso? - preguntó confundida Sofia.

No hubo respuesta alguna por mi parte.

-¿Bella? -pregunto confuso Mario. - Amor ¿qué pasa?

Yo no respondía solo sollozaba más y más fuerte. Mario tomo mi cara en sus manos y me miro confuso.

-Bella tienes fiebre que pasa. -pregunto Mario posando sus mano en mi frente y mejillas.

-Mario m-mi.... - no pude seguir hablando, me solté a llorar otra vez.

-¿Tu que Bella?

-M-mi abuela Mario, mi abuela... -trate de controlarme.- Mario mi abuela murió en la mañana. -ya no podía contenerme más y volví a llorar.

Mario me tomó en sus brazos dándome un abrazo que me hizo sentir débil ante él.

-Mario me quede sola. - solloze.

-Nunca estarás sola Bella, me tienes a mi. - dijo Mario en un susurró. Los demás solo veían con tristeza aquella escena.- desahogate todo lo que quieras en mi hombro. -dijo Mario acariciando mi cabello.

Esa noche Mario se quedo a dormir conmigo, él estaba conmigo en mis momentos más difíciles y eso no me hacia sentir un poco mejor.

•

Cuando me levante Mario estaba hay conmigo abrazandome, era tan perfecto hasta cuando dormía. Verlo hací me hizo preguntarme ¿qué era lo que Mario decía que yo no conocía de él?¿porqué si Mario era tan atractivo no era tan sociable y tan mujeriego?¿porque Mario era serio y en algunos casos grosero con las personas?. Basta Bella deja esas estúpidas preguntas para después, contempla su belleza y su tranquilidad.
Los ojos me ardían demasiado y los sentía muy pesados, joder, el recuerdo de el porque estaba llorando vino otra vez a mi mente, no Bella ya no llores se fuerte. Tu abuela hubiera preferido que la recordadas con una sonrisa y buenos momentos, no estarla recordando con lágrimas.

-Agh. - Mario se movió entre las sabanas soltándose de mi y abrazando las sabanas.

-Eres perfecto. -susurre.

Mario se voltio hacia mi, aún con los ojos cerrados. Estiro su mano a mi rostro y me dijo.

-Eres tan fea cuando despiertas. -soltó una risita burlona y abrió los ojos.

-Lastima, así te gusto. -dije burlonamente.

-Si, lastima. -dijo metiéndose más y más entre las sabanas.

-Y tu eres tan perfecto al despertar. -dije cariñosamente picando su mejilla.

•

Después de el entierro Mario y yo decidimos estar todo lo que restaba de el día en casa, afuera llovía y eso me ponía aún más triste así que decidimos estar en casa y ver que comprábamos para comer.

-Bella, saldré por la comida. -se asomo Mario a mi habitación.

-Si.

-¿Estarás bien?

-Si.

.

Después de un rato Mario llegó a casa y con él traía una deliciosa comida. La cena transcurrió tranquila y callada, en cierto punto hubo incomodidad pero después paso. Terminando de cenar lavamos los trastes y acomodamos todo, unos minutos después Mario de fue a su casa y yo fui a mi habitación.

-Nunca pude decirte lo mucho que te quería... -susurré viendo una foto mía con mi abuela. - ¿qué voy a hacer sin ti?, tu eras mi única familia.

Volví a llorar hasta quedarme dormida abrazando una almohada.

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Capitulo corto lo se, perdón.
Pero en compensación les dejó un pacman mexicano...

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Chau 💙