La mayor parte del tiempo, la noche tiene un efecto tranquilizador en las personas, algunas veces éstas cambian de un modo radical, su temperamento y actitudes no son los mismos que en el día. Nadie se pregunta el porqué de esto, debe ser debido a que prefieren disfrutar esas sensaciones que aparecen de la nada. Pero yo me pregunto ¿Cómo una persona tan tranquila puede convertirse en un descontrol, o como en un ser humano tan rebelde puede transformarse en el animal más dócil? Varias veces me he cuestionado sobre estas actitudes pero aún no logro hallar la respuesta a pesar de que sigo dándole vueltas al asunto. Lo sé, ustedes probablemente se estén preguntando ¿Cómo influye esto en el romance de nuestro protagonista? Paciencia, todo pronto de tornará más claro.
Suelen haber momentos, cuando no hablas con nadie, a causa de ser una persona un poco asocial que sientes el deseo de salir y hacer algo. Ver lo que hay afuera de las cuatro paredes de tu habitación y sentir esas extrañas percepciones que todos los demás parecen sentir menos tú. ¿Qué se sentirá salir a la calle? ¿Cómo puedes sentirte al estar rodeado de extraños? ¿Nervioso? ¿Tranquilo? ¿Será igual de seguro que estar dentro de casa? Tal vez no, pero era algo que debía averiguarse.
Rigby abrió varios de los cajones donde tenía su ropa, ninguno estaba especialmente ordenado, en todos podías encontrar cualquier cosa ya que en cierto modo era más fácil tener sus cosas así que ordenadas. Su pequeña y simple búsqueda de ropa logró como resultado una camiseta de color negro con cráneos verdes, unos jeans rasgados de color gris, y unas zapatillas de tonalidades rojas y negras como la noche que aguardaba afuera. Tomó un abrigo simple y salió de la habitación.
Desde la cima de las escaleras, el trayecto parecía más largo e incluso tuvo la necesidad de regresar ya que parecía una completa ridiculez, pero se abstuvo de esta última idea y avanzó con algo de temor. La perilla de la puerta estaba fría, sin duda peculiar pues a su parecer siempre estaba cálida debido a la cantidad considerable de personas que la tocaban para abrir y cerrar la puerta todos los días. El castaño tomó una larga bocanada de aire y cerrando los ojos unos segundos se aventuró hacía afuera, sin saber lo que le esperaba.
Estaba afuera, sólo había hecho eso pocas veces y en compañía de su familia, pero hace bastante tiempo no los veía. Unos meses, quizá un año entero. Pero estaba bien, debía estar solo para así aprender a sobrevivir por su cuenta, aunque eso no les impedía a sus padres llamar de vez en cuando para saber cómo estaba y lo que hacía.
Sentía sus pies más ligeros a cada paso que daba, era como volar. Pero la tierra no se alejaba y él todavía permanecía en el mundo real; dio unas pequeñas vueltas sabiendo que nadie lo observaba, se sentía bien. Una sonrisa iluminó su rostro moreno, estaba en una paz absoluta, la tranquilidad inundó su cuerpo haciendo que el temor se desvaneciera por completo, estaba preparado para ver personas e incluso no tendría miedo de socializar si era necesario. Sus pasos se dirigieron al centro de la ciudad, una parte de él se preguntaba como reaccionaría al estar ahí, ¿se arrepentiría? ¿Y sus padres? ¿Cuál sería la expresión en sus rostros al verlo así?
Cada centímetro era algo nuevo, un sentimiento o una sensación distinta que sólo lograba que se sintiera mejor cada segundo que pasaba. Pasaba sin prestar atención al lado de cada persona, no había notado la gente que todos los días caminaba por esas calles. Algunas eran mujeres adultas y serias de rostro inexpresivo, otras eran madres con niños que iban pegados a su falda con sus pequeñas manitos, la mayoría eran adolescentes de pantalones ajustados y tops pequeños. Los hombres también tenían estas características, pero la mayoría resaltaba por sus chaquetas de cuero negro, sus peinados extraños llenos de gel y su cuerpo cubierto de tatuajes.
Todo estaba en orden hasta que vio una figura conocida meterse en un callejón, lo recordaba ya que lo había visto apenas esa tarde en las audiciones. Claro que le había echado una mirada rápida y luego había seguido corriendo hacía la casa, pero lo recordaba por la mala espina que había causado en él. Sin hacer mucho ruido se acercó para poder descubrir quién era, se internó en el callejón preguntándose si lo encontraría pero al avanzar cada vez más notó que no había salida, pero ¿y el desconocido? ¿Se había esfumado? Su mirada se dirigió hacía el suelo pero solo se vio a él mismo en el reflejo de un charco de agua sucia, lentamente fue reaccionando y volviendo a ser el chico de antes.
¿Por qué estaba afuera, y para peor, solo en un pasadizo oscuro? Su labio inferior comenzó a temblar ligeramente, comenzaba a odiarse por haber salido de la casa en la noche. Empezó a correr, aterrado por lo que pudiese llegar a pasarle si no volvía rápido a su fortaleza segura, el pensar en las horribles probabilidades hacía que corriere más velozmente.
Al llegar cerró la puerta con fuerza y creó un fuerte de cojines. Era ridículo ser tan cobarde y temeroso al exterior, pero no podía evitarlo. Él era así.
Mientras se dormía abrazándose a sí mismo, pensó en el desconocido del callejón una última vez antes de sumergirse en el misterioso mundo de los sueños.El amanecer y la luz del sol lograron escabullirse dentro del fuerte de almohadas y sabanas, así que a pesar de lo planeado, terminó por despertar. Pasó una mano por sobre sus ojos para así poder despertarse un poco, estiró sus brazos (desarmando todo a su alrededor, aunque realmente no le importó) y dio un largo bostezo. En unas horas comenzaría su jornada de trabajo y deberían conocer a los nuevos actores. Parpadeó incrédulo varias veces, hoy vería a aquel atractivo chico de cabello azul al igual que sus ojos, se encontraba deseoso de volver a verlo.
Salió al baño para así poder arreglarse un poco, cepilló su cabello rizado y se lavó el rostro con agua para después lavarse los dientes con un bonito cepillo de color rojo, estaba algo nervioso pero a la vez se encontraba feliz. Sonrío frente al espejo, se veía bien. Al salir del baño percibió que su reflejo se había quedado en el espejo, mirando al vacio con expresión seria, asustado prendió la luz pero sólo había sido su imaginación haciéndole una mala pasada. Todo estaba bien.
No perdió el tiempo en buscar algún aperitivo, salió rápidamente afuera. Allí estaba aquel chico al que tanto estuvo esperando, rodeado de otras personas que nunca había visto. Excepto una. Entre todos ellos se encontraba ese muchacho que se parecía mucho a él, traía puesta una camiseta blanca y unos pantalones verdes, su buen humor se esfumó de inmediato sin saber porqué.
—¡Rigby, llegas temprano!—Benson fue hacía él y lo condujo hacía los internos nuevos, el menor saludó cortésmente a todos con un suave apretón de manos, luego de escuchar sus nombres intentó memorizarlos para no olvidarlos. Thomas era uno de los nuevos, era bastante joven y algo reservado, tenía el cabello rubio y varios piercings en las orejas; Jeremy era un chico de piel blanca como su cabello, anteojos grandes que resaltaban sus ojos rojos y tenía algo en él que lo hacía ver sumamente intimidante; Chad era el nombre de aquel desconocido tan parecido a él, lo único que lo diferenciaba era su cabello liso y sus ojos verdes; por último, pero no menos importante, estaba Mordecai, tenía algunas experiencias de actor gracias a la universidad en la que estudiaba, parecía ser alguien amable y con una actitud rebelde.
Minutos después de que todos estuviesen reunidos, marcharon hacía un gran salón de fiestas en donde se iban a hacer los ensayos a partir de ese momento. Dentro tenían que decidir quien iba a tener un papel principal o secundario; todos se repartieron por el enorme lugar y el gerente revisó unos papeles.
—De acuerdo hasta ahora solo tenemos un personaje principal seleccionado, es el momento de elegir a nuestra Julieta, ¿Quién quiere audicionar para su papel?— el pelirrojo miró a Chad que estaba por hablar, pero desvío su mirada al notar con sorpresa como Rigby levantaba ligeramente su mano— ¿Rigby? ¿Quieres audicionar?
—Sí. — respondió sin mirarlos, su vista no se apartaba del suelo por la vergüenza al decirlo. La mayoría de los que lo conocían estaban sorprendidos, pero no tenían ni la más mínima esperanza de que pudiese hacerlo ya que le costaba hablarle hasta a ellos.
—Bien, te daré cinco minutos para repasar el libreto, luego tendrás que interpretar que el primer acto: La galería en el palacio de Capuleto, lo harás con Mordecai quien interpretará a Romeo— indicó Benson mientras le pasaba el libreto con sus diálogos marcados. Mientras pasaban los minutos, el chico de ojos dorados seguía sin creer lo que estaba por hacer, ¿por qué se le había ocurrido esa tonta idea? ¿Cómo fue tan valiente para levantar su mano? Ahora le aterraba el hecho de tener que hablar y bailar frente a ellos.—Se acabó el tiempo.
La escena fue tranquila; en el momento del baile, Rigby se sentía incapaz de moverse, no debía hacer gran cosa pero aún así no sentía el suficiente poder interior como para bailar correctamente, en especial si lo hacía con Mordecai.
—¡Rigby debes soltarte más!— indicaba Benson que lo veía desde una mesa frente a ellos, necesitaba ser perfecto y eso no era perfección. Si realmente quería tener el papel de la hermosa Julieta tendría que esforzarse más.—De acuerdo ésta es la escena del beso, dan una vuelta y luego se besan porque están consumidos por la pasión y ya saben la historia.
El chico de ojos dorados se quedo congelado en el lugar, ¿besarlo? ¿Él? ¡No podía hacer eso! El público presente los observaba esperando impacientes, y ya algunos comenzaban a hartarse de la espera.
—Vamos Rigby no es tan difícil — dijo Chad mientras lo empujaba con suavidad, se colocaba en frente de Mordecai y se ponía en puntas de pie para luego besarlo. Sus bocas tenían una sincronía muy buena, y al separarse ambos se miraron de una forma que los demás no comprendían. En especial, Rigby.
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El mapache negro (Morby)
FanfictionLas almas más hermosas suelen resguardarse en los cuerpos de personas tímidas y asustadizas, pero ¿Qué pasaría si el portador de aquella alma decidiera cambiar? ¿Se volvería oscuro? Rigby ya no volverá a ser como antes, no después de lo que pasó...