Capitulo 8

227 14 0
                                    


  La situación era grave, o se iba a poner grave mejor dicho,Scott seguía hablandole y hablandole pero el seguía observando lo que sucedía metros más alla. Caminó un poco más rápido para oír mejor y su amigo tuvo que seguirlo sin entender muy bien lo que le sucedía.

Lydia caminaba con paso firme hacia Malia , ¿algún objetivo?

Ninguno, tan sólo advertirle algo. Además de dejarle en claro algunas cosas
¿Razón?

Le caía mal, la señorita perfección.

Lydia Martin no entendía, como podía existir una chica, tan pero tan...

Ni si quiera podía decirlo bien, para ella Malia Tate, era una impostora, falsa, chillona, simplona con carita de ángel, mosca muerta y podía seguir toda una tarde describiendo sus cualidades.

Odiaba que se pasease por el campus con aire de perfecta, odiaba que la mirase de aquella forma, odiaba a Malia y eso no iba a cambiar. La pelirroja, no solía tener muchos amigos, solo Allison en aquel estúpido instituto-como solía llamarle ella-y afuera, tenía sus dos mejores amigos, hombres porsupuesto, conocía tan bien a las chicas por culpa de aquel encierro, que no confiaba mucho en ellas, la morocha era la exepción claramente, pero sólo ella. Max y Charlie, eran hermanos gemelos, por lo tanto eran iguales, ellos eran los unico que la entendían, la cuidaban, eran confidentes, compañeros de fiesta, solían acompañarla y tratar de aconsejarla que llevara su vida mejor, pero no lograban nada....Lydia seguiría igual.

-Malia-le habló en cuanto estuvo frente a ella-¿como estás querida?-dijo irónica.

-Lydia-susurró mirando hacia un lado-bien, demasiado bien, ¿tú estas mal? ¿no?, digo te echaron de clases, la primera hora-acomodó su cabello hacia un lado (maldita puta)pensó-¿no querrás hacer sentir mal a tu madre de nuevo no?-sonrió de aquella manera que la hacía enfadar-.

-¡Que te interesa zorra!-se acercó peligrosamente a ella-espero que este año, no te metas mucho conmigo, ¿No querras que te moleste todo el año?-miró que al lado de ella y encontró a su mejor amiga-¿o no querrás que se repita lo mismo con Camille no?-sonrió acordandose de todo.

-¡No te vuelvas a meter con Camille!-exclamó defendiendo a su amiga.

-Entonces, ¡No te metas conmigo!, te lo advierto, no quiero repetir lo del año pasado-la tomó por lo hombros, mientras Malia hacía una muestra de desagrado-y no seas tan ...puta-susurró la ultima palabra, haciendo un poco de fuerza, empujó a Malia,esta callo sentada sobre el cesped, la miró sonriendo-Adios Tate.

Se alejó con su contorneo de caderas, mientras Malia la maldecía.

Al irse Lydia, un grupo de chicas que se encontraba admirando la escena, como se admira a una obra de arte, se alejó rápidamente como si fueran hormigas que estuvieran a punto de aplastarlas.

Scott se quedó embobadamente mirando el trasero de Lydia,que caminaba hasta quien sabe donde. El moreno aún vestido de chica, nunca cambiaría definitivamente ,mientras Stiles miraba aún la escena algo shockeado, si que se odiaban esas dos chicas, pensó.

Quiso darse vuelta, e irse a su habitación, pero su instinto de hombre, y gesto de caballerosidad le falló esta vez.

Rapidamente caminó hasta donde estaba su novia, y la ayudó a pararse.

-¿Estas bien?-preguntó con su voz aguda-¿te raspaste algo?-Malia levantó su mirada, al ver que dos manos, que se la hacían bastantes conocidas, la ayudaban.

-Yo-lo miró fijamente y nuevamente Stiles sintió el miedo de que lo reconociera-si, gracias-suspiró y limpió su uniforme.

-¿Te hizo algo esa chica?-él había presenciado todo, por lo que esa pregunta era bastante tonta en esa circunstancias, pero solamente quería quedarse con ella un momento más.

-No-gruñó- nada, esa tipa se cree con el derecho de...-suspiró-no vale la pena-le sonrió-gracias.

-De nada, si necesitas algo- se acomodó su cabello, de la forma que había aprendido a hacerlo-me llamas.

-Eh si-lo miró algo raro.

Sintió un brazo tironeandolo y para cuando se fue a dar cuenta, ya estaba lejos de Malia y Nico, lo llevaba caminando a no sabía donde.

-Parecías tonto-le dijo Scott-como es eso de, si necesitas algo, me llamas-lo imitó-se parece a la tecnica de seducción que usabamos a los dieciseis años hombre.

-Es mi novia-murmuró-¿querías que la dejara botada ahí?

-Se iba a parar sola-siguieron caminando hasta que llegaron al edificio en donde estaba su habitación-a todo esto-le habló como si se acabase de acordar de algo-la Pelirroja es de armas tomar eh-empezaron a subir las agotadoras escaleras-no se deja caer.

-No le digas pelirroja-una leve agitación comenzó a aparecer en su pecho, por el cansancio de las escaleras-se llama Lydia Martin y es nuestra compañera de habitación-Scott paró en un escalón e hiso que él tambien se detuviera.

-¿Que has dicho?

-Que esa pelirroja como le dices, es nuestra compañera de habitación junto a Allison.

-¡Si!-exclamó, como si fuera un niño que hubiera recibido lo que esperaba para navidad-¡Dios!-suspiró-la mejor noticia que he recibido, después de que supe que estabas loco.

Stiles, decidió no escucharlo y siguió subiendo escaleras, hasta llegar a su nueva habitación, entró y se encontró con Allison, acostada en su cama.

-Hola-saludó amablemente.

-Hey-dijo ella simplemente.

Negó con la cabeza disimuladamente, esa habitación, era la habitación de los locos, porque si lo admitía, los cuatro estaban locos.

Minutos después llegó Lydia no los tomó en cuenta, y sólo habló con Allison.

Scott se trataba de pintar las uñas, mientras miraba a Lydia con cara de pervertido, quizás que cosas pasaba por su cabeza, pensó él.

Ya por la noche, los dos esperaron que las chicas se durmieran para que ellos, se pusieran ese pijama-de abuelita, había dicho Scott-así no levantar sospechas, estuvieron tentados a sacarse las molestosas pelucas pero ¿que pasaría si alguna de las dos se despertaba antes que ellos y los veía sin las pelucas?

Prefirieron prevenir, ya se les ocurría algun plan para poder dormir sin ese monton de pelos en la cabeza.

Se despertó en la madrugada algo sobresaltado, por una pesadilla que había tenido, no le tomó mucha importancia, por lo que quizo volver a dormirse, pero no obtuvo resultados.

Ya cansado de levantó de la cama y fue hacia la ventana, el cielo estrellado de buenos aires se hacía presente, la luna brillaba en su intensidad, una noche perfecta.

-El primer día de muchos más-susurró

Fijó su vista en sus compañeras con el miedo de haberlas despertado pero no, Allison yacía tapada hasta la cabeza con la frazada, en cambio la pelirroja Lydia, no estaba para nada tapada.

Con su instinto de hombre, miró el cuerpo de aquella chica...o mejor dicho mujer
Era hermosa...

¿como una chica podía dormir con una simple tanga negra y una polera sin mangas?
No pudo evitar mirarla de arriba hacia abajo, la polera aunque fuera gris, hacía notar que estaba sin brazier, bajó la vista encontrandose con su estomago, un piercing en el ombligo adornaba su hermoso vientre, bastante sensual, y la tanga negra no dejaba nada a la imaginación.

Sus piernas cortas y bronceadas-supuso por el verano obviamente-estaban estiradas en una pose bastante....¡Dios! Entendía a Scott , cuando le daban ganas de follarsela, porque en ese momento muchas sensaciones ocurrían en su cuerpo. Pero no se las haría saber a su amigo moreno, no claro que no.

Sacudió su cabeza y se dirigió a su cama, se sentó en ella y sintió una molestia en su pantalón, mejor dicho...en su entrepierna.

¿Tendría que darse una ducha con agua helada?  

ENAMORATE-StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora