Capitulo 33

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Tomó un baño tranquilo, para tratar de relajarse, pero aun sentía una incertidumbre en su pecho que no la dejaba en paz. Se vistió normal, un jeans, sus botines, una polera simple y su chaleco de lana favorito, mató el tiempo de ocio haciendo cualquier cosa, hasta que sintió la voz de su madre que la llamaba.

-¡Lydia!, la cena está lista- ella suspiró.

Agarró su celular y marcó el número de Scott, mientras bajaba las escaleras. Llegó a la cocina y se sentó en la mesa, su padre estaba frente a ella, y su madre en la esquina de la mesa. Sonaron varios pitidos antes, que el moreno contestara.

-¿Hola?-la voz ronca de Scott, la hizo suponer que había estado durmiendo.

-Scott, soy Lydia-suspiró levemente y miró al frente, se encontró con la penetrante mirada de su padre que oía atentamente lo que hablaba ella.

-¿Lydia? que sorpresa, ¿sucede algo?-habló él.

-Te quería decir dos cosas, primero que todo-sonrió de medio lado-¿Me das el número y la dirección de Stiles?-rió un poco-Y bueno lo otro ¿No ha ido Stiles a tu casa?

-No Lydia-susurró extrañado-¿Debería haber venido?

-No, es que no sé-hizo una pausa-Se enteró de algo hoy-obvió el tema de Malia frente a su padre-Referido a bueno tu sabes-esperó que él entendiera, no podía hablar claro teniendo a dos pares de oídos escuchándola-Estoy algo preocupada, tratare de llamarlo mas tarde, e iré a su casa, pero si llega a hablarte, ¿me dices como está?

-Si no te preocupes-murmuró él-¿Debo preocuparme del estado de mi amigo?

-No lo sé-suspiró-Esperemos que no, pero bueno ¿me mandas lo que te pedí por mensaje?

-Si no te preocupes, te mando el numero y la dirección en unos momentos

-Bien, gracias Adiós.

-Adios-cortó el celular y se encontró con la mirada de su madre también.

-¿Quien es Stiles?-dijo Natalie.


-Un amigo-murmuró y se dispuso a comer lo que su madre había preparado. ¿Hace cuanto no comía en la mesa?

Sin malinterpretar claro, ella solía comer en su habitación o en la de su madre. Cuando estaban enojadas o no tenían buena relación-como en el último año-ella comía sola. Pero ahora estaba su padre, y cenar en la mesa, sería una buena ¿bienvenida?

-¿Vas a salir?-la voz ronca de su padre, la sorprendió levemente.

-si-respondió simple-¿Algún problema?-levantó la cabeza y lo enfrentó. No podía evitar sentir algo de emoción al ver el rostro de su padre, ¡Hace tanto no lo veía! le había hecho falta tanto, pero tanto.

Odiaba el sentimiento en el pecho que sentía aquel momento, quería correr a los brazos de su fuerte padre y abrazarlo con todas las ganas que tenía guardadas. Recordaba todo lo que había vivido en su infancia y sentía ganas de llorar. Para ella,él era un héroe con su traje de militar y con sus armas, era su héroe el que la protegería de los malos hombres-como solía decir de pequeña-el que la consolara ante alguna pena, pero él no había estado, y lo tenía bien merecido.

El dolor que había sentido al escuchar tales palabras de una de las personas que más admiraba y amaba, era la peor sensación del mundo, se había sentido fatal y luego de unos meses, había prometido que nadie más le volvería a gritar, nunca más.

Había aprendido la lección, no se quedaría callada nunca más, y por esto había tomado un carácter fuerte y directo. Nadie la sobrepasaría y nadie le haría sentir el mismo dolor que había causado el hombre que tenía frente a ella.

ENAMORATE-StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora