CAPITULO 4

26.1K 325 2
                                    

"Touché." 

"Me dejó todo en su testamento, es verdad, pero puedo asegurarte que no fue por amor."
"A sus ojos supongo que fue el menor de tres males."
Se encogió de hombros, aunque el gesto distaba de parecer despreocupado. Siempre deseó que Lorenzo la amara. Aún le dolía que nunca lo hubiera hecho. Puede ser que hubiese sido un hombre deshonesto, pero seguía siendo su padre. "Algo así," susurró. "Puedes ponerte la ropa cuando los criados estén alrededor, pero cuando estemos sólo los dos quiero verte siempre desnuda." 
Ella alzó la mirada, los ojos como platos. No contaba con esa concesión. "¿Entonces me crees?" preguntó en voz baja.
Él suspiró. "Puede ser que parezca un maldito idi*ota, pero sí, te creo."
"¿Entonces no vas a seguir castigándome por más tiempo?"
Frunció la frente. "¿Castigarte?"
Ella agitó una mano. "Obligándome a pasearme desnuda delante de todo el mundo."
La miró socarronamente. "No fue nunca un castigo."
Ella bufó al oír eso. ¿"Entonces por qué lo has hecho? ¿Para hacerme mejor persona?" preguntó sarcásticamente.
Él encogió los hombros. "Prefiero verte desnuda." 
Sus ojos se endurecieron. "Y no ha sido todo el mundo. Han sido tres personas. Tres personas en las que confío totalmente. Hay una diferencia." 
Dos eran gays, agregó mentalmente. Creía que Tom también lo era... hasta que el muy bastardo había tenido una erección mirando cómo ________ se masturbaba. A la mier*da su teoría. Y a la mier*da Tom como se le ocurriese acercarse a ella de nuevo. ________ movió la cabeza y suspiró, decidiendo que no era probable que solucionase el misterio de Harry Styles esta noche. Y, francamente, estaba demasiado cansada para intentarlo.
Ella rechazó su explicación con un gesto de la mano y se apretó las sienes. 
"Bien. ¿Entonces me puedo vestir ya?"
"No."
Le lanzó una mirada exasperada. "Pero si acabas de decir..."
"He dicho que cuando estemos solos tú estarás siempre desnuda." Miró alrededor del comedor. "De hecho, estamos solos."
Apretó los dientes con fuerza. "Eso es un tecnicismo. Podría entrar un criado en cualquier momento."
"No sin mi permiso. Saben bien lo que hacen."
"¿Y si se declara un fuego en la cocina y vienen todos aquí corriendo?" Él puso los ojos en blanco.
"¿O si, no sé, un huracán va a pasar por la isla y entran corriendo para advertirte? ¿O si...?"
" Creo que te estás olvidando de las cláusulas 52 y 53 de nuestro acuerdo prematrimonial, " interrumpió.
Ella entornó los ojos. "¿Cuáles son las cláusulas 52 y 53? Había tantas malditas cláusulas que es imposible acordarse de todas!"
"Puedo hacerte una fotocopia si quieres."
"¡... Arrg!"
"La cláusula 52," continuó sin inmutarse, "declara que mi esposa hará siempre lo que le diga sin rechistar. La cláusula 53 indica que mi esposa permanecerá siempre dulce, bien dispuesta y preparada para mí." Sus cejas se levantaron. 
"Has roto dos cláusulas en dos minutos. No es un buen comienzo, querida. Y en nuestra luna de miel aún menos. Tsk. Tsk."
Se le ensancharon las fosas nasales. "¡Ese acuerdo prematrimonial es ridículo y ambos lo sabemos!"
Él se levantó de la silla y arrojó la servilleta sobre la mesa. "Para ti, quizás, pero no para mí." 
________ se apretó las sienes, el ánimo de lucha se había apagado. "¿A dónde vas?" preguntó débilmente. Sus labios se apretaron juntos. "¡Y no quiero volver a oír que hacerte una pregunta rompe una de tus estúpidas cláusulas!"
"Voy a traerte algo de comer," dijo con paciencia exagerada. "No puedes comer pescado ni quieres que Marcel entre aquí, así que tendré que traerte la cena yo mismo."
"Oh." Contra eso no podía replicar nada malicioso.
Fiel a su palabra, le trajo una fuente llena de fruta, verdura, quesos y un buen trozo de tarta de chocolate. Era imposible que ella sola pudiese comerse todo eso
Pasaron el resto de la comida en silencio, ensimismado cada uno en sus pensamientos. Cuando acabaron, Harry la escoltó a su dormitorio en el tercer piso usando una entrada trasera para que nadie la viese desnuda. Después de cerrar la puerta a su espalda la estrechó entre sus brazos y la besó apasionadamente. Sus manos acariciaron sus pechos, su trasero, su se*xo, todo su cuerpo, y sus labios le devoraron la boca. Cuando levantó la cabeza y se apartó, ella jadeaba sin aliento.
"Hasta mañana," murmuró, posando posesivamente la mano en su pecho. Rozó uno de sus pezones con la yema de los dedos. "Te estoy dando un poco más de tiempo para que te acostumbres a la idea de ser mía, así que te sugiero que lo uses sabiamente." Sus ojos descendieron desde su cara hasta su vagina afeitada y retrocedieron de nuevo. "No soy un hombre demasiado paciente." 
_________ asintió, tímidamente, mientras una especie de depravada desilusión la invadía. Miró como Harry atravesaba la puerta doble del dormitorio; una parte de ella se alegraba de que se fuese pero otra parte deseaba que volviera.
Se hundió en la lujosa cama y un suspiro se escapó de sus labios. Deslizándose entre las sábanas, alcanzó la lámpara de la cabecera y la apagó, luego se acurrucó sintiéndose sola en el inmenso lecho.
¿Por qué se había casado Harry con ella? se preguntó por enésima vez. ¿Qué quería de ella? Siempre estaba hablando de posesión y de estrictas cláusulas matrimoniales, pero hasta el momento había sido delicado con ella, incluso comprensivo. Era como si quisiera realmente que ella se acostumbrase a él. 
_______se dio la vuelta y se apoyó en un costado, diciéndose que sería mejor que durmiese un poco e intentara olvidarse de su enigmático marido. El amanecer llegaría enseguida. Y traería respuestas prometedoras.
Harry siempre había sabido que, con el tiempo, ______ acabaría viendo las cosas a su manera. Y había tenido razón. La hija de Lorenzo (tu apellido) era todo lo que el viejo bastardo había pregonado que sería e incluso más. Durante todos estos años había sido la roca que había mantenido unida a la familia del corrupto patriarca. Era el cerebro de la compañía y había conseguido desviar tres de las anteriores tentativas de Harry de asumir el control de (tu apellido) Chemicals.
Pero al final, su victoria había sido inevitable.
Harry se había mostrado paciente en todas las anteriores ocasiones en que ________había conseguido frustrarlo. Él sabía que Lorenzo había malgastado los activos de la compañía antes de su muerte, y eso significaba que no era mucho lo que la pequeña _______podría hacer para salvarla.
Una vez más había tenido razón. Por fin -por fin- los pecados de Lorenzo (tu apellido) habían completado el círculo. Y Harry Styles recibiría la herencia que los labios mentirosos de Lorenzo le habían prometido tiempo atrás.
Conseguiría a la hermosa y práctica
_______ _______. Conseguiría a la mujer con la que había sido torturado y acicateado todos los años que había trabajado para Lorenzo. Conseguiría a la mujer que había colocado en un pedestal, la mujer que había parecido inalcanzable para un hombre de baja clase social.
"Es una auténtica joya," presumía Lorenzo mientras los dos hombres miraban como ______trabajaba en su escritorio. Ella no sabía que la miraban. "Oh, si, ya sé que no es muy hermosa, pero es más inteligente que un rayo y leal hasta la médula."
Harry frunció el ceño. ¿Cómo podía decir que no era hermosa? No se parecía a las amantes anoréxicas de Lorenzo que siempre aparecían por la oficina reclamando su atención (y la de su cartera), pero nunca había visto una belleza más exótica y exuberante. Personalmente, Harry prefería sus curvas voluptuosas a las mujeres esqueléticas y de pecho inexistente con quien Lorenzo engañaba a su mujer. "Estoy de acuerdo," murmuró Harry, "en que es una joya."
Lorenzo sonrió. "Me agrada que pienses así, porque pienso dártela, hijo."
Sus cejas se levantaron. "¿Dármela?"
Lorenzo resopló ante su confusión. "Sé que no es políticamente correcto hablar así de una mujer, pero créeme, hijo, los matrimonios de los ricos y los poderosos siempre son concertados. Un hombre de mi posición no puede permitirse que su heredera se vaya con cualquiera."
"¿Heredera? ¿No herederá su hijo?"
"Ni un centavo."
Recordando el pasado, Harry se decía que debería haberse percatado de la primera pista de la verdadera personalidad de Lorenzo. Que un hombre pudiese desheredar a su propio hijo sin ningún remordimiento estaba más allá de su capacidad de comprensión. Pero él lo admiraba, incluso había evitado pensar en que sus infidelidades eran una muestra de debilidad. Todo porque Lorenzo (tu apellido) había conseguido hacer creer a Harry que estaba destinado a ser alguien.
Lorenzo lo había convencido de que su origen humilde no importaba. Y estaba en lo cierto. Harry Styles tenía el valor y el empuje necesarios para llegar a la cima.
Su pene se irguió cuando vió trabajando a ________. La inalcanzable hija de Lorenzo (tu apellido) le había sido ofrecida en bandeja de plata. Al hijo de un ama de casa y de un portero con salario mínimo, parecía demasiado bueno para ser verdad.
Se la veía tan dulce e inocente allí sentada, con sus largos rizos cafe claro enmarcando esa carita de ángel. Parecía un cordero que no sabe que está a punto de ser comido por un león. Pero ahora sólo tenía dieciocho años, se recordó, y estaba trabajando en (tu apellido) Chemicals a media jornada mientras acababa sus estudios universitarios. Lorenzo le daría unos años más para madurar y entonces le entregaría su mano en matrimonio a Harry.
"Me sentiría muy honrado de aceptar su mano," decía Harry en voz baja, mirándola hipnotizado. "Muy honrado..."
Harry la había idealizado todos estos años. La colocó en un pedestal que ninguna otra mujer podría alcanzar, por eso sus relaciones terminaron invariablemente cuando las mujeres de su vida palidecían en comparación con ella.
Dos años más tarde cuando Lorenzo lo había puesto de patitas en la calle, no era la pérdida de su trabajo lo que había lamentado. Ni tampoco el robo de su proyecto, un proyecto que había supuesto millones para (tu apellido) Chemicals. No. Fue la pérdida de ______ lo que lo había convertido en alguien más despiadado y peligroso de lo que había sido jamás. Se la habían colocado delante como un espejismo en el desierto, y luego se la habían arrebatado sin remordimientos.
Los pecados de Lorenzo (tu apellido) habían completado el círculo...
Harry arrojó la corbata en el vestidor, preparándose para acostarse esta noche y solamente esta noche sin su espejismo en el desierto. Sabía que su esposa pensaba que era indigno de ella. También sabía que esto le tenía sin cuidado. Su pene se endureció cuando finalmente lo envolvió la realidad de la situación: Había ganado. Había asumido el control de (tu apellido) Chemicals y _______ no había tenido otra opción que aceptarlo como marido. Eso o su familia lo perderían todo. En realidad, él no tenía intención de apoderarse de nada que perteneciese a su familia, pero un hombre de negocios astuto sabía jugar sus cartas. Y Harry era el más astuto.
Y ahora _______ _______ era suya. Suya para tomarla, suya para embarazarla, suya para... poseerla.
Harry no tenía ninguna intención de conformarse con una relación fría y cortés con su esposa como sucedía en muchos matrimonios de la alta sociedad. Cuando le había dicho que sería su dueño, quería decir justo eso. Con todas las palabras

"Enséñame tu vagina." Su expresión se endureció. "Cuando estamos sentados los dos juntos y a solas, quiero que tengas siempre las piernas separadas y abiertas de par en par. No debería tener que pedir que me enseñes algo que es sólo mío."
Con la caída de la tarde el aire se enfrió, erizándole la piel. Sus pezones se endurecieron cuando la fresca brisa los golpeó, tensándolos en apretados y sensibles botones. 
"Por favor, ¿me puedo vestir?" Suplicó ________. Reclinada en la tumbona miró distraidamente la margarita que tenía delante y que ni siquiera había probado, sus ojos vagaron luego hacia la piscina diseñada a imagen de las lagunas de la isla. Estaba rodeada por una selva ficticia densamente poblada por palmeras y exóticos helechos. "Empieza a hacer frío."
"No," dijo únicamente, mientras apartaba un momento la mirada de la hoja de cálculo que había estado leyendo en el ordenador. Sus ojos se endurecieron. 
"Creo que te dije que separases las piernas. Cuando levanto la vista del trabajo quiero ver tu espléndida vagina expuesta para mí." Volvió a bajar los ojos estudiando atentamente el balance administrativo que tenía delante.
Sus fosas nasales se abrieron pero separó las piernas. 
"¿Está mejor así?" preguntó con voz helada.
Harry volvió a alzar los ojos. No prestó atención a la mirada indignada que le lanzó.
"Infinitamente," murmuró. 
_______suspiró, cediendo. No tenía ni idea de cuánto tiempo pensaba mantenerla desnuda y con las piernas abiertas, aunque esperaba que la novedad pasase pronto. Además, necesitaba alejarse de él. Porque si no... ¿cómo podría tramar algo para recobrar el imperio familiar? Aunque, por otra parte, pensó con tristeza, seguro que él ya se había dado cuenta de eso.
Bastardo.
La furia de ________ duró unos diez minutos más hasta que poco a poco se fue quedando dormida. Mil preguntas y preocupaciones bullían en su mente pero finalmente sus párpados, cada vez más y más pesados, acabaron por cerrarse.
¿Qué deseaba Harry de ella? ¿Por qué insistía en mantenerla así desnuda y despatarrada? ¿Se trataba solamente de venganza, o quizás muy en el fondo la quería de verdad pero se negaba a admitirlo?
Se quedó dormida en la tumbona, mientras la fresca brisa tropical acariciaba su sexo abierto y endurecía sus pezones. Su último pensamiento coherente fue que realmente no importaban cuáles fuesen las motivaciones de Harry. Era evidente que él había hecho exactamente lo que dijo que haría y ahora ella le pertenecía por completo.

Pecados Paternos Harry & Tu (super Hot) TERMINADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora