Más allá de la primera impresión

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Pareja: Viktor x Yuuri (Victuuri), leve Yurio x Yuuri.

Resumen: Un bailarín profesional, con una pasión poderosa por lo que hace, toda esa fuerza desbordándose desde su frágil corazón de cristal. Esa será la persona adecuada para cambiar tu perspectiva en cosas que estabas seguro que nunca cambiarían. En este momento Yuuri Katsuki les ha dado vida y amor a más personas de las se imaginaba.

Advertencias:Omegaverse, Yaoi, Lemon, M-preg, Semi-AU.

Disclaimer: Yuri on Ice no me pertenece. Todos los personajes implicados en este fanfic le pertenecen a Mitsuro Kubo.

Muchas gracias a Mawu Valkier por ser la beta definitiva para este fanfic, realmente le agradezco el tiempo que ella me brindará para corregir todo error que pueda tener una persona como yo.

Sé que aprenderé mucho de ella y de este modo ser capaz de escribir mejores cosas para todos ustedes. Estoy seguro que ella hará un excelente trabajo para esta historia.

Nuevamente, muchas gracias.

Mi caja musical.

Capítulo 3.

Más allá de la primera impresión.

Viktor se quedó ahí sin moverse, observando, analizando, sin embargo, nada sucedió.

El no hacía esto, es decir, claro que lo hacía, pero no era algo a lo que estuviera aficionado a efectuar. Sorprendente fue que lo realizara en un lugar público y sin siquiera pensarlo bien como regularmente lo hacía antes de realizar cualquier estupidez suya. Yuuri, el ahora coentrenador y coreógrafo de su compañero de pista, "El hada rusa"; no parecía reaccionar a la fuerte señal que el mayor mandaba hacia el entorno, el único quien parecía percibirla era el rubio, mostrando su irritación a través de su lenguaje corporal. El ceño fruncido deformaba aquel aspecto angelical que el joven alfa se cargaba de momento en su joven rostro; su boca se mantenía en una línea apretada para no mostrar los dientes que rechinaban en la rabia acumulada dentro de sí.

¿Por qué aquel alfa no mostraba disgusto ante Viktor?

Le estaba retando con ese mar de feromonas territoriales, y por lo que veía, nada parecía ser efectivo para alterar a Yuuri. Marcar territorio era la forma más agresiva de iniciar un altercado si el otro alfa en cuestión no se retiraba luego de la advertencia.

Sin embargo, ahí se encontraba Yuuri, leyendo algunos de sus apuntes con una expresión serena en su rostro; dando de vez en cuando un sorbo a su café con tranquilidad.

—¿Quieres parar ya anciano?, me estas sacando de quicio —susurró con dureza Plisetsky al tiempo que levantaba su mentón tratando de ser intimidante para el hombre que le sacaba como veinte centímetros de altura.

Las miradas de los alfas rusos chocaron con vigor. La habitación fue ocupada con el aroma de los dos patinadores molestos. Su postura y su lenguaje corporal era una clara manifestación de su establecida naturaleza hostil: pecho inflado, mentón arriba con altivez, puño cerrados y solo por un pelo casi mostraban su feroz dentadura.

Ese fue el momento más indicado que Yuuri pudo tomar para marcharse de la cafetería; saliendo disparado nada más pudo ver que la situación de esos alfas se intensificaba. No quería estar ahí cuando se iniciarán los golpes. El miedo le estaba provocando un nudo sofocante en su garganta; todo ese aroma le mareaba mucho, tenía que haber salido desde hace rato, ahora el estrés le caía en la boca del estómago.

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