Capítulo 15

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Capítulo 15

Cris

A pocas horas de acabar el año...

Después de la más rara navidad donde mi padre nos llevó con sus padres para la cena, que por milagro no fue tan malo... a mis abuelos les agrado, aunque me dicen que no debo meterme en problemas. Lo intento, pero soy un imán de problemas.

Por otra parte, hoy es mi cumpleaños y el primero que no estaré con Alex desde hace doce años...

Doce años de amistad y él aun me oculta cosas. Un verdadero amigo siempre te dirá las cosas, aunque estas te duelan, pero para eso están los amigos para decirte tus verdades en tu cara y te ayudaran a ser mejor.

Me oculto que mi ex novio solo me veía como una apuesta, viví un cliché y ni me enteré hasta hace unas semanas.

Solo perdónalo, es tu mejor amigo. Debió tener sus razones.

No me dio ninguna razón.

Ni siquiera lo dejaste hablar ni acercarse a ti.

Te odio.

Porque tengo razón y solo te estas amargando, creo que ya pensaste lo que tenías que pensar.

Crucé el lumbral de mi casa y me encontré con Kaely en el sofá...

-Hasta que llegan – dijo saludando a Paula que apenas entraba

Esto solo puede ser una cosa.... fiesta

-Díganme que no es lo que pienso

-Si lo es – respondieron al unísono

No te amargues, diviértete.

-Muy bien ¿qué me pondré?

-Llamare a Sara si.... Espera ¿Qué dijiste?

-Pregunte que me pondría

-Wow, no sé qué te paso, pero me agrada. Está en tu habitación vamos

Subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación. Entramos y en mi casa estaba extendido un vestido. La parte de arriba era de tirante y plateada con mucho brillo que caía en una falda blanca. Sabía que ella lo había escogido, era algo sencillo pero llamativo.

-Tienes dos horas para arreglarte, vendremos por ti a las ocho. Feliz cumpleaños otra vez, tu regalo está en el escritorio – cuando voltee Kaely ya había salido

En mi escritorio había una bolsa, la abrí y saqué un libro "Love Rosie". Amo a esa mujer, siempre sabe que regalarme. Coloque el libro en mi pequeña biblioteca que tenía en mi habitación. Caminé hasta la ventana y abrí la cortina. Desde aquí podía observar su habitación vacía.

Tenía que relajarme y dejar de pensar en eso, ya tendría tiempo de solucionarlo.

Decidida entre al baño, necesitaba un baño de espuma. Me despoje de toda mi ropa mientras dejaba que la bañera se terminara de llenar. Cerré el grifo y me sumergí. Sentía mi cuerpo relajado, justo lo que necesitaba.

Cuando noté que mis manos empezaron a quedar como las de mi abuela supe que debía salir. Me envolví en mi toalla y salí del baño. Rebusque en mi cajón hasta encontrar unas bragas negras de encaje. Cogí el vestido entre mis manos para ver si necesitaría un sujetador, pero tal parece que no. Aún era temprano, me puse una camiseta y baje a la cocina. Ahora que lo recuerdo solo almorcé. Me preparé un sándwich y volví a mi habitación. Aproveche revisar mis mensajes mientras comía. Después de responder todos y gastar mi comida me lave los dientes. Ya eran las siete, que rápido se va el tiempo. Me quité la camisa y me puse el vestido. Me maquile un poco y cepille mi cabello. Termine media hora antes y ahora no sabía qué hacer. Camine haca la venta por segunda vez en el día, las luces estaban apagadas quizá valla a la fiesta o tal vez no. Resignada baje las escaleras y me encontré a mi abuela tejiendo.

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