III

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Una semana llevábamos hablando él y yo por whatsapp.
Frenéticamente, a todas horas, no podía evitarlo. Somos tan diferentes pero no podemos dejar de hablarnos. Hoy es 23 de Abril uno de mis días favoritos. Rosas y libros ocupan las calles de todas las ciudades. A la hora del patio mis amigos y yo decidimos fugarnos, que aburrimiento de talleres especiales en el Instituto. Así que terminamos en una pequeña plaza, que me resultaba familiar y me recordaba a él.
Recibí un whatsapp, de él.

Hola, que haces algo ahora? Quiero verte🙈
-eii😊
+no, no hago nada, donde nos vemos?
+en media hora en la plaza del mercado?
-vale.

Me despedí de mis amigos y empecé a caminar. Las calles lucían preciosas, todas llenas de puestos con rosas y flores, aproveche y compré una. No habíamos hablado de literatura, mejor esto que nada. Me estaba acercando a un banco, una dulce sonrisa y unos ojos como miel se posaban en este. No paraba de girarse y observar hasta que al fin, me cazó con la mirada. Los nervios se hicieron presentes. Para mi sorpresa habían amigas suyas... que vergüenza dios.

Nos saludamos y le dí el detalle. No se lo esperaba para nada. Empezamos a caminar y de repente.
-Y bueno... Entonces sí?
+El que?-no sabía a que se refería.
-Que si, probamos algo durante un tiempo.
-Sí.

Así es, estaba manteniendo un lio con el chico que me gustaba. Llegamos hasta su instituto y estábamos sentados juntos.

-Esta tarde quedamos?-me preguntó con una sonrisa.
+Sí, a que hora?
-Mmm... A las cinco?
+Perfecto.

Y me despedí sin más.

XXIIIWhere stories live. Discover now