Desde ese día Chris se pasaba todo el tiempo mirándome: me observaba escribiendo mis apuntes, leyendo mis libros, conversando con mis amigas, incluso sentía su mirada cuando no hacía nada y solo me mantenía en silencio mirando al techo. Las cosas se mantuvieron así durante una semana y media hasta que, en una clase de arte, mientras hacíamos figuritas con arcilla, se me acercó.
-¿Qué haces? -me pregunta.
-Pues ya terminé mi figurita -le dije levantándola-, es un puerquito -él sonrió.
-¿Y eso que tienes ahí? -dijo señalando la figura de arcilla que estaba modelando en ese momento.
-Ah, es un corazón -dije-, pero no como uno de verdad, solo es uno de esos corazones que todos usan para representar el... -me detuve, sentía la intensa mirada de Chris en mi rostro.
-¿El amor? -dijo él, terminando la frase, me sonrojé.
-Sí -dije con un hilo de voz-, el amor.
En ese momento Chris saca un palillo de su bolsillo y comienza a tallar algo en la figurita de corazón. Cuando por fin lo veo sonrío. Había tallado <<L y C>> en él.
-Así queda mucho mejor -me sonríe dulcemente y se va a su pupitre. Yo me quedé helada, ¿eso acaso era una especie de declaración?
Pensé en ello durante el resto del día, hasta que sonó la campana que indicaba que las clases habían acabado y debíamos volver a casa. Me quedé de las últimas en el salón porque había perdido un lápiz y lo estaba buscando y, cuando me disponía a coger mi mochila para salir, Chris entra al salón.
-Hola linda -me dice, yo sonrío.
-Hola Chris, ¿qué haces? -digo mientras cojo mi mochila y la cuelgo en un de mis hombros.
-Pues nada, quería verte -me dice sonriente.
-Pues... -no tenía idea de qué rayos decir en ese momento, así que opté por lo primero que se me vino a la cabeza- ya me viste, me tengo que ir, adiós.
Luego de eso pasé por su lado y caminé hacia la puerta, la cual se cerró en mis narices. Dos chicos estaban afuera sujetando la puerta. Mierda. Me volteé hacia Chris.
-¿Qué es esto? -le pregunto. Él solo se limita a acercarse lentamente hasta estar a centímetros de mí.
-Bueno...
Entonces me toma de la barbilla y me acerca mucho más a él, nuestros rostros están a un par de centímetros de distancia, puedo sentir su respiración, mi pulso está a mil por minuto, no sé qué hacer. Quise decir algo, pero apenas abrí la boca para hacerlo, Chris acercó sus labios... y me besó. Sentí un pequeño cosquilleo en mi estómago. Era mi primer beso... y con el chico que me gustaba.
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Malos Amores Y Falsas Amigas ©
Teen Fiction¿Por qué ya no me interesan los "chicos malos"? Es simple: fue porque aprendí que éstos no hacen más que traer problemas y lágrimas. **Nota de la autora: Aquí está lo prometido, esta es la historia que relata la primera decepción amorosa de Lau...