Narra Leyna
Entre al maldito salón y todos se quedaban viéndome, me sente atrás, todos abrieron sus bocas en forma de o , ya no di mas.
-¡¿Qué rayos miran idiotas?!- les grite, todos se dieron la vuelta de mala gana y incluso algunos susurrando cosas, puse los ojos en blanco y saque mi libro, me puse a leer, hasta que dieron un portazo y esa pinche mirada otra vez sobre mi, alce la mirada preparándome para discutir, pero Johan solo me miro luego miro el lugar vacio a mi lado y se sento, rode los ojos y segui en mi lectura.
-Mañana no te quiero ver en mi lugar- advirtió.
Antes de que le respondiera entro el profesor y tras de el la arpía, ella me miro con odio y luego miro a Johan con asombro.
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Llego la hora de almuerzo, sali del laboratorio de química y fui a la terraza antes de matar a alguien, llegue y vi a Johan de espaldas mirando a la nada, no le tome atención y fui al otro extremo me puse mis audífonos.
Sentí su mirada tras mio, luego sentí que alguien me toco el hombro, me gire y es ese tarado, me quite los audífonos y espere a que hablara.
-Eres mía...nueva mensajera- dijo en un tono serio, lo mire a los ojos.
-Puedes irte a buscar otra a quien molestar, no esto de humor-se rio.
-Vamos a comer mensajera- me agarro del brazo y me empezó a jalar, me intente liberar pero solo apretó su agarre.
-Suéltame idiota-le ordene, el se detuvo, me miro, sonrió con malicia y me llevo a rastras hasta el comedor, estoy furiosa y en cuento me suelte vera que no debió joderme a mi.
-Te dije que vamos a comer- me empujo y caí en una de las sillas, otra vez esas idiotas miradas y sus bocas listas para que se le meta una mosca, bufe.
-No tengo estúpida hambre así que me largo idiota- le sonreí y me pare tirando la silla, di un par de pasos y escuche un ruido fatal, me gire y me tope con la mirada de Johan furiosa, empezó a acercarse a mi, lo rete con la mirada pero antes de que llegara Fernando me agarro del brazo y ma jalo hasta un salón. Ahí nos encerró, cuando lo estaba por reñir se escucho unos golpes locos en la puerta, mire y Johan, es persistente debo admitir pero ya me arto, camine hacia la puerta le quite el seguro y antes de que dijera una palabras Johan me agarro de la camisa, me levantó y me estampo contra la pared, me quede congelada viendo en sus ojos mil ira.
-¿Miedo mensajera?- se burlo y me percate que estaba sudando y mi respiración acelerada.
-Nunca, menos a un idiota como tu- sonreí forzada.
-Johan ya déjala, está conmigo, no volverá a pasar sea lo que sea que te haya molestado- era la voz débil de Fernando, Johan miro que era débil, lo se porque esa misma mirada uso yo cuando se que la persona no podrá y se acabara rindiendo de rodillas frente a mi.
-Cállate Fer, yo me cuido sola-gruñi para intentar que pensara lo contrario a lo que se que esta pensando, pero su mirada no cambio, eso es mala señal.
-Es mía, mi nueva mensajera- la cara de Fernando palideció.
-Ándate al infierno – me miro y me bajo por fin, pero no me solto, sonreí y le di un rodillazo en la entrepierna, el cayo de rodillas al piso, Fernando se quedo espantado, lo jale del brazo hasta uno de los patios, ahí no pude aguantar más la risa.
-Leyna, no es para reírse, es para llorar- dijo en un tono serio.
-Se lo merecía por idiota-
-Firmaste tu muerte Leyna-me dio la espalda y se fue caminando como un zombi.