La hermana de Louis Tomlinson (Niall y Tu)

Capitulo 19

– Por supuesto.–murmura el castaño tomando las cajas entre sus manos a la vez que yo agarro unas cervezas.

– Va ganando Irlanda.–canturrea Niall.

– ¿A cuánto va? –pregunto.

– Irlanda 2 Italia 0.–contesta Liam.

– Tengo hambre.–avisa Zayn.

– Yo igual.–dice Harry abriendo una de las cajas a la vez que se lleva una porción de pizza a su boca.

– Bebé, ¿me puedes dar una? –me pregunta el rubio.

– Claro.–murmuro tomando dos porciones y dándole una a él.

[...]

– ¡Ganamos! –festeja Niall.

– Tengo sueño.–dice Harry frotándose los ojos. Que tierno.

– Yo igual.–dicen Louis y Zayn al unísono.

– Y yo.–anuncia Liam cerrando los ojos. –Hasta mañana chicos.

– Hasta mañana.–decimos todos.

– Niall, a la cama amor.–susurro acariciando su cabello al ver como le pesan sus párpados.

– Adiós chicos.–murmura el rubio tomando mi mano.

– Adiós Niall. Dulces sueños Tn.–dice Harry.

– Igualmente.–digo viendo que es el único despierto en la sala.

Al llegar a la habitación Niall se sienta en el borde de la cama. Me pongo de rodillas y le saco sus zapatos.

– Estira las piernas.–digo y lo hace con una pequeña sonrisa.

– ¿Por qué me mimas tanto?

– Porque te amo. ¿Sabes? –sonríe aún más mientras intento bajar sus jeans.

– También te amo.

– Levanta el trasero Horan.–río levemente y él lo hace. Me pongo de pie. –Arriba los brazos.–como un robot, obedece y deslizo su camiseta fuera de su torso.

Me deleito pasando mis dedos por la suave y tibia piel de su torso. Alzo la vista a su rostro y veo una sonrisa pícara en el.

– ¿Qué? –pregunto en una leve risa.

– ¿Te gusta lo que ves?

– Mucho.–murmuro alzando mis manos a sus mejillas y besándolo lentamente. Sonrío. –Anda, estás cansado. Descansa.

– Pero duerme conmigo.–lo miro.

– Bien. Acuéstate.–digo mientras voy a su armario y tomo una camiseta. Me deshago de mis prendas y me coloco su camiseta para luego correr a la cama y tumbarme a su lado.

– ¿Tn? –susurra.

– ¿Hm? –murmuro con los ojos cerrados. Su mano se alza a mi cabello y comienza a acariciarme.

– Te amo. Mucho.–sonrió.

– Yo a ti, angelito.–su brazo rodea mi cintura pegándome a él. Volteo para quedar frente a frente. – Eres precioso.–murmuro admirando su rostro.

– Eres hermosa.–susurra con una sonrisa en su rostro. Una jodida hermosa sonrisa. Deslizo mis dedos en su sedoso cabello, seguido acaricio su rostro y sus labios.

– Pareces irreal.–digo apenas audible.

– ¿Por qué?

– Porque eres perfecto.

– No lo soy.

– A callar, Niall. Lo eres y punto.–sonrío. Y sin poder evitarlo, lo beso. Una y otra, y otra, y otra vez notando como su respiración se dificulta cada vez más a la vez que sus mejillas se tornan carmesí. Por Dios que tierno.

– Tus besos me sacan de control. Basta.–pide con una sonrisa inocente.

– Eres tan tierno sonrojado.–sus mejillas se sonrojan furiosamente y beso una de ellas. –Hasta mañana cariño.

– Dulces sueños, bebé.

[...]

– ¡YO TENGO UN ELEFANTE QUE SE LLAMA TROMPITA, QUE MUEVE LAS OREJAS LLAMANDO A SU MAMITA! –canta el ruloso golpeando un tambor fuertemente.

– ¡Mierda! –maldigo cayendo de la cama al momento en que lo golpea en mi oído. –Jodido Harry del demonio.–murmuro.

– ¡Oye! Esa boca.–me regaña el castaño.

– Vete a la mierda.–le digo enseñándole mi dedo del medio. Se lleva las manos al pecho haciéndose el ofendido.

– Pues gracias.–miro a Niall. El rubio ni se ha inmutado con todo el ruido, aún así, sigue durmiendo como un bebé.

– ¿Serías tan amable de darme privacidad al menos para cambiarme de ropa? Gracias.–digo empujando al ruloso fuera de la habitación.

– ¡Oye! Si no me quieres aquí solo dilo, no es necesario que pongas excusas.–murmura sacándome la lengua. Cierro la puerta en su cara.

– Niall cariño.–susurro acercándome al rubio lentamente. –Bebé, despierta.–acaricio su cabellera dorada, mis dedos se desplazan por sus suaves y cortos mechones delicadamente demostrándole todo mi amor, pues, no soy muy paciente.

– Hmm...–gruñe hundiendo su rostro en la almohada mientras se remueve. –Solo quince minutos más.

– No.–digo subiéndome a horcajadas sobre sus caderas. –Vamos, despierta.–pido dejando húmedos besos por su cuello mientras mi chico ríe levemente.

– No hagas eso.–suplica riendo. –Me haces cosquillas.

– ¿Cosquillas? –pregunto mirándolo con una ceja levantada. –Antes no te daba "cosquillas".–murmuro traviesa chasqueando la lengua. Noto como sus mejillas toman cierto color. –Oh vamos.–río levemente. –No es nada que no haya notado antes. –menciono atrapando mi labio inferior entre mis dientes.

– Amanecimos juguetona, eh.–murmura tomándome de las caderas y de un momento a otro dejándome entre su cuerpo y el colchón.

– No tienes idea.–susurro hundiendo mis dedos en sus cabellos mientras centro mi mirada en sus ojos profundamente azules con su brillo característico. –¿Alguna vez te he dicho lo hermoso que eres? –cuestiono alzando mi otra mano hacia su rostro para acariciarlo suavemente.

– No.–sonríe. – Pero puedo apostar a que eres mucho más hermosa.–murmura mirando detenidamente mi rostro.

– No pienso igual.–musito clavando mis ojos en sus labios. Sus deseables labios. – Dios, me fundiría en ellos.–susurro antes de atacar sus labios con desesperación y deseo. Rápidamente los labios del rubio responden y sonríe. Repaso mi lengua por su labio inferior para luego chuparlo y morderlo levemente dejándolo deseoso de más. Mi chico jadea y rápidamente busca mi lengua para enredarla con la suya, tira de mi labio inferior y al instante llevo mis manos a su nuca para acercarlo más a mi, como si fuese posible pero el rubio toma mis manos, las lleva sobre mi cabeza y las retiene allí logrando que no pueda moverme. – Mhm. Niall.–gimo levemente al sentir sus labios en mi cuello.

– Shh nena.–murmura clavando sus dientes en mi piel sensible. Desliza su lengua en mi cuello, chupa probablemente dejando una marca mientras sus manos recorren mi cuerpo colándose por debajo de la camiseta y acaricia mis caderas.

– Oh Dios.–murmuro en un jadeo, siento su sonrisa en mi cuello y levanta la cabeza topando su mirada con la mía. – ¿Qué? –pregunto respirando agitada, mi chico niega con la cabeza y toma su labio inferior entre sus dientes mirando mis labios mientras siento sus manos juguetonas bajar mis bragas. – Niall, ¿qué...? –sus labios toman los míos callándome y lentamente baja a mis pechos. Esta será una larga mañana.