Mí culpa

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He decidido cambiar para él, para que no se sintiera menos preciado por mí, se cómo se siente cuando un ser que se supone tiene que ser una fuerza simplemente es alguien que solo te juzga ya tenía suficiente con su familia.

Mi vida después de aquel día que me sentí morir cuando sugirió que rompiéramos ha girado completamente alrededor de él no contestaba llamadas de nadie cuando estaba a su lado, empecé a comprar ropa más holgada y le preguntaba que le parecía lo que traía puesto, si no le gustaba lo cambiaba de inmediato.

A veces compañeros de la escuela me invitaban a salir, pero antes de contestar lo llamaba para saber si podía o no ir, porque podía tener planes para ambos y además no quería separarme mucho de él, ya tenía demasiado con las clases y las tardes en las que él preparaba su tesis.

-¿Qué está pasando? – Allison estaba algo preocupada

-Nada

-Entonces por qué no contestas las llamadas, hablábamos casi todos los días, ahora si me tomas la llamada al menos una vez por semana es mucho y que decir de ti llamándome, eso se esfumo

-Es solo que la escuela me tiene loca – le digo –Sabes que mantener mi promedio es difícil

-Bueno, ya sabes algo de OXFORD

-No – hace una semana envié la solicitud se supone que me contestan al final del mes si me aceptan para la entrevista o no, aunque no se realmente porque lo hice si mis planes a futuro no incluyen poder ir a Londres, quizás porque si entro podre aventárselo a mi padre en la cara y decirle que no iré o quizás porque Allison insistió tanto –Hasta finales de mes sabré algo

-¿Estas bien verdad?

-Claro que si amiga, es solo que te digo que las cosas en la escuela están un poco rudas

-¿Las cosas con Carlos están bien?

-Más que bien

Los días eran pesados y largos, Carlos estaba la mayor parte del tiempo concentrado en sus tesis y yo no me la pasaba en casa con helado, películas y libros.

Estábamos en el mes de los enamorados y quería preparar algo especial para Carlos, es la primera vez que tengo novio y quiero poder preparar algo para él, así que haría una cena y bueno una noche romántica.

Ese día me salí antes de las clases, le dije a Andrea que si podía dejarnos la casa sola, ella dijo que no tenía problema que se quedaría en casa de una amiga.

Hice una comida especial para él, le mande un mensaje y le dije que lo esperaba en la casa porque había salido antes de la universidad que llegara temprano.

Espere una hora después de su última clase, supuse que en lo que se despedía de los amigos y esas cosas y le envió un mensaje diciendo que lo espero. Pasan tres horas y decido llamarlo, quizás tubo algo urgente, cuando contesta no le escucho bien pero dice que ya viene en camino.

Caliento todo de nuevo y sirvo el vino y pasan dos, tres, cuatro horas más y me digo a mi misma que quizás algo se le cruzo en el camino, que no es que no viniera, es solo que algo se atravesó, me voy a la cama y por alguna razón me siento más sola de lo que nunca y mis lágrimas salen solas.

Escucho el timbre y sé que es él, me arreglo un poco la cara para que no se note que he llorado y voy abrir.

-Hola mi amor – dice y su aliento me embriaga al instante, seguro se tomó media licorería

-Bebiste – digo y entro a la casa

-Solo un poco – se acerca y me abraza por la espalda y comienza a besar mi cuello y me alejo -¿Qué pasa? – pregunta enojado

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora