1.Volver a empezar.

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Hoy hace tres años desde la muerte de Jadeen, su recuerdo me alimenta cada noche y aunque al principio me atormentaba, lo he podido superar, ahora tengo casi diecinueve años y voy a ingresar al segundo semestre en la universidad.

Hace un año mantuve una relación de seis meses y fue una mala ruptura pues él me engañaba, creí que volvía ha amar y no fue así.

Hace aproximadamente cuatro meses que me parece, aveces, ver a Jadeen en la calle pero supongo que es producto de mi gran imaginación, pues ¿cómo superar el primer amor?

Actualmente tengo una relación de once meses, él se incorporó al grupo en el último curso del instituto, él estuvo mucho tiempo tras de mí y le acepte por pena, tal vez, el es muy bueno y no sería capaz de dejarlo, le rompería el corazón, prefiero que él lo haga, aún así le he cogido cariño, pero no creo que sea amor.

Nunca fui a ver la tumba de Jadeen, no quería hacerme daño, me pesa un poco pero estoy bien. Los demonios siguen de mi lado o en mi contra aún no he terminado de comprenderlo.

No sé porque me acuerdo de él, será por las visiones o por el aniversario de su muerte... en fin no es momento de pensara en él.

Ahora estoy en casa con mi familia, novio y Rob, -este año sus padres no pudieron venir- celebrando porque hace pocos minutos se había acabado el año, la verdad es rara la vez que me embriago, pero nunca he dejado las fiestas.

Supongo soy feliz, pero siempre existirá un vacío en mi corazón.

-April... ¿crees qué tendremos más momentos así juntos felices?
-No lo sé Raúl, pero disfrutemos esto ¿quién sabe si mañana te veré?
-Esta bien -me da un piquito, nunca vamos a más.
-Hey tórtolos ¡esta no es manera de empezar el año!
-Claro que no mejoro -exclamé con entusiasmo.
-¿Pues entonces? -preguntó el castaño.
-Vamos -guiño un ojo mí rubio novio.
-Ma' ya volvemos -desde que cumplí dieciocho, le da igual lo que haga, según dice que si me pasa algo será culpa mía y no de ella pues se supone que soy adulta, ingenua.
-Esta bien, cuídense, feliz año. -estaba ya un poco ebria.

Rob agarró las llaves de su Audi blanco, yo mi chaqueta y documentación.

Quien conducía era Raúl, pues según dice que solo se emborrachó una vez cuando tenía quince años, y aunque se toma un par de copas, nunca pierde el sentido, él sabe como cuidarnos.

El empezar un año, es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad, para intentar ser feliz, para sonreír ¿quién sabe que nos deparará el nuevo año?
Solo sé que ahora estaba en Sol disfrutando del momento, con personas que estimo y si he aprendido algo es que debo disfruta de los momentos, pues la felicidad es efímera, así como lo fue mi noviazgo con Jadeen.

Rob nunca cambió, nunca ha mantenido una relación estable, ha crecido mucho, me saca una cabeza, sigue siendo mi demonio guardián, estamos en la misma facultad, estudia ingeniería en robótica y yo derecho aun así nos vemos seguido, nunca dejó su faena de ser es protector y mujeriego, de altos cargos y fiestero, creo que tiene doble personalidad y yo soy de las pocas que conoce ambas.

Raúl, por su parte es el segundo chico más tranquilo que conozco, siempre intenta protegerme y aunque sé que me quiere, sus sentimientos nunca serán correspondidos, físicamente hablando es muy guapo, -sigo siendo franca, eso nunca cambiara en mi- es rubio de ojos castaños y más o menos del alto de Rob, estudia psicología en mi misma facultad.

Yo, después del fallecimiento del Jadeen, deje mi semi-alcoholismo un poco a un lado, pero no del todo, obviamente sigo siendo la misma chica alegre, directa, inteligente y fiestera, en mi parecer un perfecto equilibrio.

No es perfecto, pero mi mundo marcha sobre ruedas aunque hayan cosas en la vida que hieran.

Al despertarme un poco fatigada mire la hora era las 10:35am, por suerte estaba en mi habitación.

Escogí mi atuendo que consiste en un buzo azul rey, un jean obscuro y botines negros, al dirigirme baño, puede ver a mi adorable amigo con la misma pésima pinta que yo, y para mi sorpresa mi rubio novio en la cocina, al verlo me sonrió de lado y fui abrazarlo:

-Feliz año, corazón.
-Igualmente -me dio un pico.

Acto seguido me di un largo baño, deje por varios minutos que el agua corriera desde mi cabello a mi cuerpo desnudo, me envolví el pelo con una toalla y seque el resto de mi cuerpo con otra, procedí a ponerme mi atuendo previamente elegido.

Agarre el secador y observe con lentitud como mi cabello volvía a formar castaños rizos rebeldes, me ricé las pestañas agregando máscara trasparente, un poco de gloss rojizo en los labios y listo.

Raúl me sirvió recalentado, fuimos a comer en la terraza y en la tarde fuimos a dar una vuelta por El Retiro, la noche volvió a caer, un nuevo comienzo recién estrenado había llegado.

En la casa solo estaban mi madre y hermano, mientras yo encerrada en mi habitación, revise mis redes sociales, muchas fotos de familias felices y mensajes de ánimo, al poco tiempo, -gracias al aburrimiento- el cansancio se apoderó de mí .

Soñaría con el verdadero amor y las inquietudes que me atormentaban, con un mañana y con los recuerdos del pasado.

Después de la partida de Jadeen, todo se volvió monótono y como no lo iba ha ser, si el fue la sal en mi vida.

¿Y cómo ? ¿cómo olvidarse del primer beso? ...de la persona que fue capaz de hacerme negar mis propios principios y que cambio mi universo entero.

El sueño me había consumido, dejándome vulnerable, poco poco mi mente  se quedó en la nada, dejando así a mi cuerpo descansar.

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Hola gente linda. ¿Cómo van? Esta es la continuación de mi libro Alcohol y mil Demonios, les envió cariños y ...besos.

Escrito la segunda semana de Febrero de 2017

1*Edición: cuarta semana de Julio del 2017

Amor y mil DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora