Todos los dias pasabas a buscarme a mi hora de salida, pero este era diferente bajaste de tu carro con dos rosas rojas en la mano, estabas sutilmente recargado de la puerta esperando que me aproximara a tu encuentro y dios! Chico yo odiaba las rosas pensaba que no tenia merito regalarlas. Que era dinero mal invertido.
Pero estabas mirandome con esos profundos ojos negros llenos de nerviosismo y pena, alargaste tu mano y me diste las flores ¿que podia hacer aparte de darte gracias y mirarte? Pense, pero en el momento que mis ojos te vieron de nuevo supe que me gustaban las rosas y me gustaba tu loco cabello despeinado y la forma de caminar tan rara que tenias y tontamente me di cuenta que todo eso que antes habia repudiado me encantaba por que estaba enamorada de ti.