One

1.5K 98 93
                                    


- Buenos días ¿Qué desea tomar?

- Un Holandés - habló, sin siquiera mirar al muchacho.

- Oh, Hyung, alguien va a salir esta noche - sonrió el chico castaño con el cabello, esta vez, alisado.

Al escuchar esa exclamación, el pelinegro alzó los ojos y le respondió de la misma forma el gesto, asintiendo.

El joven mesero amplió aun más el gesto...

- Eso está bien - admitió, volviendo su sonrisa efusiva en una amable - ¿Se lo traigo con pastel de almendras?

- Como siempre - asintió, volviendo sus ojos a los documentos.

- Bien, ya se lo envío Hyung.

- JongDae, puedes llamarme solamente MinSeok - le recordó, notando la negación en el joven - Como quieras.

Le habría gustado decir aquello en un tono más jovial y condescendiente, pero no pudo; ya eran ocho meses que asistía a esa cafetería frente al empleo que ya había pronosticado conseguir, y todavía no tenía avance alguno con el muchacho de la sonrisa de Cheshire. Sinceramente, se estaba planteando si en realidad era del agrado del joven llamado "JongDae", pero siempre que intentaba algo para acercarse de una manera disimulada, el chico se negaba a ello, y eso le gustó en un principio, porque parecía que el chico no era un cualquiera que ligaba con cuanto cliente le sonreía coqueto, o al menor Minseok pensó que se veía de esa forma, pero el castaño no atrapaba carnada alguna, y simplemente se estaba desesperando.

- Aquí tiene, Hyung.

- Muchas gracias - asintió, sin alejar sus almendrados ojos de los documentos.

el mesero relamió sus labios, apretando la pequeña libreta entre sus manos y después de una respiración profunda, se alejó.

Desde su vista periférica, Minseok creyó por un segundo que comenzaría una de sus pláticas triviales y agradables... Pero se equivocó.

***

- No entiendo por qué no cae contigo - Admitió una castaña, estirando sus desnudas piernas lampiñas y pálida mente tersas, sobre las sábanas bajo ella - Eres tan bonito.

- Quizás porque los hombres no son "bonitos", sino masculinos, atractivos, guapos, viriles... - negó con la cabeza, saliendo del baño con su camisa ya abotonada - No entiendo como me di cuenta de mi condición sexual tan tarde.

- En tu defensa, no te buscaste menos que bellezas, la mayoría a tu altura. Una que otra simplona - se encogió de hombros, recostándose cómodamente, estirando sus brazos - Además no tiene nada de malo tu apariencia - se quejó - Eres como la mayoría de chicos que...

- La mayoría de chicos que ¿qué, linda? - le cuestionó, desviando sus ojos del trabajo que hacían sus manos sobre fajar la camisa en el pantalón.

- D-de chicos con los que me flecho - reparó de inmediato.

- Eres tan mal mentirosa - le acusó - No quiero imaginarte con hombres, cariño. Me escuchas?

- ¿Por qué no puedo estar con alguien? - le atacó, inflando sus mejillas y frunciendo su ceño. Algo dentro de Minseok se removió porque ella era tana dorable - Tu estás tratando de avanzar con ese chico de la cafetería y a mí no me gusta que te busques ligues.

- ¿Y por qué me ayudas? O lo intentas, si no te agrada así como dices.

- Porque estás tan metido en ello - se tiró sobre las almohadas - Que me enloquece que ese muchacho no te preste atención. Eres todo lo que cualquiera pudiese pedir para su vida. Eres responsable, fiel, sincero y directo, tienes un empleo fijo lo que se traduce en estabilidad económica, y para re matar todas tus virtudes, eres precioso como el infierno - ella le miró un segundo y añandió - Y el azul realmente te hace ver caliente.

No Escaparás [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora