Five

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No sabía por qué estaba haciendo esto, pero de todos modos trató de no pensar demasiado en ello, porque sino, sabía que se pondría en modo "gay panic" y esquivaría la mirada, las palabras, cualquier cosa que la chica intentara explicarla y que hasta el momento, como Joshua le dijo, no aparentaba ser una confesión.

"Hyung, hasta yo que soy hetero sé que es gay sin que me lo diga. Una chica debe ser más perceptiva en esto"

Y era cierto, las pocas mujeres que se le acercaron a JongDae con una idea romántica, luego del rechazo terminaron aceptando que tenían la sospecha de la realidad, o que tenían la intuición de cómo en realidad era Chen.

Él era él, no había nada que entender que no estuviese en la cubierta, no era de ocultar demasiadas mierdas, sólo sus desastres amorosos, pero esos siempre terminaban saliendo a flote de vez en cuando, más cuando Sehun estaba cerca.

- ¿De verdad te quedarás a escuchar lo que ésta niña tenga que decir?

- Creo que alguien fue herido en el orgullo porque lo corrieron como cucaracha de cocina - sonrió - Ni siquiera sé qué infiernos haces aquí.

- Vine a cubrirte la espalda.

El castaño le miró con una incertidumbre incalculable, enarcando una ceja ante las estupideces de éste idiota, para terminar por darle un golpe con su dedo índice en la frente.

- Vete antes de que te arroje el agua de mi vaso - aseguró, y el menor se encogió de hombros para proceder a levantarse - Y vete a buscar tu maldito tutor para ese proyecto de academia que te estás montando. Perderás muchos ingresos si no lo consigues - aseguró.

- No hace falta que me lo digas, ya lo sé - bufó hastiado.

- Entonces no deberías continuar tonteando y malgastando tu tiempo...

- Te estoy cuidando - advirtió antes de alejarse lo suficiente como para que pareciera un grito.

- Tu eres el lobo, aquí! - gruñó.

Y él si levantó lo suficiente la voz, como para llamar la atención de algunos comensales, más sonrió a quienes le miraban sin descaro, inclinándose a modo de disculpas. Con las mejillas tenue-mente teñidas de rosa, se juró ahorcar a Sehun cuando lo encontrara durmiendo en el sofá de su casa, porque sí, hasta ese privilegio se había tomado.

Miró su reloj una tercera vez, haciendo un mueca porque tenía veinte para que su hora de descanso concluyera y continuara con su labor hasta las 13:30 porque ese día tenía otras cosas que hacer, no como cuando se quedaba hasta que cerraba entrada la tarde la cafetería, así que se encogió de hombros, rindiéndose a que la joven castaña de cabello ondulado apareciera.

Las puertas del local siendo abiertas llamaron su atención, y la muchacha que lo había citado entró con un pelinegro de cabello liso, más alto que él, de ojos serios y labios apetecibles, tés clara y ropa resaltando su masculina aunque no tan definida figura, llamaron su atención. Sobre todo porque ellos llegaron tomados de las manos.

"Yerim" como se había presentado a Jongdae, soltó la mano del muchacho echándolo en un gesto despectivo con su mano para que la dejara sola, y él enarcó una ceja haciendo caso; ella pareció escanear el lugar antes de que sus hermosos y castaños ojos cayeran en él, y se acercara dibujando una sonrisa adorable sólo para Jongdae.

Al otro extremo, el pelinegro miraba la escena con neutralidad, esperando reacción alguna de él, seguramente, ya que era obvio que la castaña se dirigía a su mesa.

- Hola, Oppa - saludó, tomando asiento.

- ¿Cariño, estás buscando que tenga problemas en mi empleo o vienes a invitarme a un trío? Porque desde el vamos, te digo que no me gustan esas cosas.

No Escaparás [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora